Una Loba para Un Vampiro

Capítulo 7: Peleas... Sangre de loba... El Plan... ¡¡MI MATE AL FIN!!

(POV Leysha)

Edward veía mi cuello de forma dubitativa, para luego verme a mí y seguir viendo mi cuello, un carraspeo nos saco a ambos de nuestra atmosfera; al voltear vimos a Carlisle viéndonos a ambos de forma alterna y a Sam viéndome a mí, de forma acusadora.

- Ojo, no es mi culpa que este lea la mente – le recuerdo señalando a Edward – y fue Jacob quien le dijo – Jacob perdió color.

- ¡¡LEYSHA!! – me reclama.

- Tan tú como siempre - dice Edward riendo un poco.

- ¿Te tengo que recordar que como yo no hay nadie más? – ladeo mi cabeza para verle.

- Contigo es suficiente problema – ríe él divertido.

- Entonces mejor que no conozcas a mi hermano – sonrío de forma socarrona.

- Ni quiero hacerlo – dice con una cara de espanto que me hace soltar una carcajada; otro carraspeo nos saca de nuestra mini discusión

- Lo siento – nos disculpamos a la vez ante Carlisle, quien sonríe y niega con la cabeza.

- Es común que estén en su "nube", pero explícame eso de la sangre de lobo – me pide intrigado.

- La sangre de nuestras especies, suele servir de calmante y satisfacer el deseo de sangre en los vampiros – explico a Carlisle viéndole e ignorando a Edward – siempre y cuando en el lobo esté dispuesto a dejar beber de su sangre, sino, no funciona – me levanto de mi sitio caminando hacia Sam para acurrucarme en sus brazos para que dejara de fruncir el ceño, se va a poner más viejo de lo que aparenta si sigue poniendo esa cara. Oigo a Edward reír.

- Eres imposible – niega él con la cabeza, yo simplemente alzo los hombros.

- ¿De qué hablan? – pregunta Emmet.

- Nada de nada – sonrío de forma "inocente".

- Eso es lo que menos tienes – se burla él.

- Y tú lo tienes bastante, hasta en tú... – apareció y me tapo la boca antes de que pudiera terminar.

- No termine esa frase – ambos nos percatamos como Sam aguantaba la respiración por la cercanía de Eddy.

- Tu cuerpo es virgen también – mis labios se extiende de oreja a oreja ante el rostro apenado de Eddy.

- Pesada – quita su mano de mi boca, antes de que lo lama.

- Aguafiestas –

- Chiquilla –

- Mimado –

- Desquiciada –

- Me alagas – yo sonreía y él me miraba estrechando los ojos y apretando la mandíbula.

- Eres imposible – suspira fastidiado.

- Acostúmbrate, seré así mientras Isabella te siga rondando como buitre carroñero – rueda los ojos volviendo a paso tranquilo al mueble y bufa molesto; parece un niño.

Me fui de los brazos de Sam con paso alegre hasta Edward, quien refunfuñaba algo inentendible en francés. Me pare frente a él, quien me miro esperando a que hiciera algo.