Capítulo 24 "Nuevo profesor" (Yesung)

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Capítulo 24 "Nuevo profesor" (Yesung)



Aquel beso me tomó por sorpresa, no esperaba que sin más Kyuhyun me besara. Yo estaba a punto de quedarme dormido y ¡zas! Me había plantado aquel beso. Lo curioso fue que reaccioné sin estar preparado para ello. Cuando me preguntó si aquello era un beso supe que tenía que actuar. Me había gustado el beso y quería más, así que si decía que no, tenía la oportunidad de tener otro y encima continuar con el juego y así... Así poder lograr más.

Sujeté su nuca y lo besé por primera vez y con ganas. Aquellos labios que la primera vez no me habían hecho sentir gran cosa, más bien algo de desagrado, ahora me gustaban. Sus besos sin duda estaban mejorando, no podía negarlo. No besaba tan mal... Ya no. Con cada beso que me daba mejoraba y me gustaba más. Su lengua iba acoplándose a la mía aunque aún eran besos algo desordenados. No podíamos decir que saliesen totalmente naturales y que nos amoldásemos el uno al otro, pero no estaban mal... Tal vez con un poco más de práctica pasarían de ser un seis a un nueve. El diez era imposible de alcanzar... A mí no me gustaban los hombres así que el diez era el mejor beso de mi vida con una mujer. Ese puesto Kyu no podía alcanzarlo. Porque significaría un beso lleno de sentimientos, de los sentimientos más puros y profundos. Kyuhyun y yo éramos amigos. Aquello que estábamos viviendo no era más que una especie de juego. Exacto, eso era...

Pero mientras me besaba con él no pensé en nada más que disfrutar del momento. Un momento que empezó a tornarse algo raro cuando sentí su cuerpo pegado al mío y sus manos cogiéndose a mi cintura.

Acaricié su mejilla y paré de besarle, manteniendo mi expresión seria, indiferente. No quería mostrar que el corazón había empezado a palpitarme deprisa ni que había empezado a sentirme incómodo a la vez que a gusto.

-Esto sí es un beso. ¿Notas la diferencia?-inquirí.

Asintió sin pronunciar palabra.

-Buenas noches.-besé su frente y me di la vuelta, disponiéndome a dormir.

O mejor dicho, disponiéndome a intentar dormir. Kyu apagó la tele pero una luz se iluminó y supe que era su móvil. Eso me recordó al mensaje que le había enviado Sungmin aquella mañana y la preocupación volvió a mí. Había visto el miedo y el dolor en los ojos de mi amigo al ver su nombre en la pantalla y no quería que eso siguiese sucediendo. Me di la vuelta, quedando de cara hacia él, que se mantenía en silencio pero con los ojos abiertos.

-¿Estás bien?-pregunté.

-¿Eh?

-¿Te sientes bien?-insistí.

-Sí, ¿acaso mi beso ha sido tan malo que te ha parecido que me encontraba mal?

Sonreí y negué con la cabeza.

-No. Vas mejorando.

-Gracias. ¿Qué puntuación tengo?-se interesó de pronto.

-¿Quieres saberlo?

-Ajá.

-Un seis.

Otro silencio y después un suspiro.

-¿Solo un seis?-su voz era apesadumbrada.

-Bueno, mira el lado positivo. El primero que me diste fue un menos dos. Así que has mejorado bastante.

-Imbécil.

Esa vez, esa palabra no me sonó a insulto. Por su voz pude imaginar una leve sonrisa en su rostro y me gustó la imagen que se formó en mi cabeza.

          

-Si sigues practicando seguro que mejoras.-añadí.

-¿Te ofreces voluntario...? O sea, para practicar, para ayudarme a mejorar... Es decir, así cuando tenga pareja no le defraudaré... Bueno, ayudarme como amigo aunque...-se empezó liar él solito y me hizo mucha gracia, me resultó tierno.

-Me ofrezco voluntario, sí.-lo paré.

Durante unos breves segundos solo se escucharon nuestras respiraciones.

-Como amigo...-me expliqué- Hay confianza, ya sabes...

-Sí, sí. Como amigo. Eh... Pues gracias.

-De nada.

Otro silencio extraño.

-Y... ¿Cómo lo hacemos?-inquirió.

-¿Hacer qué?

-Lo de practicar. O sea... ¿Cómo...?

