Llegó el miércoles, y Niall tampoco apareció por clase. Me preocupaba, me pasé toda la mañana pensando en lo que podría haber pasado. Hasta cuando llegué a casa para comer seguía dándole vueltas a las posibilidades. Quizás simplemente no le apetecía ir, o se había quedado dormido... De todas formas, decidí mandarle un mensaje, recostada en el sofá mientras dejaba reposar la comida en mi estómago, con la televisión encendida simplemente para que hubiese ruido en casa.
"¿Por qué no has venido hoy a la facultad? ¿Estás bien?"
Tardó más de lo normal en contestarme. La voz de conciencia me dijo que no debía preocuparme, Niall era valiente y muy astuto, seguro que no había pasado nada con Zack y Rick y sólo se sentía perezoso. Aunque... quizás tampoco me lo diría si le hubiesen hecho algo...
"Estoy bien, preciosa. No te preocupes. Iré a por ti a las ocho."
Suspiré, derrotada por su silencio, y dejé el móvil en la mesa. Me puse a ver la televisión, echaban una serie que comenzó a resultarme interesante.
Las horas pasaban y yo seguía pensando. Le obligaría a decirme lo que había pasado. No podría negarse. Tenía mis estrategias. Me metí en la ducha, me lavé el pelo... Intenté dejármelo bonito con una trenza. En cuanto me sentí satisfecha con mi trabajo, fui a vestirme. No llevaba el vestido que me había comprado Niall, pero sí los zapatos. Me parecían demasiado bonitos para no aprovecharlos lo máximo posible.
El timbre sonó y, tan rápido como pude, fui a cogerlo.
―Hola, Niall ―Ya sabía que era él. ―Bajo ahora mismo.
No me molesté en escuchar una respuesta. Cogí todo lo necesario y bajé las escaleras tan rápido como los zapatos de tacón me permitían. Pero cuando llegué abajo, no vi sólo a Niall, en quien pude ver diversos moratones, sino también a Rick y a Zack. ¿Qué coño estaba pasando?
―Hola, Layla ―saludó Zack, mientras a Niall lo sujetaba Rick. Aunque si quisiera podría zafarse de su agarre con mucha facilidad.
―Zack... ¿Qué ocurre? ¿Por qué estáis aquí?
Me sentía muy confusa. No entendía por qué tenían que venir hasta mi casa. ¿Y por qué Niall no me advirtió? ¿Estarían con él cuando hablamos?
―Tranquila, Layla, mientras no intentes nada raro no te va a pasar nada.
Fruncí el ceño ante las palabras de Zack y miré hacia Niall. Parecía furioso y a la vez asustado, pero no por él mismo, sino por mí.
―Hoy vas a tener un... digamos, acompañante diferente. Se lo debes a Rick.
―Olvídalo ―intervino Niall.
En ese momento, el codo de Rick impactó en las costillas de Niall, provocando un gruñido de dolor por su parte.
―Eres un maldito hijo de puta, Zack.
―Mira, Niall ―El susodicho se dio la vuelta, dándome la espalda. ―Me duele tener que hacer esto. Te tengo mucho aprecio, pero un trato es un trato...
Supuse que Rick había hecho algo para que Zack fuese en contra de Niall. Algo grave...
―¿De qué trato estás hablando? ―intervine irritada.
―¿Ya no te acuerdas? Rick te eligió a ti...
Mierda. La carrera... ¿Era por eso? ¿Por mi culpa le habían hecho eso a Niall?
―Así que lo único que tengo que hacer es pasar la noche con Rick y dejaréis a Niall en paz.
Zack asintió y Rick sonrió con malicia. Niall estaba a punto de estallar contra los dos.
―Vale.
―¡Layla! ―Niall sonaba preocupado.
―No pasa nada, sólo es una noche.
―Ni de broma.
―La señorita ha hablado, Niall ―dijo Rick, a lo que Niall respondió con una mirada que podría atravesar el hielo y el acero.
―Antes de irme con Rick, ¿puedo... hablar con Niall un momento?
Zack miró a Rick y con esa sola mirada él supo lo que tenía que hacer. Soltó a Niall y ambos se alejaron un poco de nosotros, mientras el chico de ojos azules caminaba hasta mi posición. Cogió mis manos y las elevó para poder besármelas. Guau. Apartó un mechón de pelo de mi cara, que se había salido de la trenza, y me miró con preocupación.
―No tienes por qué hacerlo.
Pasé mis manos por cada uno de sus moratones y me dieron ganas de llorar.
―¿Por qué te han hecho eso?
―No tienes ni idea de la cantidad de cosas repulsivas que Rick dijo sobre ti... Solo intenté protegerte pero no sirvió de nada.
Fruncí el ceño y me incliné sobre él para darle un beso en los labios. Le pilló por sorpresa pero terminó por seguirlo y rodearme por la cintura.
―Layla... No dejes que te haga daño. Eres muy... ―Parecía costarle decir las últimas palabras. ―Importante para mí.
Eso no me lo esperaba. ¿Desde cuándo era importante para él?
―No lo parecía cuando me escondiste de Harry.
―No empieces ―Negó con la cabeza. ―No vamos a hablar de eso ahora. Ten cuidado, por favor.
―Lo tendré ―Le dediqué una sonrisa tranquilizadora.
Volvió a besarme y de repente deseé que el mundo se terminase en ese mismísimo instante, mientras yo era feliz, y antes de tener que pasar una noche con alguien como Rick. Sabía que Niall no podría hacer nada contra eso...
―Layla... ―Zack nos avisó. Rick se estaba impacientando.
Me despedí de Niall con un beso en la mejilla y me acerqué a mi acompañante de esa noche. Era repulsivo. Tenía unos 5 o 6 años más que yo, una melena hasta los hombros y una barba de tres días. Vestía muy diferente al chico del pelo teñido que ocupaba siempre mis pensamientos: Rick iba muy desarreglado, una camiseta vieja, chaqueta de cuero gastada en los codos y unos vaqueros negros rotos por varios sitios. Hice una mueca de asco antes de entrar en su coche. Me daba arcadas pensar en lo que pudiera intentar conmigo. Por un momento les pedí a las fuerzas de la naturaleza que Niall hiciese algo para salvarme de aquella situación.
―Vamos a pasarlo bien, nena, no te preocupes.
Mi corazón se aceleró lleno de pánico. Me resultaba difícil respirar.
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The Highway to Hell → Niall Horan
FanfictionCuando no quieres que el amor se interponga en tu camino, suele aparecer sin previo aviso.