Capítulo 33: Déjame probar

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[Hoseok]

Habían pasado varias semanas desde el accidente y el ambiente estaba más relajado que entonces. Jimin y yo volvíamos a llevarnos bien, en cierto modo todo volvía a ser como antes, a excepción de que ahora participaba en el doble de carreras. Esa adrenalina momentánea en la pista era lo único que me aislaba del mundo. Por unos momentos me olvidaba de todo lo ocurrido y sentía que podía respirar. Jimin optaba por dejarme hacer lo que quisiera, lo que me parecía una buenísima idea; después de todo cada uno tiene derecho a destrozar su vida de la manera que más le plazca.

La alarma del móvil me despertó. Solté una especie de gruñido y me levanté sin molestarme en apagarla. Ya se silenciaría ella sola al cabo de un minuto. Fui a la cocina apartando de mi paso varias botellas vacías que había desperdigadas por el suelo de mi cuarto y me serví un vaso de zumo. Era la mejor bebida para la resaca.

Al ser jueves la casa se encontraba vacía ya que Jimin estaba en clases. Yo aprovechaba los días de entre semana para visitar a Tae al hospital ya que tanto su madre o su hermana estaban ocupadas en el trabajo y el colegio. Agradecía poder pasar un rato a solas con él, no conocía lo suficiente a su familia como para sentirme a gusto con ellas a solas en la misma sala durante horas.

Así que eso era mi vida desde el accidente. Entre semana me levantaba y pasaba la mayor parte del día con Tae hasta que el horario de visitas terminaba o aparecía su madre. Una vez fuera del hospital me iba con la moto a las carreras y participaba en varias. Últimamente mi número de victorias había aumentado y con ello mis beneficios, pues aprovechaba las apuestas que se hacían entre el público para sacar algo de dinero y luego gastarme la mayor parte en bebidas o tabaco. Vamos, lo que viene siendo la vida de un ciudadano ejemplar.

Me terminé el zumo y fui a la ducha. A los pocos minutos ya estaba listo, montado en mi moto y rumbo al hospital. Llegué, aparqué y fui directo a la habitación de Tae sin necesidad de que me lo indicasen, pues me la sabía de memoria. Al entrar cerré la puerta cuidadosamente tras de mí.

- Buenos días dormilón... - Saludé a mi amigo mientras me sentaba en el costado de la cama junto a él y agarraba su mano, acariciando su piel cada vez más tensa y cada uno de los huesos que poco a poco iban haciéndose más y más notables. Había adelgazado muchísimo desde que entró al hospital.- Vine a verte otra vez. Probablemente ahora debes estar pensando "Que pesado es viniendo todos los días. Menudo acosador. Voy a terminar llamando a la policía". – Reí sin dejar de mirarle. Dolía tanto verlo en ese estado.- ¡Pues no puedes quejarte! Ya te he dicho mil veces que si no quieres que venga tan solo debes decírmelo. No es tan difícil.

" Venga Tae. Despierta y dime que me vaya. Despierta."

Esperé varios minutos sin recibir ninguna respuesta. Su rostro seguía igual de inmóvil que cada uno de los días que había pasado en esa camilla. Era Taehyung y a la vez no lo era. No eran los ojos que me miraban con expresión sorprendida o se entrecerraban levemente cuando sonreía. No eran los labios por los que tantas veces había pasado su lengua de forma inconsciente provocándome un sinfín de ideas poco decentes. No era la boca que se tornaba en forma rectangular cuando reía. Sencillamente no era él.

- Ya veo que hoy tampoco hay suerte... - Suspiré y terminé sonriendo con amargura. No podía mostrarme débil delante de Tae.- En ese caso hablaré yo. No tengo mucho que contarte, así que comenzaré con cosas de Jimin. ¿Sabes que está en una relación con Jungkook? ¿Increíble verdad? Quien lo hubiera pensado. De hecho, para serte sincero yo pensaba que iba a volver con Suga. Ya, ya... ya sé que fue cruel lo que le hizo y todo eso, pero se querían tanto. Ah, el pelirrosa metió la pata hasta el fondo, ¿eh? Aunque bueno, mejor no hablemos de gente que la ha cagado...

"Más que nada porque yo encabezo la lista"

- Rapmon también parece tener algo con Jin, sí, ese que ama a Mario y al color rosa. Bueno, pues eso, lo que te contaba, al parecer no mantienen ninguna relación seria o algo por el estilo, pero vamos, como Rapmon te vea insinuándote a su "no novio" o intentando algo con él... buf, no te queda mundo para correr. Si es que va de libre y luego es un celoso como él que más. No sé ni cómo Jin le aguanta...

Detuve mi monólogo al escuchar como alguien llamaba a la puerta. Me giré para encontrarme con una de las enfermeras que solían venir para hacer la revisión diaria. Ya conocía a todas.

- Buenos días Sana – Saludé reincorporándome.

- ¡Hoseok! – Me sonrió y se acercó sin molestarse en cerrar la puerta. Sana nunca cerraba la puerta al entrar, aunque tampoco me molestaba ya que la cerraba al irse y su estancia en el cuarto a penas era de unos minutos.- Sí que has llegado pronto hoy.

- Bueno, tampoco tenía nada mejor que hacer.

- Ya veo – Asintió sin prestar mucha atención y comenzó a anotar valores que indicaban las máquinas de Tae.

Yo la observaba esperando alguna expresión en su rostro que pudiese indicarme algo, pero de nuevo tan solo mostraba esa mueca infantil mientras escribía. Cuando terminó se despidió con otra sonrisa y cerró la puerta tras de sí. Yo volví a acomodarme y a agarrar la mano de Tae.

- ¿Qué te estaba contando? ¡Ah sí, lo de Rapmon y Jin! Pues eso. No hay mucho más. Todos estamos bien. Echándote de menos pero bien. Echándote mucho mucho mucho de menos pequeño...

Tragué saliva al no poder seguir hablando. Si seguía en ese plan terminaría por llorar y yo no quería eso. Tae no iba a verme llorando. Cogí aire y forcé otra sonrisa, una muy muy grande.

- ¡Ah, por cierto! El otro día comencé a buscar información sobre el Safari al que te prometí llevar, ¿lo recuerdas? ¿Recuerdas cuando me hiciste prometerte que te llevaría a ver los leones? Pues he pensado que estas vacaciones podríamos ir todos. Sí, todos. Ya sabes que el dinero no es problema y estoy seguro de que será más divertido si vamos juntos con los demás, Jin, Suga, etc... Lo pasaremos bien, veremos leones, elefantes, rinocerontes... sí, lo pasaremos bien... tan solo date prisa en despertar para poder ir cuanto antes, ¿vale?

Seguí hablando por la siguiente media hora. Cuando empecé a sentirme cansado agarré una silla y me senté a su lado, posicionándome a su misma altura. Seguía sin soltar su mano, algo me lo impedía. Recosté la cabeza y brazos sobre su cama y cerré los ojos. Ya no me quedaban más cosas que contarle pero no quería marcharme. Estaría con él todo el tiempo posible.

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Debí quedarme dormido porque desperté en la misma posición, agarrando a Tae y sentado en la silla con medio cuerpo recostado sobre su cama. Le solté y me revolví el pelo. Mis tripas rugieron indicándome que ya era hora de tomar algo, y para mi sorpresa, al girarme hacia la puerta encontré dos sandwiches y una botella de agua sobre la pequeña mesilla blanca de la habitación. Me levanté y divisé un posit pegado a la tapa de la botella.

/Para Hoseok de Sana. ¡No te saltes las comidas!/

Sonreí y agarré los bocadillos junto a la botella sentándome de nuevo en la silla, aunque en esta ocasión sin agarrar a Tae ya que tenía las manos ocupadas. Me deshice del plástico que envolvía los bocatas y di un mordisco a uno de ellos. Era vegetal.

- Oye, esto está bueno...- Volví a degustar un trozo más grande sin apartar la vista del sándwich.

- ¿Si? ¿A ver? Déjame probar.

Reiníciame [BTS Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora