Down for you.

2. Él no es tan malo.

Capítulo 2.

Julie recogió su cartera y fue hasta el sitio de Ari, esperando que terminase con sus libros.

—Voy al baño, ¿Me acompañas?

La rubia asintió.

—Me ha salido tan mal el examen...— mordió su labio inferior, tenía esa manía cuando algo pasaba.

—Ah pues a mí me ha parecido fácil. Aunque el ultimo problema me traía Dolores de cab...— mientras su amiga permanecía hablando, ella no era capaz de estar atenta. Su novio, estaba apoyado junto a la taquilla de Lindsey, hablando cariñosamente con ella. Miró hacia abajo decepcionada, no habían vuelto a hablar desde la mañana, y no era porque no hubieran tenido ocasión, pero el rubio pasaba de ella, era un hecho.
Sintió como su amiga la agarraba de la mano, y le agradeció mentalmente esa prueba de cariño.

—Ya iré al baño en otro sitio. Vamos en mi coche, anda.

Ambas se montaron y mientras Ari conducía cantaban varias canciones de la radio hasta llegar al parking del centro comercial, el cuál estaba casi vacío.

Se bajaron y cuando estaban en medio del parking, vieron a un grupo de vándalos, eran varios chicos, y un par de chicas.

—No te pares— le susurró Juls a su amiga, mirando para abajo.

—Hombre, pero mira que preciosidades tenemos aquí— gritó un rubio acercándose a ellas con una sonrisa malvada. Estaba lleno de tatuajes, y llevaba una cazadora de cuero marrón oscura. Ella aterrorizadas empezaron a caminar más rápido, pero Julie sintió un fuerte tirón, la habían quitado su cartera.
Se preparó para enfrentar al rubio, pero al girarse vio que había sido una chica con el pelo de color azul quien se la quitó.

—¿Qué haces? ¡Devuélveme mi mochila! —gritó la rubia acercándose. Ese día ya había perdido la paciencia.

—¡Ay pero si la niñita de mamá se ha puesto nerviosa! ¿Cuántos años tendrá? ¿Quince?  — dijo con aires despectivos. Lo que la faltaba.

—Por favor dámela — susurró avergonzada, cambiando de actitud. Sólo quería que ese día terminara ya. Miró a Ari, que estaba paralizada.

—Mira la rubia, ahora qué cobarde —se giró hacia un chico con el pelo rapado y peores pintas que el rubio —. ¿Se la devolvemos, Ry? —Juls levantó la vista y suplicó con los ojos, a todos. Se paró en un chico moreno que la miraba fijamente con sus ojos azules, serio.

La peli azulempezó a rebuscar en la cartera y Juls dio un paso hacia delante para arrebatárselo, pero sintió como Ari la detenía agarrándola. La otra, sacó su monedero y cogió todos los billetes.

—¡No! Eso sí que no, dame mi dinero hija de...—no pudo continuar, ya que la otra había agarrado su cara contrayendo sus labios, la iba a pegar.

—¿Qué dices maldita zorra? Te voy a enseñar quién soy yo —susurró la otra, estaba demasiado enfadada.

Se preparó para un golpe, pero luego sintió que la soltaban. El chico de ojos azules había agarrado a la peli azul, pero seguía mirando a la rubia de forma burlona.

—Ashley, ya tienes su dinero, déjala. Es solo una niña pija — habló él, su voz era demasiado ronca. Miró su brazo y vio que también tenía tatuajes. Típico.

La peli azul la miró con asco y la lanzó su cartera de nuevo, sin dinero. ¿Qué iba a hacer ella ahora? Se lo tenía que contar a sus padres, y ya sabía cómo eran. Ariadna la tomó del brazo y andaron hasta el centro comercial, una delante de otra.