Capitulo 12

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Diviso a lo lejos una mesa llena de bocaditos para picar y no dudo en ir por uno.

Agarro unos chocolates y los meto a mi boca sin disimulo, y siento el exquisito sabor que tienen.

-Pero miren quien está aquí- oigo decir a Caroline.

Siempre hay alguien que vive para arruinar el momento perfecto... Momento perfecto con la comida.

-Y miren quien vino a arruinar la noche, no deberías estar aquí esta no es tu escuela–digo con un tono aburrido.

-Claro he sido contratada para arruinar tu noche, además me invitaron -dice Caroline con ese toque de superioridad en su tono de voz, regreso a verla y trae un vestido negro apretado, es demasiado revelador. Su cabello corto le lleva hasta las clavículas, lleva tacos plateados no tan altos y un vaso de vino en su mano derecha.

Enseguida se me ocurren muchos insultos... Ailin, no eres como ella se amable.

-Buena suerte con eso –digo y me alejo, pero ella agarra mi silla -¡Suéltame! –grito, pero como la música es muy alta solo escucha ella.

-Es mejor que te vayas, no queremos chicas que den lastima y llamen la atención.

-La atención la llevas tú con ese vestido –digo mirándola a los ojos- Yo estoy aquí para divertirme no para estar hablando contigo.

-Suéltala –dice una voz masculina atrás mío y se perfectamente de quien es Alejandro, el chico que quiere matarme y lo ha logrado es sus sueños.

Veo como Caroline desvía su vista hacia él y sonríe al verlo.

Genial, se va a dar cuenta lo guapo que es y no dudara de ir atrás de él.

-Claro, asi podemos ir a hacer algo más interesante –dice Caroline en un tono coqueto.

Odio este tipo de chicas, además no necesito a Alejandro.

-Dije que la sueltes –decreta Alejandro, como si estuviera molesto. Ni siquiera ha tomado atención de lo que ha dicho Caroline.

Aprovecho el momento y clavo mis uñas en su mano que llevaba sosteniendo mi silla.

-¡Salvaje! –chilla Caroline.

-Ya vete Caroline –le digo en un tono molesto.

Por un momento se queda pensando y luego sonríe siniestramente –Claro –dice mientras me derrama su vino en mi ropa, por suerte diviso a un chico que pasaba con una copa de vino y se la quitó y lanzo en su vestido negro.

-¡Idiota! –vuelve a chillar.

-¡Basta! –Dice Alejandro acercándose –Dije que te fueras.

Dicho eso Caroline y yo nos fulminamos con la mirada y se marcha hacia el baño.

-Espera porque le hiciste eso –dice Alejandro.

Genial, no necesito que le venga a reclamar algo que no le interesa.

-Eso no te importa –digo mientras me marcho, pero él me sujeta de la silla.

Genial, por lo visto todos podrán hacer eso.

Me mira directo a los ojos y puedo divisar el color verde oscuro de ellos, sus ojos tienen algo de furia, enojo y una pizca de... decepción.

-No debiste hacer eso.

-Y dije que eso no te importa, ahora déjame ir a arreglarme esto –agarre su mano y la quite de mi silla y fui furiosa al baño.

Ese muchachito... ¡¿Quién diablos cree que es?!

¿El amor existe? PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora