Ahora también nuestra compañera en apuros dejó de asistir a clases, creo que fue lo mismo que sucedió con la otra niña, pues por alguna razón después de ese día, no las volví a ver.
Esta vez, me quedé hasta tarde porque necesitaba platicar con alguien, no sabía que estaba sucediendo, entonces quise buscar respuestas con la prefecta Lucy, una profesora demasiado amigable, casi casi como Su.
Y hablando de Su; Lucy me explicó que sucedía con ella. Me contó que un día antes de que dejara de asistir a clases, la había notado rara, en su actitud y físico, pues dice haber notado su rostro golpeado.
No supo decirme más, pero prometió mantenerme al tanto.Al menos ya tenía respuestas sobre Su, pero no era lo que esperaba, yo estaba preparada para oír que está resfriada, que le dio una enfermedad contagiosa o que le provocaba flojera asistir a la escuela, pero nunca saber que estaba siendo golpeada.