Capítulo 2

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Día Miércoles 6:15 a.m.
El gran día ha llegado, hemos visto a los del servicio de inteligencia entrar de a montones por la gran puerta, esa que nunca se abre.

Dispusieron sus camiones en torno al escenario donde en breve hablaría el Compañero Gobernador.

He notado que en el día de la selección hay más guardias y monitores circulando por ahí sobre las murallas y entre nosotros, en la multitud. También me di cuenta que en el día de la selección nunca es anunciado nada: ningún bombardeo inminente o alerta de lluvia radioactiva, es algo que me resulta muy extraño.

Por ahora eso es todo, los guardias anuncian que ya es hora de salir, seguiré escribiendo en lo que va del día.

11:45 a.m.
¡Estoy emocionado y nervioso a la vez!

Mi identificación ha salido entre los elegidos, esto nunca me había pasado. Por lo general, quedan seleccionados compañeros fuertes y altos , aquellos "máximos representantes de la raza". Estoy muy feliz de que me eligieron, ya que me ausentaré varios días de la fábrica y me estarán pagando por ello, es un sueño. Lo que me inquieta es abandonar la colonia, me llevaran fuera del muro, a algo a lo que llaman ciudad. Me pidieron que me despida de mi familia y que hable unas palabras con el resto de la multitud, claro me dijeron lo que tenía que decir, estaba leyendo una tarjeta.

Terminado el acto, los agentes se retiraron nuevamente. Nosotros nos quedamos desarmando el escenario y luego nos reunieron para contarnos. Lo hacían cada año luego de la selección. Después de eso nos retirábamos a nuestros hogares y regresábamos a la rutina: comer, trabajar, dormir y ejercitarse.

Pero los seleccionados fuimos acarreados por los guardias a un camión y fuimos llevados a algún lugar que desconozco.

1:17 p.m.
El edificio era extraño, no estaba construido de madera, como nuestras casas, era del material en el que fueron levantadas las fábricas y el muro; concreto.

Tampoco era gris, como los demás edificios, era de color celeste, como el cielo y tenía adornos en dorado. Adentro el ambiente era silencioso, pulcro, parecía una cripta.
Caminé escoltado por los guardias por un gran corredor, podía ver mi cara reflejada en las baldosas del piso, estaban limpísimas. Mientras caminaba por el pasillo, los otros cuatro elegidos desaparecieron, los llevaban a cada uno por diferentes zonas dependiendo su especialidad.

Llegamos a una puerta grande de madera brillante, arriba tenía un cartel dorado en el que se podía leer "intelecto". Dentro me esperaban dos hombres sentados en una mesa rectangular, me ordenaron tomar asiento. Hice caso y me senté, los guardias hicieron una reverencia y se retiraron de la habitación. Me quede a solas con los dos hombres.

Al igual que los guardias de nuestra colonia, ellos iban vestidos con máscaras de gas, sinceramente estaban muy ridículos, pero no iba a decir nada, eso podría costarme el cogote.

Se hizo un silencio incómodo en la pequeña habitación , ellos me miraban, yo los imitaba, parecían estar esperando algo. En eso entra a la habitación una cuarta persona, vestida de forma similar a los otros dos. Los sujetos comenzaron a dialogar entre sí:

-¡Maldición! ¡Cómo odio entrar a esta colonia de mierda! Siempre hay humedad, altas temperaturas y encima de eso hay que soportar la idiotez de los neg...

El guardia advirtió mi presencia y se detuvo, luego le ordenó a sus compañeros que se sacaran las máscaras, para poder hablar de forma cordial.

Me quedé impactado al ver sus rostros. Eran pálidos, muy pálidos y tenían ojos y cabello de colores extraños para mí. Al ver mi reacción ellos se echaron a reír. Francamente no se lo que les causaba tanta risa, pero era contagiosa así que comencé a reír con ellos. Llegó un momento en el que pararon, así que yo lo hice también.

El que aún estaba parado comenzó a hablar.

-¿N° 534232?-preguntó uno de los de seguridad.

Asentí con la cabeza y él siguió hablando.

-Has sido seleccionado para el programa de donación genética. Ellos te eligieron por tu intelecto y fuerza superior, que te convierten en uno de los mayores exponentes de tu raza.-siguió el mismo hombre.

Se notaba que todo lo que decía estaba planeado, lo estaba leyendo en una hoja que tomaba con sus manos blancas.

-Serás llevado al departamento de genética y, por el plazo de un mes, se te realizarán estudios para comprobar que tus genes son óptimos.

El hombre también me explicó que pasado el plazo de un mes las pruebas terminarían y sería tiempo de regresar.
«Comer, trabajar, dormir y ejercitarse.»

El hombre me pregunto si tenía alguna duda, me sorprendió ya que nunca me lo habían preguntado, les dije que solo una.

-¿Por qué su piel es tan pálida?-sin verguenza consulté hacia los que me rodeaban.

Los hombres se me quedaron viendo por unos segundos, incrédulos, luego comenzaron a reír nuevamente.
Seguía sin saber qué les causaba tanta gracia.

6:57 p.m
He permanecido todo el día dentro del edifico. Me notificaron de que pasaría allí la noche hasta mañana, cuando sería mi traslado a la "ciudad".
Me han dado una habitación propia. Nunca había estado en un lugar así, lleno de adornos en dorado, muebles de madera brillante y luz eléctrica, el ambiente estaba espectacular ni muy frío ni muy cálido. Tiene una baño y una mesa. Cada tanto viene una guarida a comprobar que todo esté bien.

Pensar que si ahora estuviera en la colonia, estaría trabajando hasta tarde, sin descanso.

Creo que es todo por hoy, voy a aprovechar a dormir temprano. Mañana me espera un día lleno de sorpresas. Empieza a gustarme la estadía, aunque por otro lado extraño a la comunidad.

Juego Intolerante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora