Mi vecino de ojos azules

Posesión

*Nota de autora*

¿¡Quién me extrañó?!

Tendrán que perdonarme de nuevo la desaparecida; mi hermana mayor monopolizó la computadora y no pude escribir nada de nada, así que espero me perdonen de nuevo :D

Espero les guste este capítulo, narrado por Haru

*ADVERTENCIA*

El siguiente capítulo contiene relaciones sexuales de calibre intenso entre hombres...la autora recomienda la discreción del lector...

Colgué mi chaqueta en la puerta de entrada de mi casa, para luego tirarme de espaldas al sillón e inhalar profundamente; a costas de que saldría tarde, mi jefe me mandó temprano a casa (más o menos a las 7 y media de la tarde), puesto que tenía un "asunto familiar que atender", aunque no le creí mucho aquel cuento. Mi problema no era el hecho de que me mandara temprano a casa, sino que no tenía nada mejor que hacer, salvo recostarme de espaldas en el sillón y rezar para que algo pasara en este lapso de tiempo; saqué el celular y me mensajeé con Makoto por un rato, hasta que me salió con que iba a cenar con Seijuurou y estaba por salir; no lo molesté más y me despedí de él, deseándole suerte. Sin nada mejor que hacer, me levanté y me dí una ducha más o menos larga, para salir envuelto en una de las camisas largas que Sousuke se dejaba en mi departamento y un pantalón de chandál largo, me acomodé en el sillón y prendí la PS3 con el mando a distancia, mientras rebuscaba entre mis juegos algo para distraerme. Decidí jugar Mortal Kobat 2011(*); si no podía hacer nada por mi cuenta, mejor será matar ninjas y demás guerreros para entretenerme

Mientras el juego cargaba, empecé a buscar algo fácil de cenar y decidí por un poco de arroz y fritos de caballa(*) de la noche anterior; los calenté un rato en el microondas y volví con mi plato y una lata de jugo de fruta. El juego ya estaba cargado y decidí jugar un modo arcade(*) en la máxima dificultad. Con el juego configurado, pasé a la pantalla de selección de personajes y decidí usar a...de acuerdo, quedé en una breve disyuntiva entre usar a Sub-Zero(*) o a Noob Saibot(*),  mis personajes predilectos por tener los fatalities más violentos y los que me gustaban más; decidí utilizar al espectro de negro y empecé a jugar

Las primeras rondas fueron fáciles, pues a pesar de ser rivales difíciles, bastaba una buena combinación de golpes y realizarles el X-Ray Move(*) para que me dejaran de molestar; tan metido estaba que no escuché el pitido del celular a un costado de mi plato ya vacío. Paré un rato el juego y contesté, pero después retomé la partida con el celular apoyado contra mi oreja

-¿Diga?

-"Hola Haru"-saludó la voz del otro lado, que sonaba apaleada

-¡Ouch!. Hola Sousuke-saludé mientras trataba de esquivar un golpe-Pobrecito, ¿vienes agotado?

-"No tienes ni idea de cuan hecho mierda estoy"-suspiró contra el teléfono y no pude evitar sonreir-"¿No te molesta que pase a tu casa?"

-No hay problema, todavía quedan algunas sobras de la cena de ayer, no se me antojó cocinar-contesté mientras sacudía el mando y presionaba botones con desespero

-"A propósito, ¿qué carajo estás haciendo?"-preguntó intrigado

-Ah, juego Mortal Kombat; el malparido de Baraka(*) me esta haciendo la vida imposible-suspiré mientras seguía fijando mi vista por la pantalla y escuché su carcajada resonante-Bueno, te tengo que colgar, te espero con la cena caliente y un negligee(*) blanco

-"Hasta más tarde"-espetó y finalmente colgó. Luego de eso, volví a retomar mi partida