Capítulo 24

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Pov~Ana.

Esto si que es tranquilidad.

Poder pintar en el parque, escuchando a los pajaritos píar y el agua de la fuente caer mientras las ideas fluyen desde tu cabeza hasta las manos que dibujan lo que tu imaginas. Poder mirar el papel y ver todo un mundo en el dibujo.

Esta es mi gran pasión. Puedo ser callada e incluso un poco tímida pero esto es algo que se me da realmente bien y que me aisla de mis problemas.

-¿Qué es lo que dibujas?-Una voz desconocida me sobresalta y me saca de mis pensamientos. Me giro y veo a un chico castaño mirar con interés mi dibujo.

-Es una chica asomada a la barandilla de la popa de un barco.-Le explico mirando también el dibujo y mordiendo la parte trasera del lápiz.

- Es bonito, me recuerda a Titanic. -Le miro sorprendida.

-¿Tú has visto titanic?-Él sonríe divertido y asiente.

-¿Qué pasa? ¿Por ser hombre no puedo ver ese tipo de películas?-Yo asiento y bajo la cabeza avergonzada. Menuda pregunta, si es que parezco tonta.

Él se sienta a mi lado con total libertad y yo me aparto un poco cohibida. Él lo nota y se disculpa.

-Por cierto me llamo Andrés. -Dice mostrandome su mano. La miro como si fuese un experimento alienígena y el riendo la aparta.

-Yo soy Ana.-Digo volviendo a mirarle.

-Bueno Ana, me encanta como pintas y deberías- Él se calla al oir la melodía de un móvil, le miro y él me señala. Miro en mi bolso y sí, era mi móvil.

-Lo siento.-Me disculpo.-¿Si?

- ¿Ana? ¿Podrías coger el coche de tu padre e ir a buscar a Eli?-Dice Sandy al otro lado de la línea.

- ¿A Eli porqué?-Oigo como suspira al otro lado del teléfono.

-Por que tú amiga es tan poco inteligente que le ha dado por sacarse el carnet de conducir y lo ha conseguido. -Miro un árbol sin terminar de comprender a donde quiere llegar mi amiga. -Pero esto no se queda aquí; Su padre le ha regalado un coche y ella ha decidido probarlo y se ha quedado parada en mitad de la carretera sin gasolina.

-¿Enserio no revisó el tanque de gasolina antes de probar el coche?-Niego con la cabeza. Quiero mucho a Eli, pero a veces parece un poco idiota.-Voy a ver si puedo pero llama a Sean por si acaso. Nos vemos luego. Adiós.

Miro a Andrés y veo que está esperando a que le diga que pasa.

-Lo siento, me tengo que ir. A una amiga le ha surgido un problema y me necesita.-Él asiente y se levanta para darme dos besos. En cuanto siento sus labios presionar contra mis mejillas me sonrojo y en acto reflejo me tapo la cara con el pelo para que él no lo note.

Recojo mis cosas y termino de despedirme de él para ir hacia mi casa a por el coche.

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-¡Elisabeth Gordon! ¿Tú eres idiota o qué?- Le digo al llegar a la cuneta donde había aparcado el coche. Ella se incorpora del capó donde estaba recostada y me mira.

-¿Lo siento, vale? No me acordé, aparte ya he econtrado ayuda.- Dice señalando al otro lado del coche. Miro hacia allí y veo aparecer una cabeza que me resulta muy familiar.

-Hola ¿Qué hay?-Dice muy animado Marcos, el chico que conocimos en aquell excursión.

-¿Tú le has llamado?-Le pregunto a Eli en un susurro.

-No.-dice ella.- Acababa de llamar a Sandy cuando un coche se paró y pensé que me iban a secuestrar o violar pero por suerte apareció Marcos. No veas que alivio. -me cuenta también susurrando.

-Bueno Eli.- Dice el chico totalmente ajeno a nuestra conversación. -Ya tienes el tanque lleno otra vez, te he dejado una garrafa de reserva pero haznos un favor y comprueba si tienes gasolina antes de coger el coche. -Dice él.
Ella ríe y asiente.

-Muchas gracias. -Dice acercándose y dándole dos besos. Marcos se despide y se monta en el coche. Nosotras le vemos desaparecer y entonces me giro para encarar a mi amiga.

-¿Qué raro que justo pasase por aquí no?

-No te montes peliculítas Ana, que nos conocemos. Ha sido simple casualidad. Fin. -Yo la miro y asiento. No creo que sea simple casualidad pero llevarle la contraria a Eli significa perder el tiempo con argumentaciones y necesito ver a Sandy y contarle lo del chico del parque.

Me despido de Eli y montamos en nuestros reapectivos coches en direcciones opuestas. Durante el trayecto intento ordenar mi cabeza para ver que es lo que le cuento a mi amiga. Técnicamente lo del chico no ha sido gran cosa pero necesito contarselo a alguien para ver que opina.

En cuanto llego llamo a la puerta y me abre una Sandy con cara de confusión.

-¿Ana? ¿Qué haces aquí?-pregunta. Yo la empujo hacia adentro y cierro la puerta.

-Tengo que contarte algo y necesito tu opinión.

Hola!! Es corto lo sé, pero no estoy de muy buen humor.





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