Capitulo 5.

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Día 6: No tengo nada que decir.

-¿Aun te atrae el chocolate?.- Preguntó Francis, mientras seguía conduciendo su pequeño auto.

Mi mañana no había sido la mejor, mientras Francis me esperaba sentado en la sala, mi mamá llegaba de correr y se tuvieron que topar.

-¿A donde iras con mi hija?.- Preguntó mamá, después se paso una toalla por la frente.

-Te mantienes en forma, Maggi.

A lo cual mi madre quedó por darle una gran cachetada en la mejilla, puedo jurar que vi el dolor de mi mamá desprenderse de ella.

-¿Te duele la mejilla? ¿Francis o papa?.- Tome una manzana y comencé a comerla, mientras estábamos atorados en el tráfico .-  ¿Como prefieres que te llame?.

-Aún soy tu padre, te crié y di mi vida por ti, lo que paso con tu madre es cosa de nosotros.

-Estuve implicada en ello, Mark lo estuvo y no te importa.

Al parecer no se daba cuenta, pero necesitaba información sobre el y mamá. Ya que ella sólo ignoraba o contestaba mis preguntas con respuesta solitarias.

-El amor se acaba, Alex. - Rebaso a un coche por la derecha y después tomó una desviación por la carretera. - Cuando ya no luchas por lo que amas, se pierde y es difícil volver a crear el amor. Tu madre lo sabía, yo le daba todo lo que tenía y ella, ella simplemente se comportaba indiferente.

-Margaret te amaba. - Termine mi manzana y la lance a un árbol cerca.

-Maggi... Tu madre, es muy egoísta y a veces se negaba a que los amara a ustedes, son mi hijos y ella quería amor para ella, ¿Eso es correcto?.

Todo el camino estuve escuchando mi música favorita, teníamos que esperar a que mi hermano saliera del Campus. El sol me estaba quemando.

-¿Te parece si voy por el?. - Le dije a Francis.

-Quizá este haciendo deberes, no te desesperes. - Me sonrió y apagó el auto. - Si esta dormido, jalale las orejas. Es una orden.

-Será un gusto. - Baje del auto.

Hace tiempo que no veía a Mark y no creó que este dormido o haciendo deberes, debe estarse preguntando si estará bien con la idea de ir con Francis, ayer en la noche no se veía nada contento con la noticia.

Los pasillos eran largos, pero hace meses había ido a su habitación y ya sabía como llegar, derecha, izquierda, escaleras y la primera puerta, toque una vez y no escuche ruido, toque por segunda vez y escuche un golpe fuerte.

Abrí la puerta y note algo realmente patético antes mis ojos, Mark estaba en calzoncillos. - ¿Es neta, Mark?, te estamos esperando como idiotas y tu estas... Cogiendo con una barbie. - Levante las manos y salí del cuarto.

-¿Estaba dormido?. - Preguntó Francis para prender el auto y darme un jugó de naranja. - Tu favorito.

Me sente y subí mi pierna en el asiento para mirarlo. -Se que no eres tonto, ¿Que hace un chico de 19 años, un Sábado en la mañana, en calzoncillos y con una barbie en la cama?.

-¿Estudiando?. - Tome un sorbo y lo deje entre mis piernas. - A esa edad las hormonas son locas, Alex. Se que llegarás a esa etapa, todos lo hacemos, ¿De que te quejas con Mark?.

          

-El sabia que saldríamos, ¿Por que ahora?.

-Eso te lo puedo contestar, es mi hijo y como tu madre lo dijo, soy un idiota. - Levantó las manos del volante y rodó los ojos.

Esa expresión logró sacarme una sonrisa. - Te amo, papi. - Pronuncie, para mi misma.

Unos minutos más tarde se encontraba Mark, en el coche. Intento pasarme a la parte trasera pero no lo logró, Francis le dijo que se lo merecía por la ocurrencia que tuvo de cogerse a una barbie hoy mismo.

-Bocho amarillo, rata. - Mark había dejado un pellizco en mi brazo, quería golpearlo pero en el coche de Francis, ese juego era legal.

-No llames a tu hermana como un animal, tiene sentimientos. - Francis se río por lo que dijo y me miro.

Le aventé los peores ojos que encontré. En todo el camino no hablábamos mucho, sólo cuando Mark lo intentaba o me daba golpes en la cabeza.

-Nos quedaremos en la casa de campo.

-¿De verdad? No la usamos hace meses y debe estar más sucia que mi recámara en la Universidad. - dijo Mark, se había acostado en el asiento trasero. Parecía dormido.

Todo el camino quería seguir preguntando sobre mamá, pero no me atrevía en lo más mínimo. Número 1: Mark odiaba hablar de eso, seguía igual con Francis, como si no hubiera pasado nada
Número 2: El en todo su aspecto odiaba hablar de lo sucedido, simplemente no lo hablaba y se evitaba todos los problemas.

Desde que lo recuerdo. Mark siempre fue lo más diferente a mi. Mientras el salía perfecto en las calificaciones, yo trataba de pasar. Él era el mejor en deportes y yo, yo sabía bailar ballet. Mark siempre acompañaba a mis padres a todos lados, yo me quedaba en casa a dormir o algo, simplemente odiaba salir en familia.  Me di cuenta, quizá Mark actuaba de esa forma, porque el fue el más querido, el era el que tenía más amor, quizá lo aprovechó cuanto pudo y por eso no tenía resentimientos, el estuvo junto a mis "padres" todo el tiempo, el tiempo que estuvieron juntos le bastó y fue todo para el.

No me importaba si Mark era el consentido o no, sólo que me gustaba no pensarlo, nos querían igual pero uno siempre recibe más que el otro.

-Descansaremos a fuera de la casa de madera, en el frío, en el coche o quieres entrar. - dijo Francis, y Desabrochó mi cinturón.

Al parecer ya había bajado todo porque no encontraba mi mochila en la cajuela.

Me di cuenta que le susurro algo a Mark y este se levantó tan rápido que se golpeó la cara con el brazo de mi padre.

Idiota.

-¿Quieren algo de cenar o pido pizza?. 

Hablamos al mismo tiempo los tres.

-Pizza.

-Algo de cenar.

-Pizza.

Bueno, al final tuvimos que comer pizza y mi padre el tacaño, se encontraba rechinando los dientes cuando el repartidor se fue con su dinero.

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⏰ Last updated: nov. 10, 2015 ⏰

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¿Dónde está mi príncipe azul? | EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora