El resto del día pasó como si de una película se tratase. Estábamos todos demasiado traumados con lo que había pasado, por lo que nadie pudo hablar sobre lo sucedido, ni siquiera en los ratos libres, o al salir. Yo estaba mareada y no paraba de sentir náuseas, incluso al llegar a casa.
Mi madre me vio pálida y se asustó, me pregunto que había pasado, y cuando le respondí se encolarizo, entró en pánico.-¡No puede ser posible que hayan hecho eso, y en frente de ustedes! No podes volver ahí, tienen total impunidad ¡Quien sabe que pueda pasarte!
-Tengo que volver, tengo que estudiar. Como dijo papá, si no hago nada malo, no me va a pasar nada.
-¡Eso decis ahora! ¿Quién sabe que consideren ellos "malo"? ¡Tal vez cualquier cosa!
-No puedo darme el lujo de irme, vos sabes que necesitamos esto.
Y si lo necesitábamos. La verdad es que yo vivía con mis padres y mi abuela, que padecía alzheimer, lo que hacía que necesitara medicamentos todo el tiempo, como también cuidados constantes. Por esto mi madre no podía trabajar, porque se quedaba a cuidarla, ya que no podíamos pagarle a alguien para que lo hiciera. Así que la economía de la casa recaía en mi padre, quien tampoco ganaba mucho con su trabajo como mecánico en una fábrica.
Este delicado panorama no me permitía dejar los estudios,debido a que tenía una beca, y si mantenía mis notas podía aspirar a un trabajo dentro de la universidad, lo que mejoraría nuestra situación económica. No, no podía, no podía ni quería dejar de estudiar. Esto no me iba a amedrentar.
Al día siguiente me crucé con una de mis amigas mientras viajaba en el tren. Cuando me vio, automáticamente se puso nerviosa, y entendí porque. Le daba miedo hablarme, como a todos, temía lo que le pudiera pasar. Pero en cuando nos saludamos, le sonreí y se me acercó. Nos quedamos en silencio unos minutos y después me dijo:
-¿Dormiste? Yo muy poco la verdad, no podía dejar de pensar en...bueno en lo que pasó.
-Si, pude dormir, pero me levante muchas veces, tuve pesadillas.
-Te entiendo, quise hablarlo con los demás pe-pero me pareció imprudente.
-Te entiendo, quedate tranquila, creo que todos pensamos lo mismo, hasta donde sé nadie habló sobre el tema
Esto hizo que se tranquilice y seguimos hablando en el trayecto de cosas triviales, como nuestras vacaciones, nuestras familias, etc. No queríamos tocar temas delicados en público por temor a que nos denunciaran. Aún así, al ir acercándonos al campus, decidimos tomar distancia tácitamente, por precaución.
No pudimos tomar precauciones para lo que pasaría al llegar: nos dieron la noticia de que la noche anterior, cinco estudiantes más habían muerto, incluyendo el hermano de mi amiga.
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Aprenderé aunque arriesgue la vida
General FictionMarzo del 2016, en una ciudad de Argentina. El país ya no esta en democracia, hemos vuelto a caer en dictadura, una de las más terribles. No hay manera de exiliarse, la comida y los recursos escasean cada día más, la brecha entre ricos y pobres es c...