CRIMINALES.

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Capítulo 39.

Mi molestia con Harry seguía allí. Sin embargo, íbamos en camino a la fiesta, el auto estaba en completo silencio. Había recibido un par de llamadas de Sara y Denisse preguntando en donde estaba y por qué todavía no llegaba. Al final me puse el vestido color salmón, solo que opte por unas zapatillas bajas debido a mi tobillo, el cual por cierto seguía doliendo.

— ¿Jen? — habló Harry.

— ¿Mhm? — pronuncié suavemente.

— ¿Aun estas molesta? — incluso su pregunta me molesta.

— ¿Y cómo quieres que esté? ¿Tienes idea de lo que paso por mi cabeza en ese momento? ¡Caí de las escaleras! ¿Qué hubiera pasado si caigo de más arriba?

—Tenía que hacerlo ¡Entiéndelo! — me interrumpió. —Si no lo hacía hoy lo habría hecho cualquier otro día. — dijo un poco más calmado.

—Hubiera preferido otro día. — dije en tono bajo y escuché su risa.

Me volteé indignada hacia él. Negaba divertido. Alcé una ceja y pregunté.

— ¿Qué es lo que te divierte? — pregunté. No recordaba haber dicho algo gracioso.

— Tu. — respondió sin vacilar.

Mi indignación creció. Arquee más mi ceja y bufé girando mi rostro haciendo notar mi frustración. Su mano fue hasta mi rodilla y apretó ligeramente. Cruce mis brazos sobre mi pecho no prestándole atención.

— ¿Me das un beso? — preguntó juguetón con su mano subiendo lentamente por mi muslo.

—Cuando dejes de ser un idiota...— respondí amarga. Escuché su limpia carcajada. — ¿De qué mierda te ríes! — espeté aún más molesta.

Quité de un manotazo su agarre en mi rodilla. Perdí completamente los estribos.

—Creo que lo que tú quieres...— hizo una pausa mientras daba una vuelta. Me miro por un segundo y continuó. —Es que te contente con algo en especial. — levantó sus cejas con insinuación. Idiota.

— Pues crees mal. — me limité a decir.

— ¿Ah, sí? — pauso para sonreír estúpidamente. Lo miraba fijamente. — ¿Hace cuánto tiempo que no te toco? — dijo con normalidad.

La saliva se atascó en mi garganta atragantándome. Fingí que nada paso para sonreír sarcásticamente y enfrentarlo.

— Sinceramente no me importa, no quiero que me toques, ni que me hables, no quiero besarte y ni siquiera quiero que me mires. — le dejé en claro.

Mordió su labio y aparté la vista.

No vas a vencerme, no esta vez Harry.

— Te doy como mínimo 2 horas. — se encogió de hombros.

— 2 horas ¿Para qué? — fruncí el ceño.

— Para que se te olvide que estas enojada.

—No se me va a olvidar, Harry.

—Ya veremos. — dijo con aires de superioridad.

***

La casa de Sara era grande, pero no lo suficiente para albergar a todos estos adolescentes al parecer. Pude notar que se deshicieron de los muebles y arrastraron algunos sofás hasta la pared. Sofás que ocupaban, en mayor parte, chicos en estado de ebriedad. Harry tomó mi cintura posesivamente cuando pasamos frente un grupo de chicos un tanto borrachos. No paso de pensar que es como un animal cuidando de su cría, casi sentí como les gruñía en advertencia.

The Devil is Beautiful |H.S - A.U.| (+18) -Corrigiendo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora