Capítulo 7.

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-Entonces, Tuck. ¿Vamos? -Habló Jessica.

-No lo sé, la superiora puede estar por venir. -Contesté.

-¿Y? Mary nos cubrirá.

-¿Después de como la trataste? Lo dudo.

-Ya se le pasará. ¿Vamos o no?

Dudaba en aceptar, la verdad es que sí quería aceptar. Sinceramente me había gustado salir ayer a conocer alguien que no fuese del convento. Quizá sí me merezca un descanso después de 20 años de estar dedicada a Dios.

-Está bien. Pero sólo te pido que no le digas lo que soñé a nadie, mucho menos a Ashley.

-Tranquila, nadie lo sabrá.

-Gracias...

-Entonces vámonos. -Dijo sonriendo.

-¿Ya? Pero apenas son las 11...

-Mientras más temprano mejor. Así tenemos más tiempo.

-¿Sabrías que aceptaría?

-Es que... Nadie se puede resistir a alguien como Ashley. -Se mordió el labio.

Yo me ruboricé, sin saber por qué.

Ella tomó un bolso que estaba debajo de su cama y entró al baño.
Esperé unos minutos, hasta que por fin salió.

-¿Ya? -Le pregunté.

-Ya.

Me levanté de la cama y caminé a la puerta, pero me detuvo.

-Espera... ¿Irás así? -Me preguntó.

Miré mi hábito y después regresé la mirada a Jessica.

-No dejaré que vallas así de nuevo. -Continuó.

-¿Qué tiene? Es mi hábito.

-A ver, ven.

Tomó mi mano y me paró frente al espejo.
Veía todo mi cuerpo, acto que me apenó.
Sentí como me jaló del hábito, como si tomara todo lo que me sobraba de él, pegándomelo más al cuerpo. (Espero que entiendan como)

-¡No inventes! -Exclamó.

-¿Qué?

-Ponte de perfil.

Hice lo que me pidió y sus ojos se abrieron como plato.

-¡Tienes unas tetotas!

Me espanté ante su comentario vulgar, me separé de ella y me crucé de brazos.

-Ok, perdón. Es que... Es increíble que tengas unas te... -Se detuvo. -Bueno, unos senos pronunciados y no uses algo provocativo.

-Porque soy una puritana. -Contesté.

-Eres aburrida. Tienes más que yo, no es justo... En fin, ven.

Estiró su mano pero no me quise acercar.

-Ven... No te haré nada, lo prometo.

Me acerqué lentamente, pero aún con los brazos cruzados.
Ahora se paró frente a mí y me jaló de nuevo, pero ahora a la altura de mi cadera.
Me miré por el espejo, entendí lo que quería hacer; ver mis glúteos.

-¡Tienes un Culo! -Exaltó.

Yo me molesté, la empujé y me senté en mi cama.

-Ok, ok. Me pasé, perdón...

La miré con recelo.

-... Es sólo que no me entra que tienes un cuerpo de Venus y no lo luces. -Continuó hablando.

Sweet Blasphemy (Ashley Purdy FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora