Capítulo 23

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-Evanna-

Cuando abro los ojos sé que es más de mediodía pero todavía me siento un poco débil por toda la fiebre de anoche y el tónico de Charlotte, quien por cierto se ha convertido en una experta en el arte de hacerle perder el conocimiento a los demás.

Me incorporo de la cama que me dispusieron después de que no pude estar en pie por mí misma, sé que no debería quejarme pero aun así es incómoda y dura, mi cabello está totalmente suelto y mi camisón es sencillo pero muy lindo para una famélica doncella como lo soy yo ahora, las doncellas salen volando apenas ven que estoy despierta.

-Alteza debería tomar esto. -Dice Charlotte dándome un vaso con algo que a mi parecer es sospechoso e inmediatamente me tapo la boca indicándole con la cabeza insistentemente que no lo beberé. -No es lo que usted cree es solo agua. -Me dice con una sonrisa al igual que Sarah.

Siento una punzada de culpa por haberla amenazado si le decía a mi hermana una sola palabra, aunque aun no entiendo porque el color se desvaneció de su cara por un momento y sus ojos delataron un poco de miedo, debió ser algún recuerdo del pasado, no estoy segura pero me dio miedo que sufriera un ataque, ella estaba delicada de salud.

-Sarah me disculpo por lo de ayer no tenías por qué ser parte de algo tan tonto como ocultar mi enfermedad. -Le digo con la mirada clavada en mis manos la vergüenza invadiéndome por completo, como una persona puede llegar a ser tan desconsiderada con otras que solo quieren su bienestar.

-Excelencia, no tiene por qué disculpase. -Me dice desde su lugar con una sonrisa amable. - Usted es quien debería disculparme, yo no tenía ningún derecho de desobedecer su voluntad. -Me dice inclinándose para reverenciarme como si yo fuera digna de tal cosa.

Me levanto de la cama hasta llegar ella con la ayuda de Charlotte.

-Levánta tu cabeza Sarah tú no has hecho nada para que yo disponga de tu disculpa. -Le digo tocándole el hombro.

-Pero alteza como su doncella acompañante, debo acatar órdenes y saber cuándo efectuarlas sin que sea necesario exponerlas.

-Te equivocas es Charlotte la que me debe fidelidad. -Le digo volteando a ver a mi doncella quien asiente en conformidad. -Y tú Sarah a mi hermana. -Luego noto su ausencia. -Quien por cierto ¿dónde está? -Las dos se miran en complicidad.

Su silencio solo hace que me ponga en marcha y salga de la habitación ¿Qué es eso tan importante? que mi hermana me abandona en una habitación mientras estoy convaleciente.

-Haisha vuelve a la cama por favor... todavía estás débil. -Dice Sarah quien viene detrás de mí.

-Ya estoy bien Beatriz. -Le digo aunque tengo que ir sosteniéndome de la pared.

-Por favor hermana vuelve a la cama. -Me suplica Charlotte.

-Cuando la vea lo haré. -les digo volteándome para asegurarles que hasta que eso suceda no me iré a descansar.

- ¿Pero qué haces levantada? -Dice mi hermana saliendo de una sala con la persona que ahora no se despega de su lado.

- ¡Oooh aquí estas! -Le digo acercándome para abrazarla, tenía los nervios de punta la última vez que me separe de ella pasaron tantas cosas desagradables de recordar.

-Buenos días para ti también hermana. -Me dice el conde sin mirarme.

-Buenos días... hermano. -Le digo con la misma indiferencia.

-Veo que estas más repuesta. -Continúa él al sin prestarme la menor atención.

-Gracias a los cuidados de mis queridísimas hermanas. -Le digo y veo que ellas hacen un pequeño asentamiento por el cumplido. -Y... Se puede saber ¿Que hacían ustedes dos mientras yo estaba en cama? -Les digo levantando una ceja en forma interrogativa.

Secretos de un ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora