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-No sé, ¡y si vuelve a decirme cosas hirientes?.

-No lo creo, esta diferente ahora, Pues dale el beneficio de la duda y habla con él.

-Tienes razón, le dije.

Salí a la calle para hablar con él y saber lo que quería.

-¿Qué necesitas?.

-No mucho, solo pedirte perdón, por todo, creo que tú ya lo olvidaste, pero quiero que sepas que estoy muy apenado por todo lo que te hice.

-Está bien, ¿es todo?, le respondí.

-No, espero que de verdad seas feliz con otra persona y que no olvides que eres una persona que vales mucho.

-no te preocupes por mí, tengo claro que no debo buscarte y que tú te casaras, y serás feliz, muy feliz, con "el amor de tu vida", yo tengo que continuar con mi vida y lo haré.

Por dentro ni yo me creía lo que le respondía a Daniel, pero ya no quería sufrir más, no quería sentir ese dolor de nuevo, esa angustia.

-Ojala me perdones, ¿y sabes?, te juro que sabrás mis razones porque hago esto, y tal vez puedas perdonarme de corazón.

Se acercó a mí y me dio un beso en la frente, como aquel beso que me dio, cuando me puse mal, una lágrima salió, se dió la vuelta y se fué, Me metí a mi casa y Alejandro estaba viendo la televisión, no le dije ni una palabra y me fui para la cocina, él se paró atrás de mi me volteo y me abrazo, fue exactamente lo que necesita, un abrazo así, tan fuerte, tan inesperado, en el momento correcto.

-Todo estará mejor. Me dijo Alejandro en el Oído.

-Gracias.

Nos soltamos y no lo miré ni a los ojos me voltee a seguir preparando los emparedados.

-¿entonces?, ¿ya estas lista?

-Más que lista, de verdad que me hacen falta unas vacaciones, lejos, muy lejos de aquí.

Tomamos mis maletas y las subimos a la camioneta, guardé los emparedados, y me termine de alistar, salimos como a las 10 de la noche.

Esa noche Alejandro manejo mucho, cantamos, platicamos, ya sabía toda su vida, y el parte de la mía nos contábamos todo, dieron las 2 de la mañana y nos acercamos a un pueblito, que estaba cerca de la carretera, aún nos faltaban aproximadamente 10 horas de viaje, y él ya estaba muy cansado, así que decidimos buscar un lugar en donde quedarnos, encontramos un pequeño motel, y ahí nos hospedamos, sinceramente me agradaba pasar tiempo con él, aun que le sobraba dinero, me hacía sentir cómoda con cosas no llamativas.

El cuarto solo tenía una cama, así que el me dejo la cama y el durmió en el suelo, al otro día me paro temprano y salimos a desayunar, regresamos y arreglamos de nuevo todo, y proseguimos el viaje, al fin llegamos a Guadalajara, era un lugar muy caluroso, yo odiaba el calor, amaba el frío, pero de verdad necesitaba estas vacaciones.

-¿falta mucho?. Le pregunte a Alejandro.

-Realmente 4 horas, iremos a puerto Vallarta, ahí tenemos una cabaña muy cómoda, la pasaremos muy bien.

Sinceramente yo ya estaba muy cansada por el viaje así que me dormí, al despertar estábamos llegando a un lugar hermoso, se veía la playa y todo estaba muy solo había una o que otra casita cerca, pero de verdad me encantaba el lugar, llegamos y cuál fue mi sorpresa, no era una cabañita, era una cabaña súper grande, hermosa, jamás había estado en un lugar, tan lujoso y lindo, nos bajamos y Alejandro bajó todas las maletas, me enseño "la cabaña" y los cuartos, también me mostro donde me dormiría, estaba hermoso, mi cuarto tenía una bañera propia.

-Ponte cómoda, y si quieres descansa, que la noche es joven.

-Esta bien le respondí.

Entre al baño y me metí a la bañera, era tan relajante me quede como 30 hora, mis manos ya estaban arrugaditas, así que me Salí, bus que un vestido, el clima era muy caliente y no podía estar tapada, me peine y me puse un poco de labial, ya eran más de las 10 de la noche, y salí.

-Te vez muy linda Sofía, me dijo Alejandro.

-Salgamos a caminar por la playa, ¿Qué dices?.

-Claro, me encantaría.

Salimos a caminar ya estaba muy oscuro pero el mar se veía hermoso, combinaba con el cielo estrellado, nos quitamos las sandalias y nos acercamos a la orilla, las olas mojaban nuestros pies, el se agachó y me aventó agua en la cara.

-No, no lo hagas.

-Claro que lo haré, y me volvió a mojar, me agaché, para agarrar agua entre mis manos, pero el ya estaba corriendo, lo perseguí como tonta, pero de verdad me estaba divirtiendo, lo mojé y le aventé arena en la cara, después el me correteó, pero era muy rápido y me jalo asta tirarme en la arena, quedó exactamente arriba de mí, sentí un cosquilleo por todo el cuerpo, mi piel se estremecía, podía sentir su respiración en mi cara y su cuerpo húmedo sobre mi cuerpo, jamás había estado así, tan cerca de un hombre, me limpió la cara con la misma agua de la playa, y me dijo.

- eres hermosa, amo tus pecas Sofía.

Yo no podía hablar, estaba paralizada, pero el lentamente acerco su boca a la mía, sabía que iba a suceder, era inevitable, creo que una parte de mi lo pedía, y mi subconsciente lo esperaba, entonces él...


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⏰ Última actualización: Mar 07, 2016 ⏰

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