My Heart is Full of Love © | Michael Jackson

| Capítulo 29 |

Durante el camino de regreso a casa iba preguntándose cosas como "¿Y si fuera cierto que...? ¡No! Ella no sería capaz de hacer algo así". Cuando llegó al departamento encontró a Dalila sentada en el sillón de la sala tratando de encontrar algo para entretenerse en la televisión.

—No hay nada divertido ¿Verdad?

—No— rio —¿Qué tal? ¿Cómo les fue?

—Bien dentro de lo que cabe pero me pareció extraño que me preguntara el médico si he dejado que alguien más le dé pecho a Trisha.

Dalila en ese momento se puso muy nerviosa.

—Am... Si que cosas ¿No?— se alejó rápido y se dirigió a la cocina, eso le pareció raro a Linda

—¿Te encuentras bien?— la siguió

—Em... Si ¿por qué no habría de estarlo?

—...Bueno como sea, te encargo a Trisha, yo ya debo irme al hospital— le dio a la bebé y se despidió de ella —Nos vemos más tarde— le dijo a la niñera

—Si claro— dijo y cerró la puerta

Cuando llegó al hospital se encontró con su mejor amiga.

—Amiga buenos días ¿por qué a esta hora?

—Bien creo, me urge hablar contigo ¿crees que podamos hablar como a eso de las cinco?

—Si pero... terminamos hasta tarde.

—Pedí que nos dejaran salir temprano, a ti y a mí.

—No sabes cuánto te lo agradezco— suspiró —Pero ¿Está todo en orden?

—Ni yo misma puedo responder a eso, estoy confundida pero ya te platicaré por teléfono más tarde.

—Si amiga, me parece bien— contestó Genevieve

Por otro lado, la pequeña Trisha se encontraba jugando con el móvil de peluche que tenía en su cuna cuando la niñera decidió marcar a la oficina de Michael.

—Hola nene ¿Cómo te va?— dijo coqueta

—Hola hermosura, estoy bien ¿Y tú?— le contestó dejando su bolígrafo a un lado

—Muy bien, pensando en ti— dijo —Sabes tengo ganas de hacerlo justo ahora.

—Pero nena, ya habíamos quedado en algo.

—Lo sé— fingió estar triste

—Puedo hacer algo, puedo decirle a Linda que saldré del departamento más tarde, así cuando ella se valla tendré un rato libre para estar contigo.

—Me agrada tu forma de pensar.

—Así soy yo cariño, bueno ya te dejo porque debo ordenar unos documentos, nos vemos más tarde.

—Si mi amor, adiós— colgó

✧

Horas más tarde, el turno en el hospital para las dos amigas había terminado y cada quien se dirigió a sus respectivos hogares.

La niñera estaba por vaciar los biberones una vez más cuando de repente escuchó que la puerta principal se cerró, alguien había llegado; rápidamente puso los biberones en su lugar y ya cuando iba de regreso ignoró por completo que venía algo agitada.

—Dalila ¿Por qué vienes así? ¿Todo está bien?

—Si, todo está normal solo que hace calor ¿No crees?— le respondió nerviosa

—No, no lo creo. Aquí en Nueva York casi siempre hace frío— le dijo

—Bueno pero uno nunca sabe.

Linda se quedó observándola no muy convencida.

—¿Y Trisha?— cambió radicalmente de tema

—Estaba por dormirla pero en eso llegaste tú, yo creo que ya debió haberse dormido por su cuenta.

—Bien iré a verla y luego descansaré un poco porque aunque hoy salí temprano el hecho de atender tantos casos puede ser muy pesado.

—Ya lo creo.

De hecho, cuando Linda entró a revisar a su pequeña hija la encontró profundamente dormida en su cuna, posteriormente se fue a su habitación a hablar con su amiga tal como lo habían acordado.

—No sé Gen, te juro que todo esto me comienza a parecer extraño.

—Y no te culpo amiga, una niñera no diría "todo está normal solo que hace calor" lo siento, yo te sugerí que la contrataras.

—No te preocupes, tu no tienes la culpa de nada amiga pero ¿Sabes? Algo no encaja, tengo la corazonada de que algo oculta.

—Pero ¿Cómo qué podría ser?

—No lo sé pero actúa raro; se pone nerviosa, cambia de tema cuando le hablo sobre Trisha, una vez llegué al departamento y cuando me vio colgó rápidamente el teléfono y trató de excusarse, la vi demasiado nerviosa por cierto.

—¿Sabes qué deberías hacer? Contratar el servicio para que graben tus llamadas, así cuando necesites escuchar una conversación solo les pises las del día y la hora y ellos te las darán sin problemas.

—... Bueno lo pensaré, quizás esté exagerando un poco.

—Está bien querida ¿Y Michael?

—Todavía no llega, últimamente lo he notado más serio y callado conmigo pero puede que sea porque llega cansado de trabajar y lo entiendo, yo también he estado así, no creo que sea grave.

—Pues yo que tú pondría mucha atención a esos aspectos ¿Cómo se lleva con Dalila?

—Bueno pues ahora que lo mencionas... muy buen, tomaron confianza muy rápido, hasta cuando llegó a trabajar le pidió que lo llamara "Mike".

—Eso si que es un poco extraño— suspiró —Pero bueno, ya te dejo para que disfrutes este tiempo, me saludas a todos menos a Dalila— Linda rio por ese comentario —Y le das un beso a tu nena de mi parte.

—Claro que si, pensaré en lo que dijiste y nos vemos mañana.

—Genial, hablamos luego— ambas colgaron