Moonlight// Malik

III

"El retículo endoplasmático, es un orgánulo que se encarga de la síntesis y transporte de proteínas de secreción o de membrana."  La gran pregunta era, ¿a quién cojones le importaba para qué servia un retículo arrugado? A nadie, obvio, pero se ve que la gilipollas de Naturales no puede ver eso. Lía, la profesora, llevaba más de media hora explicando la puta teoría celular y cada puta parte de cada puta célula. Parece que las caras de mis 22 compañeros y yo no delatan lo suficientemente aburridos que estamos. Y eso que aún nos queda esta hora y dos más para poder irnos de aquí. Joder.
Miré alrededor; había tantos tipos diferentes de personas en mi clase que a veces me asustaba. Por una parte estaba la gente como yo: la que se dedicaba a no hacer nada en clase y a estudiar, salir de fiesta y drogarse por la noche. Luego estaban los que mis amigos y yo denominábamos como "old school"; ellos estaban siempre con sus gafas y su ropa snoob y tenían un jodido diez en cada examen de cada materia. Increíble. También teníamos a los emos; ellos simplemente se dedicaban a sentarse en la silla para que esta se calentase. Quiero decir, pasaban de todo y de todos, excepto cuando el tema era "Pokemon" o alguna de sus mierdas favoritas. Pero al final todos teníamos algo en común. Todos teníamos un secreto, algo que oscurecía nuestra alma y convertía a nuestros ojos en dos cárceles en las que era difícil penetrar.
*

Saqué de mi casillero una cartera y de ella un billete de diez euros. Necesitaba comprar algo para el almuerzo urgentemente, soy una persona amante de la comida. Cerré la taquilla y empecé a caminar por los pasillos abarrotados de gente, haciéndome un hueco entre los estudiantes de todos los grados. Buscaba una cabellera rosada que pertenecía a mi mejor amiga, y lo cierto es que la encontré conversando con un chico que no sabía su nombre. Alcé una ceja, divertida ante la situación. ¿Me estás diciendo que April está hablando con un chico que no tiene el pelo de algún color fantasía, ningún piercing, y que no parece que lo hayan sacado de una tienda de chinos? Esto es, sin duda alguna, una de las cosas más increíbles que he visto desde hace tiempo. Su conversante tenía el pelo castaño oscuro que caía por sus ojos en forma de cortina; aunque por una parte lo tenía más largo y por otra mas corto. Qué típico, pensé. Sus ojos eran de un azul intenso que llegaban a intimidar. Conclusión, él no era mi tipo.
Caminé decididamente hasta ellos y carraspeé mi garganta. "Bien, ya llega de coqueteo por hoy. April ya babea por ti, y se ve desde la otra punta del pasillo. Cuando quieras meterla la po-." Mi mejor amiga me Interrumpió. "Hola Kylie, ¿qué se supone que haces aquí?" La susodicha me miró con cara de enfado y con los ojos entornados, mientras que su acompañante me observaba con cara de asombro y gracia. "Soy tu mejor amiga April, te has puesto un jodido tampón en mis narices, ¿no puedo decirle al chico sin nombre que se vaya a la mierda para que pueda comer contigo?" Su cara fue un poema, por lo que se giró al chico y le dijo. "¿Sabes qué Justin? Pasa por mi a las 10 para la fiesta, no voy a ir con esta puta loca." Me miró y solté una carcajada, mientras que él se acercaba y posiciona a un beso en su frente. "A las diez estaré ahí, Ap"*. Se alejó de nosotras con un "adiós" y se perdió entre la marea de alumnos que era el pasillo, mientras la puta de mi mejor amiga y yo partíamos rumbo a la cafetería.
*

Una hora, contabilidad. El chico de esta mañana estaba sentado a mi lado mientras que yo trataba de copiar todos los apuntes que el profesor decía, ya que esta materia no era especialmente mi punto fuerte.
Una hoja de papel se deslizó por mi mesa proveniente de la de al lado.

"No hay nada que me vuelva más loco que esos labios tuyos, preciosa."

Abrí los ojos y miré hacia mi derecha, donde me encontré con una mirada divertida y una blanca sonrisa

"¿Sí? Qué pena que estén tan prohibidos para ti como en su día estuvo la manzana para Adán."

Garabateé en la hoja una respuesta y se la pasé al chico x, (sí, lo llamaré así porque no sé su nombre), quien soltó una carcajada en bajo para que nadie pudiera escucharlo. Me devolvió el papel.