Luego de lo que me parecieron horas soñando con un pequeño campamento al estilo veraniego, ubicado cerca del mar, rodeado de vegetación y follaje, desperté. Sentí que aquel paisaje de mis sueños era un lugar parecido, pero lo único que no cuadraba en el era aquel campamento. Como sea, desperté en una especie de casa abandonada, en medio de la tarde. Mis recuerdos vinieron todos de golpe, los chicos que conocí, los ciclopes que los tenían atados, el escape que tuvimos que realizar. Todo hizo que me mareara, pero más que los mareos, la preocupación de saber que les había pasado me hicieron sentarme en la especie de cama en la cual estaba acostado.
-¡Chicos!- dije en un débil intento de lo que quería que fuera un grito. Una mano me empujo para que me acostara.
-¡Tranquilízate! Los chicos están bien, logre traerlos hasta esta casa protegida con la bendición de mi madre para semidioses- dijo una voz que me resulto familiar. En ese momento dirigí la mirada a la persona que había hablado, era una chica, que aparentaba unos catorce años de edad, su cara reflejaba seriedad, y su pelo caía en lo que era un semialisado. Lo que más me llamo la atención de ella fue su polera, de un color morado, con las siglas SPQD bordadas con color dorado, y una corona de laureles del mismo color.
-¡Así que fuiste tú quien hablo cuando me desmaye!- le dije.
-Sí, justo me habían enviado en la búsqueda de un par de semidioses que estaban descubriendo su parte divina...-
-¡Te refieres a Cathy y Lexer!- dije interrumpiéndola abruptamente
-¡No me interrumpas, trata de no hacer preguntas y descansa!- me dijo en un tono cortante- En que iba...a si, en la búsqueda de dos semidioses que estaban descubriendo quienes eran sus padre. En cuanto a tu pregunta...-puso cara de preocupación-... no sabía que había más semidioses que conociendo sus orígenes. Últimamente ha pasado mucho de eso, pero no tenemos tanta gente como para encontrarlos a todos. Ojala que los que no podamos encontrar lleguen a buen puerto y un buen destino- e hizo una señal, como una garra, en dirección fuera del corazón.
- ¡A ver, a ver, a ver!... un momento, ¿Estas diciéndome que todas esas cosas como, dioses griegos...-
-¡Romanos también! Yo soy hija de la parte romana de Hécate, Trivia.- me interrumpió
-¡lo que sea!... o sea, ¿Qué todo es como ese libro de Percy Jackson, que habla sobre semidioses y esas cosas?- pregunte casi sin creerlo.
-Pues... ¿Tu también lo has leído?- me pregunto con sorpresa.
-Bueno, sí. Se supone...o sea, suponía que es un libro de una historia ficticia y todas esas cosas-
-Lamentablemente, Rick Riordan, el autor del libro, entrevisto a un verdadero semidiós. Percy Jackson si existe y es leyenda junto con los demás personajes. Son todos de carne y hueso, y como en el libro, viven en Long Island, aunque Annabeth y Percy estaban pensando en irse a Nueva Roma-
-¿También existe?- pregunte, atónito
-¿Qué te dije sobre Rick? Todo, absolutamente todo lo que se dice de los libros es real, La guerra de los titanes, la pelea contra Gea. Dime, ¿Por qué crees que el 27F hubo ese terremoto enorme? Fue porque despertó Gea, y como los mortales no ven todo completamente, asumieron que el temblor solo ocurrió en Chile. Lo que no saben es que también ocurrió en todas las ciudades del mundo. Debes empezar a creer que existe.- dijo la niña.
-¡es que no lo puedo creer!- dije ya casi blanco.
-¡Créeme, nosotros tampoco!- dijo una voz conocida. Al mirar me di cuenta que era Cathy junto a su hermano.- Debo agradecer a Sophie que nos encontró, y aclararnos todo. Debo decir que por poco ya nos creíamos locos.
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Historia de un semidios chileno
Fanfiction¿Que sentirias si descubrieras que eres parte de un mundo que solo conoces por libros? ¿Y que eres uno de los encargados de corregir un mal que se avecina para tus amigos de aquel mundo? ¿Seras capaz de lograrlo? ¿Podra Francisca recibir algun dia s...