Irene no supo nada de Andrei en todo el fin de semana. Le dejaba los WhatsApps en "visto" y no le decía nada, ni siquiera respondía las llamadas. No quiso preguntárselo a Anny, ya que no quería involucrar a nadie en todo el asunto.
Se sintió traicionada y disgustada. En el fondo, se lo esperaba. Sabía que había sido un gran error haberle besado, y mucho menos haber vuelto a tener esperanzas. Como ya estaba concienciada de ello no le dolió tanto como se esperaba, pero sí que le sorprendió que el chico fuera de esas maneras. Quizá simplemente se muriera de vergüenza, o se estaba arrepintiendo de lo que había pasado y no les respondía para no hacerle más daño.
El domingo por la tarde se fue a la parte atrás de su casa, donde se sentía mejor para poder escribir sus novelas y desconectar, cuando alguien le distrajo de sus pensamientos.
-Irene, ¿qué tal?
-Oh, Sandra, bien, supongo.
-Ya, ya. Esa cara no dice lo mismo. ¿Pasó algo con tu ruso?
-Sí, bueno, no lo sé. Estoy confundida.
-Cuéntame.
-De acuerdo. Pues bien, el viernes quedamos, nos lo pasamos muy bien, y me acompañó a casa. Allí nos besamos.
-¿En serio? ¿Y qué tal besa?
-Supongo que bien. Sólo le he besado a él, fue mi primer beso. Supongo que él debió pensar que besaba mal yo, ya que no tenía ni repajolera idea de besar. Su madre le llamó indignada porque llegaba tarde y ahí se quedó todo.
-Bueno, eso sólo lo puede decir él. –dijo la chica con una risita.
-Y bien, después de eso, me ignora. Me deja los mensajes en "visto" y ni se molesta a responderlos.
-Oh, mi querida amiga, puede ser por varios motivos. Uno, que esté tan alucinado por haberte besado que no sabe qué va a pasar entre vosotros y no quiere hablarlo si no es en persona; dos, que su madre le haya castigado por llegar tarde a casa; y tres, que es idiota.
-No es idiota.
-Pues así, la primera opción o la segunda. A ver mañana qué hace.
-Sí, supongo. Gracias, Sandra. ¿Qué tal tú con Pere?
-Oh. Él es terriblemente perfecto. Estamos pensando en irnos a vivir juntos.
-Sois muy jóvenes aún...
-Ya... pero también hace mucho que salimos. No sé nada todavía, ya te avisaré.
-Sí.
A la mañana siguiente, Irene se levantó soñolienta para ir a clase. Tenía ganas de ver a Andrei y ver qué haría, porque ella estaba perdida. ¿Qué se supone que debe hacer ahora después de haberle besado? ¿Qué son Andrei y ella en aquel momento? Un montón de dudas invadían su cabeza durante el trayecto a clase, mientras su padre se ponía nervioso por el tránsito mañanero y Emily estaba mirando atentamente su móvil.
Cuando se bajó del coche, un muy animado Gibson fue a por ella. Se le veía muy contento, y eso alegró a la chica, que estaba bastante nerviosa. Emily estaba sumergida en los libros y el chico entretuvo a una temblorosa Irene.
-Ella y Carlos son igualitos. Los dos pegados a sus libros.
-Emi se toma muy en serio sus estudios, pero su vida no sólo gira entorno a ellos. Estudia, sí, pero también hace otras cosas. Entre ellas, darle mimos a su Luis. En cambio, Carlos es un obseso con los estudios y no se da cuenta de que Cris intenta conquistarle. Pero ella es constante y no se rinde.
ESTÁS LEYENDO
El Alumno Nuevo
RomanceAquél curso quería hacerlo bien. Irene no quería volver a sufrir más por amor. En su primer año de instituto, se enteró de que el chico que le gustaba era gay; en segundo año, otro le dio plantón en la fiesta de fin de curso; y en tercero, un chico...