Prólogo.

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- Oh... ¡Hanna! No sabíamos que eras tan babosa, eres todo una playboy ¡no te apenes!

Las burlas no han cesado. He hecho algo imperdonable. Le he puesto una carta de confesión en el casillero de Will Scarlet. Mi platónico desde hace mucho tiempo ya.
Es un error, seguramente alguien ha leído de casualidad y el chisme se ha disparado a velocidad de la luz.
"¿Hanna Beckett? ¿La estudiosa e inamorable Beckett? Imposible, no bromeen más. Los libros son su orgasmo." Una de las cosas que recorre la secundaria.

Creo que la razón de no haberle partido la cara de un golpe a Alice es que no quiero problemas con nadie. Así es, trato de tener el más bajo perfil posible.
Se que lo arruine dándole esa carta. Pero, no soportaba más esto. Y no soy de las chicas que se declaran, odié hacerlo. Creí que sentía lo mismo por mi.
Tan solo me queda averiguarlo.

- Al parecer se ha quedado muda... tanto intento de robarme a mi novio, y ¿te has cagado encima?-rió, mientras sus amigas la seguían al unísono.

Cuelgo una manga de la mochila en mi hombro y me retiro. Odio esto. Mientras camino por la larga entrada de la escuela siento las miradas de la gente a mi pasar. No me lastiman, no me interesa lo que los demás piensen de mí.

Pues esta era mi vida rutinaria. Por lo menos hasta el día de hoy.

Me levanto a las 7:50 am. Mierda, llego tarde.

Salgo corriendo, apenas me he lavado los dientes. Tomo la bicicleta y pedaleo lo más rápido posible. En el camino casi me he chocado con un auto, y por supuesto no faltaron las palabras agresivas por parte del conductor.

Entro al salón y localizo mi banco, el profesor de historia no ha llegado aún. Acomodo mis cosas y tomo aire, me he cansado. Busco con mi mirada a James, mi único amigo en el curso. Él sabe de Will desde hace mucho tiempo, y me ha guardado el secreto. Sin James creo que explotaría, es el único que me consuela.

Giro mi cabeza a la izquierda y veo a Alice, con muchos chicos a su lado. Entre ellos puedo notar a Will, y repentinamente me vuelvo un tomate. Todo no era muy grave, hasta que Alice captó mi mirada y Will por lo tanto también.

MIERDA.

Vale, vale, calma. Es una persona al igual que tú.

- Hanny-mencionó Will dulcemente. ¿"Hanny"?¡¿Desde cuándo me llama Hanny?!

Trago saliva y nerviosamente le contesto: - ¿S-sí? -. Mientras, el comienza a acercarse, Alice y su grupo se dan la vuelta y siguen cotilleando como si yo no existiera.

- Encuéntrame en el vestidor a la hora del almuerzo.- Guiña su ojo derecho y me regala una media sonrisa. WILL SCARLET ME HA DICHO QUE QUIERE ENCONTRARSE CONMIGO. CONMIGO. Ya, ya bájale a tus hormonas mujer.

- Va-vale-. Mi voz era casi inaudible pero pudo escucharme y volvió a su lugar con Alice y sus amigas.

No tuvimos clases, por lo que me aventuré a salir del curso. Noté una silueta bastante grande y un cabello levemente despeinado.

- ¡James!- exclamé, saltando sobre él. Tenía que contarle todo lo sucedido.

Y así lo hice, mientras almorzábamos. James odia a Will. Dice que es un descarado y un imbécil, lo cual puede ser cierto, pero es mí imbécil.

- Hanna, te digo que esto me pinta a algo raro-. La cara de James marcaba desagrado.

- Ya, ya. No hay nada de lo que preocuparse. Will ha dejado a Alice desde hace un año.

- Hann, sabes...-traga saliva-No me refería a eso.

- Entonces ¿Qué es?-Pregunté entusiasmada.- Nada, olvídalo.

¿Who's Hanna Beckett?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora