Deseos Ocultos

Capitulo 10

¿Os ha pasado alguna vez que estáis tan bien con alguien y por una milésima de segundo todo se ha ido a la mierda?  Pues eso es lo que me acaba de pasar a mí.  Mi mundo se acaba de derrumbar cuando Alex, mi hermano me confesó ayer por la noche que estaba enamorado de mí.  No supe que decirle, uno, porque entré en un estado de shock y dos, sus labios me impidieron pronunciar cualquier cosa.  Debo reconocer que besa de una manera que hace que en mi estómago se formen miles de descargas provocando una sensación indescriptible.  He besado a muchos chicos pero esta sensación nunca la había sentido.

- ¡DIOSS! - escondo bruscamente la cabeza en la almohada.

Ya era de día y no sabia como iba a mirar a mi hermano después de lo sucedido, simplemente me da miedo... Todo.

- "Venga Lu, no seas miedica, y échale huevos" - grita mi subconsciente.

Me remuevo entre las sábanas hasta que noto los rayos del sol dándome en el rostro.

- Vale, vale - me levando sentándome en el borde da la cama - Soy fuerte, debo serlo.

De todas formas iba a verlo, vivimos juntos y sería imposible. Voy al baño y me miro en el espejo. Peino mi pelo, lavo mi cara y me quedo mirando mi reflejo.

- Esta noche pienso salir de fiesta - digo en voz alta y sonrío.

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras dirigiéndome a la cocina. Veo que Alex no esta pero si que en la encimera hay un plato de tortitas con sirope de chocolate y nata, un zumo de naranja y una nota.

- "¡Que buena pinta" - relamo mis labios.

Cojo la nota y leo.

- "Espero que te guste el desayuno. Te quiero mucho pequeña.
Alex. "

Mi corazón empieza a latir a cien por hora y noto un gran cosquilleo en mi estómago. Me siento en la banqueta y empiezo a comer. En verdad están deliciosas estas tortitas, no sabía que Alex cocinara también, además el sirope hace que se fundan en mi boca.

- "Dios, jodidamente deliciosas" -

Una vez terminado, lavo el plato y lo seco. Cojo el zumo, voy al salón y enchufo la televisión.

-PII PII - suena el teléfono.

Dejo el vaso en la mesilla y lo descuelgo.

- ¿Si?

- ¡Luuu! - grita Sav desde la otra línea.

- Hola Sav, ¿Que tal?

- Muy bien, oye, hay una fiesta en la playa -

- ¿Otra vez en la playa?

- Si, parece ser que ayer no salió tan bien como se tenía previsto, así que hoy se vuelve a repetir, que ¿Te animas?

- Por supuesto -

- ¡Guay! Estoy en tu casa en cinco minutos-

- ¿Que? Sav oye...- no puedo terminar, me ha colgado.

Río, esta Sav estaba como una cabra pero a esa cabra la quería con locura. Y como no, en cinco minutos ya estaba llamando a la puerta.

- Buenos días enamorada - me sonríe picara

- ¿Enamorada? ¿Donde ves a alguien enamorado? - sonrío intentando no ponerme nerviosa

- Pues es la chica que esta justo en frente mía y que está totalmente enamorada perdida de su hermano- se cruza de brazos.