Capítulo 4 - Necesidad

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La ansiedad se había convertido en un sentimiento que Jongin aprendió a reconocer en su pecho en el instante en que aparecía. Era de esa clase de sentimientos donde se vuelve difícil controlar los impulsos, son esos días donde se muerde el dedo pulgar hasta que le duele mientras su pierna no deja de moverse, sus pensamientos se desordenan y es casi imposible de razonar con él. Sus amigos ya le conocen bien y es por eso que Jongdae frunce el ceño mientras intenta concentrarse en clases, sin lograrlo.

-¿Puedes quedarte quieto? Por favor -más que pedirlo la voz de Jongdae lo exige y Jongin le dedica una mirada de cachorro perdido.

-Debo hablar con él...-su respuesta sale en susurro para que los oídos de ciertos curiosos no capten su conversación, y por supuesto evita a toda costa pronunciar a Kyungsoo.

Jongdae no comprende porque de pronto Jongin ha tomado esa actitud en la tercera clase cuando temprano había estado normal y casi indiferente-Te besaste con su chica, ya que más da.

-¿Cómo que "qué más da"? ¡ni siquiera me ha dirigido una mirada! -su exclamación sale en susurro también pero aun así la mirada enojada del profesor se cruza con la suya y le toca fingir que está escribiendo algo en su cuaderno y de esa se salva al menos por ahora. Jongdae deja pasar unos minutos antes de contestar.

-Jongin, él nunca te dirige la mirada.

El moreno se muerde el labio inferior ante el choque de las palabras de su amigo, no deja de tener razón, Kyungsoo nunca le dirige la mirada pero no por eso se siente menos intranquilo, en su pecho hay algo que más que una ansiedad, es una necesidad de disculparse por lo ocurrido en la fiesta de Taemin...

Se siente como si le hubiera sido infiel a Kyungsoo, y está consciente de lo patético que es que precisamente él se sienta de esa forma.

Las prácticas de Fútbol por lo general son de cuatro a seis de la tarde, dos o tres días por semana dependiendo de si hay campeonatos o no. Jongin sabe por experiencia que si Kyungsoo no está con su grupo de amigos en su lugar habitual por los pasillos del instituto, de seguro estará por las canchas pateando pelotas al arco.

Y es precisamente así como lo encuentra Jongin cuando lo busca después del almuerzo, esa tarde la tienen libre por lo que Jongdae ya se había ido a su casa minutos antes rodando los ojos y repitiendo lo cabeza dura que era Jongin. Por su parte él caminó hasta las canchas, deteniéndose en la entrada hacia el campo abierto de fútbol, bajo la sombra mientras observaba cómo Kyungsoo corría de un lado a otro moviendo diestramente la pelota entre sus pies.

El rostro de Kyungsoo reflejaba la concentración que tenía en ese momento, Jongin se lo podía imaginar estando en una final de campeonato, parecía la misma concentración, el mismo estrés, solo que tenia la ligera sensación de que al mayor lo estaban agobiando muchas más cosas que no tenían nada que ver con ganar una copa.

Kyungsoo pateó y la pelota se estrelló en el medio de la portería convirtiéndose en un gol, el sol inclemente bañaba su cuerpo agitado, su cabello estaba completamente mojado por el sudor producto del ejercicio al igual que su uniforme escolar (el de camisa y pantalón de vestir y no el de deporte) el cual estaba sucio y echo desastre, su rostro normalmente blanco estaba rojo y húmedo.

Jongin dio un paso adelante con las manos en los bolsillos de su propio pantalón.

-Estando solo es muy sencillo hacer un gol- dice en voz alta mientras camina a pasos tranquilos hasta donde está el balón, no mira al mayor pero está casi seguro de que éste le mira a él.

Por su parte a Kyungsoo quien estaba perdido en sus pensamientos y respiraba agitadamente por la boca, se le tensan los músculos al escuchar tan conocida voz, se incorpora llevando sus manos a su rostro para limpiarse el sudor y peinarse el cabello hacia atrás mientras que con la mirada sigue los pasos del otro chico.

NEGACIÓNWhere stories live. Discover now