CAPITULO II

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Chanyeol y Baekhyun estaban caminando de regreso a casa hablando sobre qué tema deberían tocar para el día de mañana en la radio y también sobre pequeñas leyendas urbanas de terror, el más pequeño comenzó a contar una.

— Esta leyenda hablaba sobre una mujer que se llamaba Mariko. — comentaba Baekhyun. — Ella todas las noches andaba por esta calle. — refiriéndose a la misma en la que ellos venían caminando. — Con un vestido lila bebé sucio de barro y sangre porque se había quedado en la perdición por ser muy avarienta. Pero eso no era todo, ella cuando veía a un hombre muy guapo se acercaba y le preguntaba ¿soy hermosa? si éste decía que sí, moría; si éste decía que no, moría.

Chanyeol muy confundido le pregunta. — ¿Entonces cómo te salvas? — su pequeño amigo le contesta. — Muy fácil mi querido Yeol, solo debes confundirla. Preguntándole si tú eres hermoso y ¡bam desaparece! — gritó de una forma que hizo que Chanyeol se espantara.

Baekhyun comenzó a reírse al igual que Chanyeol pero de pronto el más pequeño un tanto serio hizo una pregunta a su mejor amigo.

— ¿Soy hermoso? — Chanyeol se quedó mirándolo de una manera tierna acariciándole la barbilla.

— Sí, mi pequeño Baek. — contestó. Comenzó a despeinarle en flequillo dándole suaves golpes en la cabeza, a Baekhyun llegó a molestarle eso, no porque no le gustara sino porque aunque no quería reconocerlo le dolía que haga ese tipo de acciones tiernas con él porque sabía que lo sentía actualmente por Chanyeol no era amistad sino algo más fuerte y le era frustrante que su mejor amigo no lo notara.

Baekhyun se sacudió y comenzó a corretearlo por todo el trayecto de la calle, Chanyeol por su parte y por la ventaja de tener las piernas más largas llegó rápidamente a la casa donde ellos vivían, éste entró primero y se colocó detrás de la persona más importante para él y que ya veía como una madre, la abuela de Baekhyun, para que éste no lo golpeara mientras que el más pequeño trataba de alcanzarlo y gritaba que se deje golpear.

De tanto alboroto la abuela les llamó la atención como a dos niños pequeños y les obligo a sentarse en paz para que así pudieran cenar de una buena vez. Calmados los dos y con Baekhyun dirigiéndole una mirada asesina a Chanyeol comenzaron a comer.

A mitad de la cena Baekhyun recordó que no compró la medicina que necesitaba su abuela ya que ella había sufrido de un derrame y tenía que tomar pastillas de por vida.

Su abuela golpeó su cabeza haciendo reír a Chanyeol, al parecer golpear la pequeña cabeza de Baekhyun se había convertido en la forma de expresar su "cariño" hacia él, éste golpeó a su mejor amigo en la pierna por debajo de la mesa y el más alto solo le sonrió mostrándole todos sus perfectos dientes.

Al terminar, lavaron los platos y salieron a la farmacia en busca de las pastillas de la abuela.

Baekhyun entró a la farmacia, Chanyeol por su parte esperó afuera, en ese preciso momento Chanyeol pudo observar al chico de cabello negro y baja estatura que había observado en la cafetería, éste llevaba audífonos, caminaba con una expresión muy peculiar como triste, como si estuviera en su propio mundo.

Chanyeol no dejaba de mirarlo, quería saber a dónde se dirigía, hasta que lo vio entrar a una casa que quedaba a una cuadra de la farmacia, suponía que se trataba de su hogar aunque a decir por la distancia que había entre la casa de ellos y la farmacia, la cual no era mucha, se preguntaba por qué nunca notó a aquel chico.

Chanyeol se sentía raro, esta persona le llamaba mucho la atención, no era un interés de solo ser su amigo, era algo más, como si tuviera que cuidarlo de todo y de todos y siempre hacerle sonreír. Chanyeol se estaba volviendo loco. Mientras caminaba de regreso a casa con Baekyun, él solo pensaba mirando a la luna el porqué de ese sentimiento, el por qué quería saber más de él.


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"You are my moonlight" (Chansoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora