Kira levantó la vista hacia el robot quirúrgico, una inmensa araña metálica que pendía del techo. Doce brazos lustrosos articulados se acomodaron; cada uno tenía en el extremo un instrumento diferente: bisturies y pinzas en media docena de tamaños, jeringas de tambor intercambiable con líquidos de colores vivos, además de llaves y otros dispositivos con funciones que ella solo podía tratar de adivinar. Se había capacitado en medicina desde los diez años de edad (hacia casi ocho ya), pero allí había cosas que jamás había imaginado.
Sin embargo, aparecían constantemente en sus pesadillas. Aquel era el mismo establecimiento de Greenwich, Connecticut, donde la doctora Morgan la había capturado y torturado antes de que Marcus y Samm la rescataran. Ahora los había abandonado a ambos y había regresado por voluntad propia.
La araña giro en silencio y se acercó con unas pinzas de acero bruñido. Kira contuvo un grito y trato de pensar en cosas serenas.
-Anestesia local en puntos cuatro, seis y siete -indicó Morgan, al tiempo que señalaba con un golpecito las ubicaciones en una enorme pantalla de pared, donde un diagrama del cuerpo de Kira pendía inmóvil en el aire-. Aplicar.La araña descendió sin pausa ni ceremonia y clavo sus agujas en la cadera y el abdomen de Kira, que ahogo otro grito, apretando los dientes y comprimiendo sus miedos con un gruñido grave.
-Qué buen trato a los pacientes -observó el doctor Vale, que estaba de pie junto a otra pared-. Me conmueves, Mckenna... pareces una mamá gallina.-Declare una guerra para encontrar a esta chica ¿Quieres que le pida permiso cada que voy a tocarla?
-No estaría de más algo como "Esto no va a dolerte" -dijo Vale-. Tal vez un "¿Estas lista, Kira?", antes de iniciar la cirugia.
-Cómo si mi respuesta fuera a cambiar algo -comentó Kira. Morgan la miro brevemente.
-Tu decidiste estar aqui.-Otra respuesta que, tecnicamente, no cambio nada- bufo el doctor Vale.
Cambio mucho- replicó Morgan, mientras volvía a mirar la pantalla de pared, donde programo las incisiones-, me impresionó.
-Bien- dijo Vale-; en ese caso, tratala como una rata de laboratorio.
-Ya lo hizo una vez- comentó Kira -. Ahora es mejor, creame.
-Esa es la clase de respuestas que no hace sino empeorar las cosas- dijo Vale, sacudiendo la cabeza-. Siempre fuiste fria, McKenna, pero esta insensibilidad deshumanizante...
-Yo no soy humana- repuso Kira, y se sobresalto al darse cuenta que Morgan había dicho lo mismo casi simultáneamente: "Ella no es humana"
Se miraron un momento, y luego la doctora se volvió a su pantalla:
-En aras de...- hizo una pausa, como si buscará la palabra indicada para decirlo-. De la relación laboral pacífica, seré más comunicativa- pulso algunos iconos y la pantalla se dividió en tres secciones; un lado, el diagrama lineal del cuerpo de Kira, el otro, dos secciones de la mitad del tamaño de la primera, que mostraban dos series de datos: una se titulaba "Vencimiento" y la otra "Kira Walker" -. El doctor Vale y yo fuimos parte del Consorcio, grupo de científicos de Paragen que creo a los Parciales y el virus RM. No fue nuestra intención que la epidemia llevará a la raza humana al borde de la extinción, obviamente, pero el daño esta hecho, y una vez que comprendí que los humanos eran una causa perdida, volque mi atención a los Parciales. Pase los últimos doce años ayudándolos a construir una nueva civilizacion, buscando maneras de corregir la esterilidad y otras desventajas incorporadas al ADN. Imaginen mi sorpresa cuando empezaron a morir, sin motivo aparente, exactamente a los veinte años de su creación.
ESTÁS LEYENDO
Partials: Ruinas.
Science FictionMientras el reloj se acerca cada vez más a la última fecha de vencimiento de los Parciales, los humanos están a punto de comenzar una nueva guerra contra ellos.En medio de esta situación, a miles de kilómetros de distancia, están Samm y Kira: él se...