Maraton 1/3 IV

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Miro nuevamente al vacío, una condenada sensación de llamas ardía en su garganta, queriendo explotar con todo pero al mismo sin encontrar los ánimos para levantarse de aquella esquina de su casa, que ahora parecía, se veía y se sentía como un callejón de la calle en medio de la noche, con un profundo olor fétido a tabaco, alcohol, mal olor corporal, lágrimas, sufrimiento y un corazón roto, sin escape, sin salida, estaba derrotado, acabado.

Se prometió y se juro a puño y sangre que nunca nadie más lo iba a humillar, mucho menos a lastimar, pero el destino cuando quiere jugártela te la juega, y no puedes golpearlo porque no es materia, es vacío, no puedes descargar tu adrenalina de rabia y frustración, confusión, decepción en algo inexistente no palpable.

Nuevamente con toda la depresión del mundo, levantó su debilucho brazo ya de tanto golpear las paredes y agarro su celular, causándole peso en su mano y generando un quejido de su parte, había logrado reventarse algunos tendones y romperse uno que otro hueso pequeño de la muñeca, sin embargo el dolor que sentía en su corazón no era nada comparable con el de su mano, nunca pensó que llegaría a doler más un sentimiento, una persona, que fracturase un hueso interno de su interior, de su carne, de su cavidad que podía sentir el dolor hasta el alma y hasta la punta del culo.

Cuarenta y tres llamadas rechazadas por el rubio, que tanto alegraba su corazón y lo hacía sentir vivo tras cada latido estruendoso y nervioso que daba cuando sentía al menor cerca o encima de su cuerpo, lastimosamente podía pensar y decir eso en pasado.

Nuevamente hizo el intento, de hecho nunca se cansaría, de hecho el saber que Niall rechazaba su llamada lo hacían sentir vivo, generando que su corazoncito latiera con dolor, por lo menos su nene no se estaba olvidando de el, por lo menos pensaba en él cada vez que veía una llamada en su celular, fuera para malo o para bien, a Zayn ya no le importaba.

Por otro lado Harry no permitía que una sola lágrima se asomara por sus lindos y pequeños ojitos que contenían y se tragaban el dolor, el intento por no llorar.

—Debiste creerme, Ni —dijo Harry, con suma delicadeza y nobleza con su hermanito.

Como raro, Niall no se enteraba de nada, ni de su extraño comportamiento dulce con el.

—A ese cabron le va a terminar pegandosele él sida o la gonorrea, por ser un culicaliente —espeto—, ¿Creíste que iba a estar contigo en las buenas y en las malas por siempre y para siempre? —bufo—, es mi mejor amigo y lo conozco mejor que tú, él no es de una sola persona, a él ni le bastan 20 al día, sabía que te iba a hacer daño y te estaba protegiendo, pero tú como siempre eres un estupido, comes cuento de uno, de otro, Zayn no come cuento, el come culos mientras tú estás comiendo cuento a otro, ¿creíste que él iba a ser tu príncipe azul y tú su linda mariposita? —prosiguió, llenando la inocente cabecita del niño con comentarios ofensivos y mentiras muy mal inventadas, pero si era Niall, podía creerse hasta que su hermano lo amaba.

De repente el sonido de su celular lo interrumpieron, mirando la pantalla que decía "Adam".

—Oh, es Zayn —dijo con asco, mintiendo.

Los ojitos de Niall revolotearon con emoción hacia su celular.

—Me necesita —mintió Harry.

—¿T-te iras? —pregunto rápidamente el menor, antes de que el mayor lo pudiese abandonar en su dolor y miseria.

—Si el me beso es porque ya no ve nada en ti, y no voy a desaprovechar mi oportunidad —dijo, rompiendo el último pedazo de su corazoncito si es que aún había algo pegado.

—El me ama a mi —susurro al borde del llanto.

—El no te ama, Niall, él nunca te amo, solo te utilizo para acercarse más a mi, o sino no me hubiera besado —grito con mucha claridad en sus palabras, fijándose muy bien en que cada una de estas fuesen escuchadas por el nenito, que se encontraba aferrado a sus piernas como una bolita, protegiéndose a sí solo porque no había un morocho que lo abrazara y lo cuidaran—. ¿Entendiste?

Por mucho que se negaba en su interior, Harry presionaba su mente a creer lo contrario.

—He dicho, ¿haz entendido? —volvió a gritar, afirmando aún más sus puños, oh no.

—S-si señor —susurro hipando.

—Ahora Zayn es mío y yo soy de el, tu apártate de nuestra vista —dijo por último, abandonando el lugar.

A él le gusta que le partan el CULO | ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora