Sobre un Nuevo Dominio

El Juicio

Heloize amaneció aquella mañana aún con el sabor de los labios de Thranduil. Suspiro un melancólica.. lo extrañaba.
Habían pasado apenas 2 días desde que se fue al juicio de Ankris. Al igual que Thranduil, Heloize creía que Ankris era inocente.
Sin embargo Heloize aún no recibía las cartas que Thranduil había enviado. Sabía bien que era porque el servicio de mensajería tardaba en llegar y más si era a pie.
Se levantó de la cama y solamente se puso una bata para bajar a tomar su desayuno.
Meredid la vio triste y sin ánimos.
-Heloize, que te sucede?- le pregunto ingenuamente Meredid.
Heloize la volteo a ver con curiosidad. Pensó que todo el palacio ya sabía lo de Thranduil y ella pero al parecer no.
-Extraño a alguien- dijo al cabo de un rato.
-Ooh pequeña, lo siento mucho- le dijo Meredid sosteniéndole la mano. Sus ojos miel brillaron como nunca.
-Tal ves si le pides al Rey Thranduil si te deja ir unos días puedas ver a esta persona- dijo Meredid.
-No... es que yo...- se calló Heloize.
Meredid adivino que se sentía avergonzada al ver como se sonrojaba.
Tomo una fresa y se la dio a Heloize.
-Es una de las más ricas que hay por aquí. Apuesto que te fascinara- dijo la elfa tratando de animarla.
La chica tomo la fresa y la miro con tristeza. Era tan hermosa y tan bella ... y toda su belleza sería consumida en un sólo mordiscó. Pero después de todo... ese era su propósito.
La mordió con delicadeza y el sabor de los labios de Thranduil se mezcló con los de la fresa y dieron un delicioso sabor mágico indescriptible. Pero después de tragarla completa el sabor de Thranduil se difumino por completo.
Desayuno y miro al jardín y recordó cuando iba ahí a desayunar y como jugaba con Loremi a cosas de niñas en un palacio real.
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*Recuerdo*:
Loremi río y toco en el hombro a Heloize quien la persiguió descalza y con los ojos vendados por todo el jardín. Heloize se guiaba por las risas de Loremi para poder atraparla. Cuando de repente con algo tropezó y cayo al suelo como un saco.
Loremi se le acercó y le quitó la venda de los ojos.
-¿Estas bien?- le pregunto Loremi un poco preocupada.
-Si, no es nada- dijo Heloize mientras se ponía en pie. Se limpió la falda y río junto a Loremi.
Heloize se tiró al pasto junto con su amiga y olió el suave aroma de las flores que las rodeaban.
-Heloize... creo que alguien nos esta mirando- dijo Loremi en tono bajo.
-¿Dónde?-pregunto Heloize disimuladamente.
-Ahí... en esa terraza del palacio-
Efectivamente había alguien ahí. Con pelo Rubio y tez blanca.
El viento agitaba sus cabellos dorados y se notaba que era un hombre.
-Mejor vámonos- dijo Heloize con algo de miedo en su voz. Las chicas se fueron y nunca más vieron aquella figura de nuevo.
*Fin del Recuerdo*
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Heloize se tapó la boca mientras sonreía divertida. Ahora sabía quien había sido aquella figura extraña. Era Thranduil!
Río por lo bajo. No podía creer que Thranduil la halla estado espiando.
Se despidió de Meredid y fue al jardín.
Extraño con muchas ganas a su amiga y de pronto se le ocurrió una idea. Tal ves podía invitarla a que se quedara unas semanas con ella mientras Thranduil volvía. Encantada con la idea, no perdió más tiempo y envió la carta a Loremi.
Estaba ansiosa por volver a ver a su amiga.
De regreso al palacio un sirviente le entrego la carta que tanto Heloize había esperado.
Grito de felicidad y corriendo fue a abrirla a su habitación.
El sobré tenía extrañamente el delicioso aroma del rey. La carta decía lo siguiente:
"Querida y amada Heloize;
No existe un momento del día en que pueda apartarme de ti; pues el mundo parece distinto cuando no estás junto a mí.
No hay bella melodía en que no surjas tú, ni yo quiero escucharla si no la escuchas tú.
Es que te has convertido en parte de mi alma. Ya nada me consuela, si no estás tú también.
Más allá de tus labios, del sol y las estrellas, contigo en la distancia,
Amada mía, estoy.
Espero verte pronto;
Con cariño;
Thranduil"
Heloize no pudo evitar carcajearse al leer semejante carta. Era muy sentimental y poético. Aquel lado tan romántico del elfo era desconocido para ella. Cada vez descubría cosas nuevas y fascinantes del elfo.
Ese día se fue a la cama con la carta pegada al pecho. Sonriendo mientras involuntariamente lo extrañaba.
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Nadie había ido a visitar a Ankris en esos días mientras estaba en el calabazo. Enterró la cara entre las rodillas mientras pensaba en silencio. Hace unos cuantos minutos si amada novia Shi-Mae le había venido a visitar y lo había besado de forma pasional, sin embargo antes despues del beso lo miro de forma fria y cruel y le dijo
-Nunca más Ankris- y se retiró dejándolo sólo y confundido.
En eso escucho unos pasos que provenían del pasillo, supuso que eran los guardias pero en eso escucho una voz grave conocida.
-Ankris!- exclamo la voz al verlo y al levantar la cara vio a Thranduil mirándolo aterrorizado. El joven elfo se encontraba en pésimo estado. Estaba golpeado y sangrando ligeramente. Tenía moretones y heridas por donde fuera y su ropa estaba rasgada y sucia.
-Mi Señor Thranduil, lo lamento tanto- dijo Ankris apenado.
-No tienes nada que lamentar muchacho, eres inocente- le dijo Thranduil mirándolo con tristeza.
Ankris lo miro preocupado y negó con la cabeza.
-Oooh no...por favor no me digas...- Dijo Thranduil pero Ankris lo interrumpió.
-¿Que soy un licántropo? Si, a mi madre la mordió un hombro lobo mientras yo aún crecía en su vientre y no pudieron hacer nada para evitar que yo me contagiara de la licantropia. No puedo evitarlo mi Sr.Thranduil...
No podía controlar a la bestia y mate a unos elfos. Pero no quería seguir matando, así que yo me empece a tomar un somnífero todas las noches de luna llena para dormir la bestia pero en una noche de descuido no me lo tome y casi mato a mi novia, inconscientemente, claro. -
Era demasiado. Thranduil no lo podía creer. Le costo trabajo digerir toda esa información.
-Ooh amigo mío- dijo Thranduil dolido - sabes que si realmente has hecho esto es poco lo que puedo hacer por ti-
Ankris asintió con la cabeza en silencio.
-Legolas y yo atestiguaremos en tu juicio que eres inocente. Tu no eras tu en el momento de los asesinatos-Dijo Thranduil tratando de consolarlo.
En eso llego Legolas corriendo y jadeando.
-Ankris!- Grito el elfo al ver a su mejor amigo de aquella manera.
Thranduil se retiró para dejar hablar a solas a los chicos. Salió del calabozo con el corazón en la mano. Sabía que había demasiados testigos en contra de Ankris y poco se podría hacer por el.
HORAS MÁS TARDE....
Thranduil cerraba los puños con ira, quien se supone que era la prometida de Ankris ahora parecía su enemiga a muerte.
Había unos cuantos en la sala quien apoyaban al joven elfo y Thranduil pensó que Shi-Mae defendería a su prometido pero ella estaba completamente decidida a darle una condena de muerte al elfo.
-ahora lo veo todo de diferente manera- prosiguió Shi-Mae -si yo no hubiera sido una aprendiza de hechicería, si hubiera sido cualquier otra elfa, Ankris me habría matado esa noche. Puede que cuente con ese brebaje que lo hace inofensivo, pero. cuando yo lo vi era un animal sanguinario. Si realmente quisiera controlar a la bestia, jamás habría cometido ese tipo de error. Podemos ayudarlo dice su madre pero ¿de verdad desea dejarse ayudar?-dijo Shi-Mae llena de odio.
-Tu sabes que si Shi-Mae!-grito Ankris dolido.
Ella se volvió hacia el y lo contemplo fríamente
-Entonces me lo habrías dicho. Si no puedes confiar en mi ¿como espera que yo confíe en ti? Eres un monstruo, una bestia asesina. No eres uno de nosotros-
El juez se inclinó hacia Shi-Mae
-¿Eres consciente de lo que dices ?-
-si-dijo la elfa ignorando los gritos de Legolas.
-¿a dónde quieres ir a parar, muchacha?- gruño el juez.
-Yo dijo que no se puede controlar a la bestia- declaro - Hay que destruirla. Y si para ello debemos matar al elfo..., que así sea-
Ankris jadeo perplejo. Todo mundo empezó a hablar a la vez pero un gemido de dolor resonó en la sala
-!!!!!Sucia arpía manipuladora!!!- chillo Eilai (madre de Ankris) con los ojos llenos de lágrimas.
-Como te atreves a vender a mi hijo así?!- seguía gritando mientras se abalanzaba contra Shi-Mae.
Thranduil cerro los ojos llenos de lágrimas. Su mejor centinela, su amigo, su guardia ahora era traicionado por su propia prometida. Comprendía el dolor que debía sentir Eilai.
-Tienes algo más que añadir?- quiso saber el juez
-Si- dijo Shi-Mae ignorando los gritos de Eilai y mirando a Ankris a los ojos.
-Esta criatura es un monstruo que jamás debería haber nacido. Y por eso tiene que morir-
Ankris sintió que se quedaba sin aire y se dejó caer sobre el banco vencido por el dolor. Miro de reojo a Thranduil y le agradeció con la mirada haber asistido y atestiguado que no era un peligro.
Tuvieron que sujetar a Eilai entre tres elfos para que no se arrojará sobre Shi-Mae
-!Déjenme!-Chillaba Eilai -!!Sueltenme!! !!Voy a matar a esa zorra traidora !!- gritaba a todo pulmón.
Ankris cerro los ojos con cansancio <Esta bien, matadme ya> pensó <Ni siquiera la persona que más amo cree que merezca seguir viviendo>
Cuando finalmente el jurado tomo una decisión, a Ankris no le sorprendió escuchar lo que el juez anunciaba
-An-Kris de los Robles, este tribunal te considera culpable de licantropía y del asesinato de 12 elfos. La sentencia es la muerte-
Thranduil escucho como la mitad de la sala aplaudía satisfecha y Shi-Mae brincaba de felicidad.
Eilai se encontraba tirada en el suelo llorando amargamente mientras Legolas trataba de consolarla.
Cuando salían de la sala Thranduil esquivo hábilmente a unos elfos para llegar con Shi-Mae.
La detuvo del brazo y la empujo contra la pared.
-Oh! Rey Thranduil! Es honor cero aquí- dijo Shi-Mae coqueteando un poco, pero la mirada de Thranduil lo decía todo. Estaba vuelto una furia y fulmino la sonrisa de la elfa con la mirada.
-Eres una maldita perra- dijo Thranduil fríamente -Mereces la muerte mil veces más que Ankris por lo que le has hecho. Considerate a ti a tu tonta familia de Duques enemigos de mi reino. Si pones un pie en mis tierras, caerá toda mi furia y mi ejercicio sobre ti - dijo Thranduil con un tono alarmantemente agresivo.
La chica asintió asustada y Thranduil se retiró sumamente enojado.
Se dirigió al patio del lugar y le dio vueltas como León enjaulado. Se le ocurrió una idea y corrió ha hablar con juez quien le negó la petición.
Thranduil se dirigió triste a la celda de Ankris para verlo una última vez más.
-Lo siento tanto- dijo Thranduil con los ojos llenos de lágrimas.
Ankris lo miro con esos ojos ambarinos iluminados con dolor.
No dijo nada Ankris. Se encontraba totalmente herido emocionalmente.
-Mi Sr.Thranduil, lo lamento pero su tiempo se ha terminado- anuncio el guardia.
Thrandui asinto y se retiró totalmente devastado.
Ese día no había escrito nada para Heloize.. pero realmente aquello no se podía describir con palabras. Fue con Legolas y lo abrazo con fuerza. Sabía que Ankris era un gran amigo de él.
Legolas lloro ahí mismo. Lloro en el hombro de su padre. Thranduil le sobaba la espalda en señal de consuelo.
-Lo siento tanto hijo- decía Thranduil lastimoso.
-No es justo....- sollozaba Legolas melancólicamente.
Thranduil miro por encima del hombro de su hojita verde y vio como los guardias llevaban a Ankris al interior del bosque. Abrazo a su hijo con más fuerza deseando con todas sus fuerzas que eso no estuviera pasando.
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Hola a todos! Muy feliz Navidad a todos!!! Espero que les haya gustado este capítulo... fue un poco más largo de lo usual pero valió la pena ;)
Gracias y bonita noche!