Estoy hundida en un mar de preguntas y sentimientos heridos, no recuerdo con honestidad cuando fue que demostré tal amor tan intenso y me sentí libre de dolor y de angustia. Estas palabras en mi cuerpo y mi alma se acumulan como la espuma de mi té, está tan frío y tan oscuro, tan amargo y olvidado. Mis manos ya no encajan en las suyas y su perfume se impregna en a ropa de otra y su dolor lo centra en si mismo.
¿Es posible no sufrir por amor? No lo creo, siempre está la libertad, las mariposas en el estomago, la ansiedad, el amor y luego la decepción, el olvido y los dolores. ¿Por qué quererte tanto duele? ¿Tanto te cuesta dar amor a una sola?.
Recuerdo esas mariposas, siempre permanecían en mi estomago haciendome creer que todo estaba perfecto, que todo florecia pero algo ocurrió. Los sentimientos ocuparon el oxigeno y murieron, las flores a falta de agua marchitaron, esa agua recorría mi mejilla a menudo, salía por mi ojo a dar una vuelta por mi cara empapada y rojiza.
