- ¿Estas bien? -Te pregunte y tu negaste, me puse de cuclillas. Sollozabas y apretabas contra tu pecho ese libro infantil.
-La necesito.
-Deby no puedo verte así, me estas partiendo el corazón.
- ¿Cómo sabes mi nombre? - Pareciste reaccionar girándote hacia mí.
-Eres muy adorable para pasar desapercibida.
-Odio mi vida. -Limpie una lágrima de tu mejilla.
- ¿Quieres hablar?
-No. -Me tomaste tan desprevenido. Abrazaste mi torso fuerte y estallaste en más llanto ahí. En mi pecho. Y correspondí torpemente. -Solo abrázame ¿Si?
-Bien. -Respondí con la sonrisa en mi rostro. Sobe tu espalda y luego de unos minutos te separaste dejando un frio en mi pecho.
-Mara me acorralo en el baño, vi cómo me seguías.
-Ah, sí.
-Gracias. - Tus ojos estaban hinchados. Aun así eran hermosos.
-De nada. - Acaricie tu mejilla y tu sonreíste tímida. -¿Quieres ir a...? Bueno...quizás quieras... pero solo si quieres.
Reíste tímida y tu risa era el sonido más bello que mis oídos habían escuchado.
- ¿Por un helado tal vez? -Hablaste por mí.
-Si, por un helado. -Me sentía en el cielo.
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La de trenza y liston.
Short Story"Él la quiso desde el principio, siempre, a ella, a su trenza y a su listón".