Capitulo 1: ¡No soy una ladrona!

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Nombre: _______________.

Edad: Diecisiete años.

Estado actual: Muerta... De total y absoluto cansancio.

Al proyectar una vida tan miserable como la mía, solo me empeciné por informar sobre mi escape de casa ni bien se presentó la oportunidad.

Demasiada hambre, por supuesto. No es nada sencillo vivir, pero nada me hará regresar con ellos. Después de todo, fueron ellos quienes quisieron alejarse de mí.

Hasta el momento, solo he diambulado por las calles. Es frustrante saber que vivo de lo que robo.

He dormido en suelos, campos realmente hermosos, prados secos, troncos, asientos de espera, reposterías, hoteles, minibars, detrás de una chosa, etc. Innumerables veces me han echado de estos lugares pero aún así, jamás volveré con mi "Familia".

Tuve lugar en la Aldea Escondida Entre Las Nubes, de un pequeño clan llamado "Nashuri". Y no pienso volver —Por si no ha quedado claro—.

«Si continúas de tal manera, morirás de hambre. Joder»

, cállate.

Llegué hasta una cueva, en las afueras del desierto. Ya estaba bastante lejos de Suna, por lo que veo.

Mis pertenecias residían al lado derecho de mi cuerpo, aunque, pensándolo bien, no debería actuar tan despreocupadamente sabiendo que son mis únicas y presiadas cosas.



Abro mis ojos lentamente y me encuentro acurrucada entre mis piernas.

—Quizá... hizo frío por la noche. - mi estómago crujió fuertemente. - Debo conseguir comida y pronto.

«Al fin»

Un tiempo después llego a una Aldea que parecía llevar el símbolo de la hoja.

- De vuelta en Konoha ¿Eh? Parece que no ha cambiado nada.

Me adentro en la Aldea escondida entre las hojas.

- ¡Hey! Señorita, deténgase.

- ¿Huh? - unos guardias me sujetaron de ambos brazos. - ¡¿Qué es lo que pasa?! ¡Suéltenme!.

Me pusieron una especie de trazo con un líquido cerca de la nariz, poco a poco mis ojos se cerraban, luego sentí una bolsa de tela en la cabeza, hasta que me encontraba inconsciente. ¡Están secuestrándome!



- Trainganla, rápido. - pude oír a personas hablando.

Me quitaron la bolsa de encima.

- ¡¿Hey, que sucede?! - habló un chico con voz pesada, cansada. Tenia el cabello negro, muy negro sujetado a una coleta alta que hacía que lo hacía terminar en punta.

- ¡S-Shikamaru! ¿Qué es lo que haces aquí?. - dijo uno de los guardias, le eché una mirada de firmeza y frialdad a este y me alzó una ceja.

- Oí gritos, no creo que sea una ladrona, digo... es adorable. - hablo y lo siguiente que hizo fue tomar una de mis mejillas y apretarla con delicadeza.

- ¡Quítame las manos de encima, Shota... Shotamaru! - aquel hizo un gesto de fastidio hacia mí.

- Es Shikamaru. Shikamaru Nara.

- Que interesante, Shotamaru.

- Como sea, que fastidio. - Shikamaru caminó hacia la salida.

- Espera... - lo detuve. - Por favor, diles que no soy una ladrona.

Él solo me miro, vaya uno a saber que quería decir con esa mirada. Era cálida, alegre pero a la vez era vaga y calmada.

- No es una ladrona. - musitó. Luego salió y cerró la puerta.

«¡Vaya, que ayuda!»

Cierto.

- Ya no tienes excusas. ¡Tú nos robaste!.

- ¡Yo no robe nada! ¡Acabo de llegar a esta estúpida aldea, no tienen prue...

- ¡¿Qué sucede aquí?! - ¡Ahg! siguen apareciendo más y más. Esta vez era una chica, su cabello era largo, muy largo y café. Ojos blancos... ¿Byakugan, verdad? Aunque su voz es algo... masculina.

- Joven Neji, ¿Qué es lo que hace aquí?.

«Joven... ¿Es un chico?»

...

- Gritos y gritos. Ya basta. - volteo a verme. - ¿Quién es ella?.

- Creemos que es la ladrona que ha estado tomando nuestras cosas los últimos días.

De la nada ingresó un chico, cabellera rubia y ojos azules hipnotizantes, ¿Tiene rasgos de un felino en sus mejillas?... Como si fueran bigotes de gato. ¡Espera! ¡¿Podrá ser... el jinchuriky del que todos hablan?!

- No tiene cara de ser una ladrona ¡De veras!.

- N-Na... ru... to... Uzu... ma... ki. - hablé inconscientemente.

- ¡Ese soy yo! ¿Quién eres tú?.

- ________ Nashuri. - lo mire con brillo en los ojos. - Por favor, es un fastidio estar aquí, ¡No soy una ladrona! ¡No tienen pruebas!.

Él hizo una sonrisa pícara y se llevo sus manos hacia la nuca.

- Te pareces a Shikamaru. Que fastidio. - imitó y rió sincero.

- ¡Libérenla!. - irrumpió una voz familiar en la habitación.

«Oh, y hablando del rey de Roma»

You •Rock Lee y Tú• ◀Naruto Shippuden▶ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora