Diviso a lo lejos una mesa llena de bocaditos para picar y no dudo en ir por uno.
Agarro unos chocolates y los meto a mi boca sin disimulo, y siento el exquisito sabor que tienen.
-Pero miren quien está aquí- oigo decir a Caroline.
Siempre hay alguien que vive para arruinar el momento perfecto... Momento perfecto con la comida.
-Y miren quien vino a arruinar la noche, no deberías estar aquí esta no es tu escuela–digo con un tono aburrido.
-Claro he sido contratada para arruinar tu noche, además me invitaron -dice Caroline con ese toque de superioridad en su tono de voz, regreso a verla y trae un vestido negro apretado, es demasiado revelador. Su cabello corto le lleva hasta las clavículas, lleva tacos plateados no tan altos y un vaso de vino en su mano derecha.
Enseguida se me ocurren muchos insultos... Ailin, no eres como ella se amable.
-Buena suerte con eso –digo y me alejo, pero ella agarra mi silla -¡Suéltame! –grito, pero como la música es muy alta solo escucha ella.
-Es mejor que te vayas, no queremos chicas que den lastima y llamen la atención.
-La atención la llevas tú con ese vestido –digo mirándola a los ojos- Yo estoy aquí para divertirme no para estar hablando contigo.
-Suéltala –dice una voz masculina atrás mío y se perfectamente de quien es Alejandro, el chico que quiere matarme y lo ha logrado es sus sueños.
Veo como Caroline desvía su vista hacia él y sonríe al verlo.
Genial, se va a dar cuenta lo guapo que es y no dudara de ir atrás de él.
-Claro, asi podemos ir a hacer algo más interesante –dice Caroline en un tono coqueto.
Odio este tipo de chicas, además no necesito a Alejandro.
-Dije que la sueltes –decreta Alejandro, como si estuviera molesto. Ni siquiera ha tomado atención de lo que ha dicho Caroline.
Aprovecho el momento y clavo mis uñas en su mano que llevaba sosteniendo mi silla.
-¡Salvaje! –chilla Caroline.
-Ya vete Caroline –le digo en un tono molesto.
Por un momento se queda pensando y luego sonríe siniestramente –Claro –dice mientras me derrama su vino en mi ropa, por suerte diviso a un chico que pasaba con una copa de vino y se la quitó y lanzo en su vestido negro.
-¡Idiota! –vuelve a chillar.
-¡Basta! –Dice Alejandro acercándose –Dije que te fueras.
Dicho eso Caroline y yo nos fulminamos con la mirada y se marcha hacia el baño.
-Espera porque le hiciste eso –dice Alejandro.
Genial, no necesito que le venga a reclamar algo que no le interesa.
-Eso no te importa –digo mientras me marcho, pero él me sujeta de la silla.
Genial, por lo visto todos podrán hacer eso.
Me mira directo a los ojos y puedo divisar el color verde oscuro de ellos, sus ojos tienen algo de furia, enojo y una pizca de... decepción.
-No debiste hacer eso.
-Y dije que eso no te importa, ahora déjame ir a arreglarme esto –agarre su mano y la quite de mi silla y fui furiosa al baño.
Ese muchachito... ¡¿Quién diablos cree que es?!
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¿El amor existe? PAUSADA
Teen FictionUna chica de 14 años, queda en coma durante 2 años. Su vida a cambiado de una manera muy drástica que ni ella se imagina lo que ocurrirá hasta confirmar si ¿El amor existe?