~ Sombras ~

Dana.

Miré a Dana y caminé hacia ella.

-Dana, ¿podemos hablar?

Alzó la mirada y frunció el ceño.

-¿Disculpa? ¿acaso nos conocemos?

Khé? No estoy segura de haber oído bien, pero estoy segura de que esta chica me conocía.

-...Nos conocimos esta mañana, ¿lo recuerdas?

-¿Uh? ¡a-ah, sí, ya lo recuerdo!- rió nerviosamente, no se le veía muy convencida, pero ¿que más daba?

-¿Qué fue eso del colegio...? Digo, ¿cómo pudiste hacer algo así?

La vi pensar, si realmente no se acordaba...¿entonces tenía algun tipo de enfermedad que le hacía perder la memoria o algo así?

-¿Sabes? Olvidalo, hablaremos de esto luego.

Ella volvió a su libro y yo hacia dónde Kyle. Me sonrió y me hizo un espacio para que me sentara junto a él, lo hice.

-Mira, él es Cameron- señaló al chico azabache -. Nos conocimos en el campamento Butterkop.

-¿Sí? ¿y por qué no lo había visto?

-Porque estabas enbobada con Dylan Marsh, pasaron todo el verano juntos- rodó los ojos.

-¿Dylan Marsh? Eso fue hace como tres años.

-Exacto- sonrió ampliamente.

Suspiré.

-Kai- dijo aquel chico -, ¿ella quién es?- señaló a Kellie.

-...¿Qué hace ella aquí?- volteó a verme.

-Pues...se ofreció a traerme- me en encogí de hombros.

-¿Mi hermana sabe que Kellie está aquí?

-¡Gracias!- gritó el chico y se acercó a la castaña.

Asentí ante la pregunta de este. Lo miré algo apenada y este sólo miró por la ventana. Mi celular vibró.

Mamá.

Donde te has metido? Te e esperado 2 horas jovensita. Vuelve a casa en este instante o le dare tu sena a gael. Hablo enserio.

Ah, mamá, tan linda como siempre, y sin dudas su ortografía también.

La enfermera entró a la habitación con una bandeja llena de comida, era bastante joven, con unos pocos años más que nosotros, su cabello era largo y lacio de un color rubio, parecía ser copa C... ¿qué estoy mirando? Miré a Kyle, viendo a la enfermera, la cual le sonreía.

Bufé y me levanté.

-Ellie, ¿te vas?

-Me tengo que ir, mamá acaba de mandar un mensaje amenazandome con la comida.

Rió, su risa es tan mona.

-Al menos despidete, grosera.

Me acerqué y le besé la frente. La enfermera toció mientras me miraba de mala gana.

-Espero que te mejores- sonreí y le acaricié el cabello, miré de reojo a la enfermera, no me quitaba la mirada de encima. Brillante Eleanor, brillante.

Comencé a caminar y al voltear, me encontré a un Kyle siendo alimentado por la urgida de la enfermera. Ahora iba a estar de mal humor.

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Llegué empapada a casa, pues había comenzado a llover y tuve que irme caminando ya que no tenía quien me llevara ni dinero para siquiera el camión.