A la siguiente semana en el recreo estubimos sentados al lado, yo como siempre nervioso y ella tan feliz, con su preciosa melena bajando por su espalda, y sus ojos marrones mirando fijamente a la nada, a mi otro lado estaba sentada Chelsea, ella ya se imajinaba que a mi me gustaba Sara y me dijo que tenia que hablar en privado conmigo, nos fuimos a un sitio sin gente, y empezamos a hablar.
-Abel, te gusta Sara verdad?-me pregunto ella.
-Si...- respondí- tanto se nota?
-Un poco- dijo ella- dejame que te ayude- ofreció ella.
-No creo que puedas hacer nada-le dije yo.
-Ya veras...-rspondió.Y así me dijo y se fué.
ESTÁS LEYENDO
La Chica De Mis Sueños
RomancePorque las cosas no siempre tienen que acabar mal. HISTORIA REAL