Gordon lo esperaba en la azotea de la estación de policía. Cruzado de brazos estaba en compañía del oficial Samuel Bradley, ambos a la espera del Caballero Oscuro. No hacía falta que se anunciara la batiseñal por los cielos. La urgencia de los hechos lo hacia innecesario.
-Tardaste más de lo habitual -dijo el comisionado en cuando sintió como una pesada figura había aterrizado tras ellos.
-Gracias a la ayuda de nuestros hombres pudimos capturar a Harvey Dent alias "Dos Caras" -comentó Bradley tras llevar una mirada de reproche hacia el enmascarado.
Gordon se aclaró la voz. Se interpuso entre ambos hombres.
-Queda encontrar a los seis fugitivos restantes -continuó. En su cara podía verse lo poco que le agradaba estar en esto.
-Eso puede tenerlo por seguro, comisionado -contestó el encapuchado -sin embargo no vine a confirmarle lo evidente. Vine a exigirles que maximicen la seguridad del Manicomio Arkham.
-Te escuchamos, Batman -interrumpió el comisionado James- si antes nos escuchas a nosotros.
-Y concuerdo con tu petición, murciélago -respondió el oficial Bradley tras cruzarse de brazos en su misma actitud inflexible- si en el futuro siguen irrumpiendo personajes que entran con impunidad a sectores privados, que agreden a internos, y dejan libres a su suerte a pacientes mentales, es claro que entonces el sistema penitenciario es un chiste, un rotundo chiste. Sabe mi opinión acerca de los justicieros, comisionado, y conoce mi desaprobación por los métodos medievales del señor aquí presente. No solo escaparon siete peligrosos enfermos psiquiátricos, escaparon cientos de pacientes con todo tipo de discapacidades mentales que vagaron toda la noche por los caminos desolados que separan Arkham de Ciudad Gótica. Muchos de ellos entraron en crisis psicóticas, crisis de pánico, tuvieron que administrarles dosis casi letales de ansiolíticos para poder tranquilizarlos y otros tantos recayeron en manías de las que por años habían superando junto con sus médicos.
El oficial tomó aire. Aún no había acabado con todo lo que tenía por decir, sin embargo Gordon lo contuvo. Se aclaró la voz y prosiguió, no con la cabeza en alto, no con esa voz con la que refleja su autoridad, sino con la pena de encontrarse entre la espada y la pared.
-Iré directo al grano. El equipo criminalístico en este momento está trabajando en las averiguaciones que determinarán que ocasionó los fallos de seguridad. Las cámaras captaron tu llegada veintiún minutos antes del fallo, se te observa sacar un aparato... ¿qué se yo? de radiofrecuencia para instantes después cortarse toda señal. Si se determina que ese impulso fue el causante de esto, estarás en serios problemas con la justicia, Batman.
-El fallo fue manual, comisionado -respondió el justiciero sin titubeos-. Esta fuga fue planeada -afirmó. -Nadie firma una carta y borra sus huellas dactilares; ningún recluso que está aislado del resto del mundo sabe con certeza lo que dice una carta enviada la noche anterior; y siete criminales no son inmunes a la misma toxina.
Gordon tan solo soltó un largo suspiro. Por más que quisiera, el papel que ocupaba le impedía creerle. ¿James tenía algún tipo de aprecio por el enmascarado? Definitivamente ese no era el caso. Lo respetaba, que era distinto. Respetaba al hombre incorruptible. Al que más de una vez deseó conocer en identidad y asignarle, con su autoridad, un puesto en el departamento y trabajar hombro a hombro bajo la ley del Estado. Para un hombre como James, quién estaba cansado de trabajar con holgazanes de la justicia, Batman era la última motivación que le quedaba para seguir en su puesto.
-En cinco años Arkham no había tenido ningún problema, ningún inconveniente o contratiempo, ¿ellos habrían sabido...
-Si Joker no había escapado es porque no quería hacerlo -aseveró. -Ellos planean matar a una menor de dieciséis años. La vigilan, saben con precisión dónde vive y qué es lo que hace. Quieren que yo...
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La hija de Batman
FanfictionTras casi dieciocho años de cargar el peso de la capa en sus hombros, Bruce Wayne vive atormentado por el recuerdo de todos aquellos seres a los que amó y fueron heridos o asesinados por el Joker, quien tiene el firme propósito de volver loco de dol...