Historias de clan de la un Clan

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La caída de las rocas (parte 2)

Historia:

Garra Nublada parecía desconcertado. Miró a su aprendiza por un momento y luego la entrada tapada por rocas. 

-Quiero que me ayudes a entrar... -dijo el guerrero. Ambarina lo miró confundida.

-Es muy peligroso, Garra Nublada -el guerrero le hizo caso omiso y comenzó a caminar hacía la entrada. 

<<No podrás hacer nada, Garra Nublada>> pensó decepcionada la gata gris. Las rocas eran muy pesadas para ser movidas por un gato. <<tal vez el agujero...>> la gata subió donde estaba la gran roca que tapaba la salida.

-Estrella Perlada, ¿esta ahí? - la aprendiza no escuchó nada, decepcionada comenzó a alejarse, pero mientras más lejos estaba de la salida, más se escuchaba una voz conocida. Se alegro al reconocer a su líder y se apegó a la roca para poder escuchar mejor. -Aquí estoy! 

-Quiero que alejes a Garra Nublada de la entrada... - la aprendiza llamó a su mentor, pero éste seguía tratando de librar las rocas del paso.

-No puedo, no hace caso. - por unos segundos no se escuchó nada, y eso atemorizó a la aprendiza. Pero luego se escuchó la voz de la gata.

-Quiero que examines el área... - la aprendiza miró el lugar y comenzó a buscar formas para encontrar una salida.

De la nada, una roca comenzó a caer justo donde estaba la otra piedra que tapaba la salida de la líder. Ambarina sonrió, ya que, así podría salvar a Estrella Perlada; pero se dio cuenta de que sí, la roca que caía rompía a la otra, también heriría a su líder. 

Se le ocurrió un plan, lo pensó de nuevo, para que nada saliera mal; se posicionó y cuando la roca estuvo a pocos centimetros de tocar la salida, Ambarina salió disparada hacía allí.

Cuando la roca se estrelló contra la otra, Ambarina pegó un grito.

-¡NO! - había llegado tarde, improvisando, saltó sobre la superficie rocosa y extendió su pata. Sintió como era agarrada e hizo fuerza para rescatar a la líder. - ¿Esta bien?

-Si, Ambarina... -mirando hacía un costado vio como el guerrero, Garra Nublada, estaba acorralado por dos rocas que estaban por caer sobre él. 

La aprendiza sin pensarlo corrió hasta el guerrero, pero fue demasiado tarde. Las rocas habían aplastado su fuerte cuerpo.  

-¡GARRA NUBLADA! -Dijo con algunas lágrimas. La líder se acercó al guerrero muerto. 

-No, mi hijo... -dijo llorando. La líder cargó el cuerpo inerte de su hijo sobre su lomo. Ambarina intentó contener las lágrimas, pero no pudo.

-Mi mentor... no... -las gatas comenzaron a caminar despacio. Había comenzado una fina llovizna. 

Luego de un tiempo caminando, Ambarina le preguntó a la líder.

- ¿Cómo sabías que debía correr a Garra Nublada de la entrada? -preguntó con cuidado.

La líder la miró, las lágrimas la hacían parecer más viejas y sus ojos verdes parecían apagados.

-Las rocas hablan mi querida Ambarina...

[Foto de Estrella Perlada]