Capítulo 33: No mereces estar aquí

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A Harry le costó dormirse, por los nervios, pero no estaba despierto cuando Niall llegó. El cansancio pudo más y finalmente cayó dormido.

Maura no. Estaba en el salón viendo la televisión y mirando el reloj a cada poco. Al fin a las tres y veinticinco un coche frenó frente a la entrada y ella se sentó.

Sintió ruidos, risas, y la voz de Niall despidiéndose a gritos.

Niall se puso a abrir la puerta pero meter la llave en la cerradura no era tarea fácil. La puerta se abrió sola y le sonrió a su madre.

-Buenas noches -dijo entrando en casa y tirando las llaves en la mesa de la entrada.

-Es tarde.

-Hacía mucho que no los veía -Niall se quitó la chaqueta, balanceándose. -y estuvimos tomando una copa.

-Ya, lo noto.... Unas cuantas.

-Voy a acostarme. -Niall se dirigió a las escaleras y se ayudó agarrándose al pasamanos.

-Yo me acostaría en el sofá. Es tarde y tu marido estará durmiendo. Ya sabes, el embarazo es una etapa agotadora.

Pero Niall ya estaba subiendo a duras penas las escaleras. Se dirigió a su habitación y giró el picaporte. Y no se abrió. Empujó y nada. Golpeó la puerta.

Harry se despertó sobresaltado por los golpes.

-¡Harry, deja de hacerte la diva y abre la puta puerta! -gritaba Niall mientras golpeaba una y otra vez.

Harry se sentó en la cama. Se levantó y abrió de golpe y Niall le miró apoyándose en el quicio de la puerta.

-No me montes un show, estoy pedo y no voy a pelear.

-Yo tampoco -dijo Harry -así que vete y déjame dormir, porque no vas a acostarte en la misma cama que yo hoy.

Niall parpadeó sorprendido.

-No. Vamos a dormir juntos, como siempre.

-Déjame dormir, Niall -dijo Harry, pero estaba nervioso y el corazón le estaba latiendo a mil.

-No olvides que no estás en tu casa -le dijo entonces Niall -y no me vas a decir donde debo dormir en casa de mi madre.

Harry literalmente sintió como una bofetada.

-De acuerdo, es tu casa, pasa.

Niall le siguió hasta el interior de la habitación, y mientras Harry se acercaba a la cama se acercó a él y le agarró el trasero. El alcohol siempre le ponía cachondo.

-¿Ves, bobo?

-No me toques -Harry le apartó y se dirigió a la puerta con una almohada. -Yo iré al sofá.

-¡Harry!

Harry bajó las escaleras y corrió hacia el sofá. No podía más y sólo quería que Niall se callase.
Maura intentó parar a Niall, pero ya había corrido tras Harry.

-¡Harry, en serio, deja de exagerar!

-¡Déjame en paz, no quiero hablar contigo y menos cuando es evidente que estás bien remojado en whisky!

-Que tú no puedas beber no quiere decir que yo no pueda tomar una copa.

-Niall, estás siendo un gilipollas y no quiero hablar.

-Pues ven a la cama, vamos a dormir juntos y ya deja de pelear.

-Que vayan tus amigos a dormir contigo.

-Joder, a ver si no puedo salir un día.

Harry sollozó.

-Joder, no empieces a llorar. Te pasas el día llorando.

Nuestro pequeño milagroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora