He's Mine ▶ j.b

treinta y siete; Lo siento. |SIN EDITAR|

Justin POV's.

Frunzo el ceño, aún con mis ojos cerrados, al notar que Sky ya no está a mi lado. Me remuevo en la cama, inquieto. Abro mis ojos, un poco cansado, y suspiro al ver como Sky se coloca sus prendas.

Por un momento creí que se había arrepentido de seguir conmigo a pesar de que tendré un hijo y que había huido mientras que yo dormía. Hablo enserio cuando digo que no sé que sería de mi si Sky me deja, la necesito más que nunca en este momento. Ella me ayuda a mantener los pies en la tierra.

—¿Por qué te levantas? —Pregunto, asustándola y haciendo que ella pegue un pequeño salto en su lugar. —Ven aquí, disfrutemos de la compañía del otro —Palmeo mi cama, en el lugar vacío en donde ella dormía hace un rato, ignorando por completo su mirada fulminante.

—No vine aquí sólo porque me dijiste que necesitabas hablar conmigo, también vine para avisarte que hoy a la noche partimos hacia Los Ángeles, mañana tienes tu primera sesión de fotos —Me sonríe. Al parecer está feliz de que haya aceptado ser modelo.

Murmuro un simple "Okey" antes de enterrar mi cara en la almohada, tengo mucho sueño, pero si duermo ahora luego en la noche estaré despierto, y con eso de que viajaremos en la noche, es preferible que me levante ya, porque al ser mi primer vuelo en avión los nervios me carcomen por dentro de tan sólo pensar que algo le pueda pasar al avión, así que supongo que será mejor dormir durante el viaje.

—Pasaré por ti a la noche —Siento sus suaves y delicadas manos sobre mi espalda desnuda.

—Te amo —Cierro mis ojos y estiro mis labios, esperando a que ella me bese. Cuando lo hace, la tomo del brazo y la tiro encima mío, provocando su risa.

—Eres idiota, Justin —Trata de ponerse seria pero no lo logra. —Suéltame, debo ir a preparar algunas cosas que debo llevar a Los... Ángeles —Suelta un suspiro cuando comienzo a morder su cuello. Amo su cuello.

—Luego lo haces, ahora dame muchos besos —No espero su respuesta y la beso.

Al principio se niega pero luego comienza a seguirme el juego, incluso un poco juguetona se restriega contra mi. En este último tiempo he pervertido mucho a Sky, ella no era tan... pervertida, por decirlo de alguna manera. Dirijo mis manos hacia su pequeño trasero y lo aprieto, haciendo que ella suelte un gemido.

—¡Oh mi dios! Lo siento, lo siento.

Sobresaltados, Sky y yo nos separamos. Miramos hacia la puerta, donde Katia nos daba la espalda y seguía disculpándose sin parar. Miro a Sky y a pesar de que está un poco sonrojada, sé que odia a Katia por arruinar nuestro momento. Y no la culpo, yo odio y tengo ganas de matar a Katia por arruinarnos el momento.