-Hombre, no creo que tengamos que poner horarios. ¿No? Creo que es mejor que cuando surja, cuando quieras, pues... Bueno, siempre y cuando estemos solos, no diré que no. Vamos, es que poner horarios para ello sí que sería extraño.-apunté.

Ambos nos reímos un tanto nerviosos. Hablar del tema hacía que pareciera muy extraño. De acuerdo, era muy extraño pero mejor eso que no que practicase con desconocidos y pusiera en riesgo su carrera y salud. Mejor si yo le ayudaba.

-Buenas noches entonces.-volví a decir.

Y esta vez me quedé más relajado ya que sabía que ahora la mente de Kyuhyun estaría ocupada en otra cosa que no sería Sungmin. Estaría ocupado pensando en los besos, en nuestros besos, en la conversación tan bizarra que acabábamos de tener. Así que hasta mirándolo por ese lado era beneficioso. Mataba dos pájaros de un tiro. Él aprendía a besar mejor y encima no pensaba en el idiota de Min, haciendo que yo pudiese estar tranquilo al saber que estaría bien anímicamente y no haría cualquier tontería.

Cuando me desperté al amanecer, Kyuhyun ya se había levantado, aunque hacía poco ya que al posar mi mano sobre el lado del colchón en que había dormido, aún lo noté caliente.

Me estiré, desperezándome cuando sonó su teléfono. Miré hacia la mesita de noche y allí estaba. Se lo había dejado. Alargué la mano, cogiéndolo para llevárselo.

-Kyuhyun, ¡Kyuh...!-leí la pantalla "Minie" y me callé de golpe.

Dudé unos segundos. ¿Se lo llevaba? ¿Borraba el mensaje? ¿Lo leía? Obviamente lo primero quedaba descartado. No quería volver a ver la expresión del día anterior en su rostro. No era justo para él. Además, me había dado permiso para borrarlo... Así que también se podía dar por válido en ese momento. ¿No?

Me froté las sienes y bufé. Maldita sea... ¿Por qué estaba en medio de aquello? Yo no quería verlo sufrir pero tampoco meterme donde no me llamasen.

Al final decidí que lo mejor era leerlo yo y borrarlo después. Así podía sopesar si contárselo en ese instante o esperar más adelante para hacerle saber de ello.

Toqué la pantalla y lo abrí.

"KYU... POR FAVOR, RESPÓNDEME. SOLO QUIERO HABLAR, NECESITO HABLAR CONTIGO. TAN SOLO UNOS MINUTOS. ¿NO CREES QUE NOS DEBEMOS ESO AL MENOS?"

La ira empezó a prender la mecha en mi interior. ¿Qué cojones le pasaba a ese imbécil? ¿Qué se debían eso? ¿Qué narices le debía Kyu a él? ¿Cómo podía ser tan egoísta? ¿Necesitaba hablar con él? ¡Que le jodiesen! Con su egoísmo solo lograría herir más y más a mi amigo y no quería que eso sucediera. No ahora que estaba levantando cabeza. Era demasiado injusto.

Realmente jamás hubiese hecho algo así, no sin consultarlo, pero en el momento ni lo medité. Borré el mensaje y dejé el teléfono en su sitio. Si creía que iba a echar por tierra todo el trabajo que había hecho con Kyuhyun lo llevaba claro.

-¿Me llamabas?-apareció mi compañero abriendo la puerta al tiempo que se secaba el pelo con una toalla.

-Ah, sí. Quería pedirte que me trajeras un poco de agua pero da igual. Ya voy yo.-mentí.

No me gustó mentirle. No era una persona que mintiese, siempre me mantenía al margen de todo y si me preguntaban decía la verdad, gustase o no. Era bastante directo, pero de algún modo algo había cambiado. Ahora, viendo su expresión relajada y hasta en cierto modo tranquilo y feliz, no fui capaz de ser sincero y contarle la verdad.

-Yo te la traigo. Qué menos para mi... Nuevo profesor.-esbozó una sonrisa y se encogió de hombros.

Le devolví la sonrisa y asentí.

-Pues ya que vas, tráeme el desayuno a la cama.-pedí.

-De acuerdo.-se giró y yo puse los ojos en blanco.

Le lancé la almohada, dándole en toda la espalda y me reí.

-Era broma.-me levanté y al pasar por su lado añadí- Mis clases valen mucho más que un simple desayuno.



Quiero besarte el corazón (Super Junior-Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora