Capítulo 2: Pensamientos nocturnos.

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Los siguientes dos días fueron un total misterio para Checo. Su ahora compañero de habitación no le dirigía la palabra. No entendía cual era su problema, pero él quería ser amable, ser amigo del chico misteriosamente frio.

Es así como empezó a sentarse junto a él en las clases que compartían, incluso se sorprendió al coincidir con este en la clase extracurricular que escogió: natación. Es ahí donde vio lo competitivo que era el joven rubio.

Checo comenzó a admirar lo dedicado que era con sus estudios, él no era malo, pero Max daba demasiado de sí. Los últimos dos días se durmió tarde estudiando, la mayor parte del tiempo se la pasaba en la biblioteca o en la piscina de la escuela.

Y si bien Checo admiraba su dedicación, llego a un punto donde no le parecía sano su actuar. Principalmente cuando se percato de que se saltaba las comidas.

Por su parte, Max no había querido relacionarse con Checo en ningún sentido. Sabia que el compartir habitación era algo temporal, y quizá pronto podrían arreglar el desastre en la habitación del joven príncipe.

Pero su indiferencia hacia este ultimo se debía a dos factores:

Lo primero, le avergonzaba su impulsivo actuar hacia George y que esto perjudicara a un tercero que nada tenía que ver. Y ahora tendría que compartir habitación debido a eso.

Lo segundo, rápidamente se entero que Checo era un príncipe y se sintió un poco celoso.

"Que vida tan fácil" pensó.

Algo mejor a ser un niño rico, era ser un príncipe. No tenias que esforzarte en nada, estaban bendecido por derecho divino a ocupar el mas alto escalón en la sociedad.

Así que le fastidiaba que su compañero la tuviera más fácil que él. O al menos desde su perspectiva.

Esa misma tarde, después de las clases, Max se dispuso a entrar a la piscina. Practicaba largos, sabia que al final del semestre habría una competencia con un premio monetario y quería ser el mejor.

Mientras nadaba, en su mente no dejaba de pensar en lo mucho que estudiaría esa noche. Pero, extrañamente, comenzó a sentirse mareado. Estaba a mitad de camino, solo debía dar un ultimo esfuerzo. Pero las fuerzas le fallaban, se sentía débil.

Entonces recordó que había olvidado comer. Había estado tan ocupado esos últimos días que no se dio cuenta de la cantidad de energía que gasto y lo debilito. Y lo peor, estaba solo en esa fría piscina.

Nadie se quedaba tan tarde, solo él.

Checo caminaba por el pasillo con un plato de comida cuidadosamente envuelto. Noto que Max no había llegado a cenar, así que pensó que seria un buen gesto llevarle algo de comer.

Pero palideció al ver a su compañero boca abajo en el agua.

Rápidamente se deshizo de la carga y se lanzo al agua. Lo cargo hasta llevarlo a la orilla de la alberca y comenzó a darle primeros auxilios. Esto era algo que le habían enseñado desde niño, pero en una situación así las cosas se sienten más difíciles de conseguir.

Sin embargo, no se rindió y siguió intentando reanimarlo practicando respiración de boca a boca. Hasta que el rubio finalmente reacciono.

Max se sentía mareado. Lo primero que vio al despertar fueron los ojos de Sergio. Pero sabia que este lo había reanimado, debido a lo asustado de su aspecto y que estaba completamente empapado.

Expulsó algo de agua de su boca. Estaba muy asustado al darse cuenta de todo lo que había pasado. No dijo ni una palabra. Checo salió corriendo a pedir ayuda y Max se quedo sentado en el suelo.

𝓑𝓵𝓾𝓮 𝓥𝓮𝓵𝓿𝓮𝓽~ᶜʰᵉˢᵗᵃᵖᵖᵉⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora