Resurrection: Restore Life |3° Temp. de C.YTr.| [YouTubers] |PAUSADA|

"Capítulo 39- Lucifer"

-Continúa la narración por parte de Iván.

(En el capítulo anteior...)

Esto va a ser un verdadero dolor de cabeza.

(Capítulo 39- Lucifer...)

Tiempo luego de hacer unas llamadas, preparar unos varios de papeles e información y vestirme de acuerdo ante la ocasión que se presenta, o bueno terminando de arreglarme. (Atuendo de galería/multimedia)

—Angel —la llamé desde la habitación mientras intentaba terminar de hacer el nudo de mi corbata.

— ¿Pasa algo?  —preguntó ella ingresando a la habitación con timidez

« ¿Cómo sólo una persona puede hacer sentir tantas emociones? »

— ¿Lista para visitar a Seba? –maldita corbata —digo entre dientes.

—Déjame ayudarte con eso, idiota. —soltó una pequeña risa y se acerco a mi, tomó la corbata y hizo el nudo más rápido de lo que yo podría con el temblor de mis manos.

—...gracias. —digo musitando, casi dudando de mi mismo.

— ¿Vamos? —pregunta en el marco de la puerta.

Asiento y tomo mi chaqueta.

-Narra Sebastián

Estaba sentado en esa habitación, la sala de interrogatorios. Al lado de la puerta por la cual ingresé había una ventana de vidrio espejado.

«Me aburro... » pensé y moví mi cabeza observando atentamente el lugar, no hay mucho.

Una mesa, dos sillas, una cámara en la esquina –la cual graba cada movimiento que hago–, la puerta y la ventana. Mediana en cuanto a disensiones a mi parecer y bastante vacía.

De pronto ingresa el mismo oficial que me había puesto las esposas, que por cierto al menos me las quitaron al estar aquí.

—Veo que ni tus padres te quieren, —apreté mis dientes para no soltar una idiotez —¿Con que Lucifer, eh?

— ¿Tiene algo en contra de mi segundo nombre? —pregunté casi mascullando, y con mi notable disgusto a lo que él había dicho.

—Sargento Capitán Lucas Marco.
— ¿Por qué mi tiene aquí? —ignoré lo que dijo, es decir, pasé de su presentación.

—Supongo que ella se te hará conocida, ¿O me equivoco? —depositó una imagen en la mesa frente a mi, era de una chica, otro pensamiento me surgió y erróneamente hice una pequeña sonrisa.

«Se parece un tanto a G-G... Si no la conociera diría que podría ser ella, claro que... Con unos buenos cambios para confundir a ella con esta chica de la foto.»

— ¿Te causa gracia? —dijo con tono de irritación, que alterado.

— ¿Eh? No, no... Sólo que se parece un tanto a mi novia. Pero, ¿Quién es esta chica?

—No te hagas el idiota conmigo, chico. —apoyó sus dos palmas en la mesa fente a mi, mirándome seriamente y hasta diría que intentaba intimidarme.

—Tengo derecho a guardar silencio, ¿Verdad? —me recosté en el respaldo de la silla y crucé mis brazos.

«Admito que me da mucha satisfacción el poder hablar de esta manera y aún más con alguien de su autoridad.»

—Tenemos tu ADN en la escena de un crimen, y el cargo es violación, —mis ojos se abrieron de sorpresa y mi boca quedo entre abierta también al escuchar esa palabra —dime, ¿Te crees inteligente? Porque permiteme decirte que no lo eres en absoluto, Lucifer.

—Cállese, ¿Qué derecho le dan para llamarme así? Para algo es el primer nombre.

— ¿Así— de pronto abren la puerta y me alivio en parte al ver quién es la persona la cual ingreso.

—suficiente Sargento. Ahora, si me permite, quisiera charlar a solas con mi cliente.

«Algo en las palabras "a solas" me da a entender que está un tanto... Enfadado, creo.»

—... De acuerdo. Gusto en conocerlo... —extiende su mano para un cordial apretón