Capítulo 174: Aniversario 5ª Parte

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Narra Blas

Me volvía a tocar a mí, el turno de mi sorpresa volvía a estar en mis manos y, esta era la mejor de las anteriores...

Llegamos a casa, Noelia me miraba flipada.

-¿A casa? ¿En serio? -Me miraba flipada.

-Cálmate fiera, no sabes lo que te espera ahora. Tienes prohibido entrar a cualquier sitio, excepto el baño de la entrada y, la cocina... No me preguntes, por qué, solo házme caso.

Había hablado con mi madre ayer antes de quedarme sobado con Noelia en el sofá. Quedamos en que ella adornaría la casa, con la ayuda de mi tía y, que luego nos dejaran a solas, para finalizar el día juntos.

-Al final voy a tener que hacerte caso... -Sonreía.

-Así me gusta... Déjate llevar, cariño. -Besé su mejilla.

-No, si a partir de ahora, creo que te voy a amar más... -Me devolvió el beso.

-No te vicies a esto que es malo... -Sonreí.

Nos agarramos de la mano y, entramos a casa. Leo corría como un poseso.

-Hola bebé. -Le saludaba Noelia.

-¿Cómo está mi peluche favorito? -Le acariciaba yo.

Leo empezó a ladrar como un loco todo contento. Nos quitamos las chaquetas y, fui a preparar la merienda-cena.

-¿A dónde crees que vas? -Le pregunté cogiendo a Noelia intentando ir por el pasillo en el que le había prohibido.

-Emm.... Iba a cambiarme de zapatos. -Me sonreía.

-Ya... Vén aquí y ayudame, que los sándwiches vegetarianos no se preparan solos... -Tiraba de su brazo.

-Aiiish... Vale... -Se quejaba.

Bromeamos los dos mientras hacíamos un sándwich para cada uno. Tras terminar, le susurré que íbamos a ver una peli y, corrió hasta el salón, mientras yo iba a por una manta.

Cuando llegué, en sus manos tenía el Rey León y me miraba con una gran sonrisa.

-¿Te gusta? -Le pregunté besando su mejilla.

-Amo, esta película. Gracias a ella, aprendí mucho de lo que sé ahora. -Me sonreía.

La metí en el reproductor y le di al play, no tardó en aparecer el peluche andante, Leo. Lo subí al sofá y se durmió enseguida. Tapé a Noelia y, la película empezó.

A veces llorábamos con los fragmentos que nos gustaban desde siempre. Otras gritábamos como si Simba pudiera oírnos. Nos reíamos de Timón y Pumba y, odiábamos a las hienas...

Cuando se terminó, quité el blu-ray y, levanté a Noelia, mientras le daba besos fuertes y subidos de temperatura. Aquí empezaba la última sorpresa y, sabía que la iba a dejar loca.

-Te sabe la boca a lechuga. -Reía Noelia sin parar de saborear sus labios.

-Y a ti a queso. Jajajajaja. -Reí con ella.

Seguimos besándonos chocando con todo. Cogí el mando del reproductor de música y, lo encendí. Con suerte los acordes de Nada.

Abrí la puerta con dificultad y, ví la habitación iluminada con velas y, una nota de mi madre pegada en la puerta.

-Qué bonito... -Sonrió Noelia cuando la tiré en la cama.

Leí la nota de mi madre:

Cariño:

Las sorpresas de la vida (Auryn-Blas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora