My poison, my love [Amor sangriento 4 temporada Yaoi/Gay]

Cap 51: El nuevo alumno

Foto de Leo, la hizo el mismo.

Evan

- ¿Ya estás listo?- Pregunté ahora entendiendo por qué Sebastian se desesperaba tanto cuando yo me arreglaba.

-No, solo un poco más.

Estábamos sentados en la mesa de la cocina del comedor, Sebastian había acabado con casi toda la sangre que había en la casa.

- Te dejaré que me chupes por el camino si tanta sed tienes, pero vamos.- Supliqué pensando que me perdería lo mejor de la fiesta.

No habíamos podido ir a la ceremonia porque los demonios ''novatos'' no resisten entrar en iglesias ni estar cerca de cosas de Dios.

Al menos eso dijo Audry.

-La sangre de animales no me sacia, es como si tan solo bebiera agua.-Tiró una jarra vacía al fregadero con mal humor.- ¡QUIERO COMERME A ALGUIEN!-Chilló desesperado lo cual me resultó incómodo.

Pues el único ''alguien'' que había en toda la casa era yo.

Y mi gata Kitty.

-Kitty huye.-Musité en voz baja.

-No, Kitty no irá a ninguna parte.-Sebastian se relamió los labios a la vez que adoptaba una postura felina para avalanzarse sobre mi inocente gata.

La atrapé poniéndome en el medio y quedando bajo su cuerpo en el suelo.

El animal salió corriendo despavorido.

-Ya que mi presa se fue, tendré que comerte a ti-Lamió todo el largo de mi cuello.- Es lo más justo, ¿no crees?

-Dijiste que los animales no te saciaban, de nada te hubiera servido matar a Kitty.

-Cierto.-Sus dientes se hundieron en mi carne provocando un pequeño escozor, a pesar de la ansiedad que tenía, mordía con cuidado tan solo clavando los filos de los colmillos.- Mucho mejor.

Limpió con la yema del dedo las dos pequeñas marcas en la piel a la vez que repasaba los bordes de los colmillos con la lengua.

-¿Es cosa mía o son mas grandes?- Repasé el contorno de uno con el dedo.- Joder..

-¿No te gustan?- Puso carita de pena.-¿No te gustan los colmillos de tu vampirito preferido?

- Mi novio vampiro sádico y ahora endemoniado, cada vez tengo que añadir mas cosas a la lista.

Sebastian soltó una carcajada a la vez que se levantaba del suelo ayudándome a levantar a mí también.

- Por cierto Sebas, he oído que al ser demonio necesitabas menos sangre, ¿por qué estás tan sediento?

-Porque no tengo almas cariño.- Me tumbó en el sofá sobre sus piernas.- Las almas te dan energía para alimentarte.

Una idea un tanto descabellada se pasó por mi cabeza.

Quizás....

A mí no me gustaban los demonios y me daba bastante miedo pero Sebastian era mi novio y debía ayudarle.

Además cuanto mas poderoso, mejor estaría yo a su lado ¿No?

-Tengo una idea.- Sonreí a lo que el me daba picos en la boca.

-¿Ah sí? ¿Qué piensa esa cabecita rubia?

-Tu padre se encargó de Saul, ¿No es cierto?- Me subí a sus caderas apoyando mis manos en sus hombros, él me miraba con una expresión divertida.- Pero la mansión en la que le tuvieron encerrado debe de seguir llena de vampiros sucios... ahora que eres un demonio seguro que son pan comido para ti.