19. "¿Es posible la felicidad?"

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¡Hola! Saluditos.

Por aquí me tenéis otra vez. ¿Con ganas de más? Yo también, jejejeje.

En este capítulo, bueno..., he pensado omitir un poco a Mina y a Álvaro, pero luego me he dicho..., ellos son los protagonistas, no puedo omitirles...

Así que lo que hago es, empiezo con ellos dos, de nuevo en Portugal y después, va a narrar, Lucía, vamos a darla un poco de protagonismo.

Let's go!

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(Narra Álvaro)

Me levanto de la cama con cuidado, no quiero despertar a Mina. Voy al baño, me lavo la cara y me visto con un chándal, me apetece correr.

Con la llave de la habitación en el bolsillo, el móvil con la música y los cascos, salgo de la habitación no sin antes, arropar a Mina y darle un beso en la frente y otro en el vientre.

Bajo por las escaleras, que se note que hago ejercicio y al llegar al hall, saludo a la recepcionista, ella me devuelve el saludo y me dice:
-Hoy se ha levantado temprano, señor.
-Si, me apetecía correr. ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Por supuesto, lo que quiera.
-Sabe si el huésped de encima nuestra, ¿se ha ido?
-Pues no le he visto salir, la verdad, aunque..., creo recordar que dijo algo que se iba hoy...
-Vale. Muchas gracias. Me voy a correr. Hasta luego.
-Nos vemos.

Y me despido de ella, hasta que vuelva. Salgo y el sol aún no ha salido, voy hacia la playa y me recorro toda la orilla, sin alejarme mucho del hotel, un par de idas y venidas.

Durante mi pequeña maratón, pienso en Mina y en nuestro bebé..., el pensar que les haga algo ese mal nacido de Ray..., no se lo perdonaría jamás, yo mismo se lo haría pagar muy caro.

Pasada una media hora, decido volver al hotel, ya he corrido bastante. Para mi sorpresa, nada más entrar, me encuentro frente a frente con el susodicho, Ray.

Nos miramos durante unos segundos y me dice:
-Buenos días. ¡Qué sorpresa verte por aquí!
-¡No me venga con tonterías! Sabes perfectamente que estamos alojados en este hotel.
-Creo que te equivocas, yo creo que la mañana te afecta al cerebro, no deberías madrugar mucho.
-¡Mira Ray, no me calientes! No pienso permitir que le hagas daño a Mina. Si se lo haces, yo mismo me encargaré de tí.
-No me das ningún miedo famosillo. Pienso hallar a Mina y llevármela, para eso me han pagado, encontrarla y llevarla con vida.
-Por encima de mi cadáver. No pienso dejarte, ni que lo intentes. En fin, que tengas una feliz vuelta a España. -Me mira con cara de sorprendido y sigo hablando.- Si, sé que te vas, yo también tengo mis fuentes. Así que si me disculpas, me voy a ducharme y a relajarme. Adiós.

Y me voy hacia recepción, en donde está aquella recepcionista que me ha dado la información de que se va. Me da la llave de la habitación y me voy, no sin antes mirar que se haya ido y que nadie me esté siguiendo a la habitación donde he dejado a Mina y a nuestro bebé, durmiendo.

"Vigilando almas."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora