Capítulo 13

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Cuando salí a la calle aún estaba intentando digerir lo que acababa de pasar, tomé una bocanada de aire puro y entonces noté el telefono vibrar en mi mano. Aparté mis pensamientos y lo descolgué intentando con todas mis fuerzas que no me temblara la voz:

-Dime Cam.

-Dime tú por qué me ignoras.- Genial, ahora estaba enfadado.

-Lo siento Cam, no he podido contestar.- Me sentía fatal.- Y yo no te ignoro.

-Nora, hace cinco horas que te he hablado.- Mierda, ese 'Nora' había sonado más acusativo de lo normal. Espera, ¿qué? ¿Llevaba cinco horas en casa de Shawn? Miré la hora, eran casi las siete. Se me había pasado el tiempo volando.

-Vaya, no sabía que había pasado tanto tiempo.- Si le decía que había estado con Shawn se iba a enfadar mucho más, tenía que mentirle, sólo por esta vez. - He estado en clase, mi tutor quería hablar con mi madre sobre mis notas.

-Bueno, ¿y cómo ha ido?.- Esto de mentir no era lo mio.

-Dice que estoy mejorando.

-Entonces me alegro.- Pareció relajarse un poco. -Ya puedes darle las gracias a tu amigo el empollón.

-Eso parece, bueno Cam hablamos luego ¿vale?

-Te noto rara, ¿te pasa algo?

-No, no es nada. Sólo me duele un poco la cabeza, nada más.

-Bueno entonces ves a casa a descansar, ¿nos vemos mañana?

-Sí, mañana te veo. Un beso.

-Adiós enana.

Colgué y se me hizo un nudo en el estómago, era la primera vez que mentía a Cam. Nosotros no teníamos secretos y siempre habíamos confiado el uno en el otro. Me consolé pensando que solo había sido una mentira piadosa y que cuando estuviera más tranquilo le diría la verdad. Además, lo de mis notas en parte era verdad, estaba mejorando desde que Shawn me ayudaba.

Mientras caminaba hacia casa me imaginé a Shawn con carita de pena porque me había ido y lo había dejado plantado. Me dieron ganas de ir corriendo y pedirle perdón, pero ya no podía hacer nada, había huido como siempre, y ahora debía atenerme a las consecuencias.
Muy típico de personas tan impulsivas como yo. Ahora me tocaba pensar como podía arreglarlo.

Hacía frio en la calle y me arrepentí de no haberme cogido la chaqueta ese dia, me apresuré para que no se me hiciera de noche por el camino.

Llegué a casa. Por la hora que era sabía que no habría nadie, mis padres aún estaban trabajando. Me giré para abrir la mochila y coger las llaves.
Y entonces me di cuenta de que me la había dejado en casa de Shawn.
¿¡QUÉ!? Ahora mismo tenía ganas de darme con un palo en la cabeza.
Estas cosas solo me pasaban a mi.
Cogí el móvil rápidamente y lo llamé. Cuando estaba marcando el número me di cuenta de lo que realmente estaba haciendo, no estaba preparada para hablar con él. No, no lo estaba. Hace un momento había estado a punto de besarle, quería besarle.
Pero no podía permitírmelo. Estaba decidida a colgar cuando escuché su voz desde la otra línea del teléfono:

-¿Hola? ¿Nora estás ahí?- Asentí.

-Sí, sí. Estoy aquí. Es que me he...

-Te has dejado tus cosas aquí.- Se me adelantó antes de que pudiera terminar de decirlo. -Te iba a llamar ahora mismo, pero tú has sido más rápida. No te preocupes, en un momento te lo llevo. -No estaba preparada para verle, ni de coña.

-No hace falta, mañana me lo das.

-¿Y cómo piensas entrar en casa?- Mierda. Soy idiota, no tenía otra opción.- Tranquila, en diez minutos estoy en tu casa.

Me senté en la escalera y esperé.
El corazón me iba a mil y me empezaban a temblar las piernas. ¿Cómo iba a mirarle a la cara después de lo que había pasado?
Dios. Me iba a poner como un tomate nada más verle. Miré mi móvil, la primera llamada que tenía era de Shawn. Suspiré. Entonces caí en que Shawn no sabía donde vivía y lo llamé, otra vez.

-No sabes donde vivo.- Le oí reirse desde el otro lado.

-Nuestro tutor me dió tu dirección. -Me quedé de piedra.

-¿Le pediste mi dirección al tutor?

-No Nora, me la dió cuando me dijo que tenía que ayudarte fuera de clase. No soy un acosador. -No pude evitar reirme, y noté como él también se reía. -Llego enseguida, ¿vale?

-Vale. -Colgué y me puse el teléfono sobre el corazón, note cómo se me aceleraba el pulso aún más.
Este chico me ponía muy nerviosa y cada vez tenía más miedo de que mis defensas bajaran.

Al cabo de un par de minutos Shawn apareció por la calle de en frente, caminando con las manos en los bolsillos. Se había puesto una chaqueta de piel negra y la llevaba medio abrochada. Cuando llegó a mi lado agachó un poco la cabeza y me saludó tímidamente con la mano.
Me pareció tan adorable el gesto que hizo que casi no pude contener abrazarle. Intenté sonreirle, pero no pude, estaba demasiado nerviosa por si me decía algo sobre lo que había pasado. Parecía nervioso, pero no avergonzado como yo. Me dió la mochila y la cogí mirándole a los ojos por un segundo. Él me sostuvo la mirada y en vez de darle las gracias le pregunté:

-¿Cómo lo haces?

-¿El qué?

-Hacer como si no hubiera pasado nada.

-¿Cómo crees que debería actuar?. -Me miró. -Sólo intento ser yo mismo, Nora. Deberías intentarlo tu también de vez en cuando. -No lo dijo a malas, lo dijo con un tono tranquilo, pausado. Se giró con intenciones de irse, me quedé pensando:

-Lo siento, pero yo soy así.- Giró un poco la cabeza. Estaba sonriendo.

-No tienes que pedir perdón Nora.

-Si que tengo, esque a veces no sé lo que hago.

-¿Te refieres a lo que ha pasado antes?-Me miró confuso. -¿No sabías lo que hacías?

-No quería decir eso..

-¿Entonces qué quieres decir?

-Pues que no quería irme así sin decirte nada. -No pude contenerme más. -Lo siento, no sé por qué lo he hecho.

Noté su mirada de sorpresa en mi y mis mejillas empezaron a coger color poco a poco. Mis palabras habían salido con demasiada sinceridad.
Esa expresión de sorpresa se transformó en una media sonrisa que me hizo sonrojarme aún más. Se acercó un poco a mi.

-Te he dicho que no tenías que pedir perdón. De verdad, está bien.

-Se nota que pedir perdón no es lo mio, ¿verdad?

-Bueno, para no ser lo tuyo me has pedido perdón dos veces en menos de una hora.

-Es cierto. -Me reí y vi como levantó la mano en señal de despedida y se dirigía hacia la calle.

-Nos vemos mañana, Nora.

No sé que narices estaba pasando en mi pero tenía claro que algo estaba cambiando. Abrí la puerta de mi casa y me encontré a Cam mirándome fijamente detrás de la puerta.

Let me stayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora