That Smile.

Capitulo once.

-De verdad eres muy bonita, imagínate que te lo digo yo que soy del otro bando - me dice sonriendo.

-¿A que te refieres? - tardé unos segundos en procesar - ¡Por dios! ¿eres gay?

-¿Eso es malo? - dijo sorprendido.

-Obvio que no estúpido, no me lo esperaba en realidad. Yo creí que en cualquier momento te lanzabas a besarme.

-Iugh no que asco -dijo e hice un puchero - Jaja es broma, pero no te basaría, te conozco hace nada.

-Eres un jodido idiota, por un segundo me sentí como un McDonald con uñas de pie - si, es lo mas asqueroso que se me ocurrió, callense.

Miró su reloj y me pone cara de lamento.

-Lo siento ya me tengo que ir hermosa - me da un beso en la mejilla y guiña el ojo - tengo una cita.

-Nah, quiero conocerlo - realmente me emocioné, vamos todas queremos un amigo gay.

-Pronto - y se fué.

Y así fué como me quedé solitaria en un banco cagado por palomas disfrutando ver pasar a la gente. De vez en cuando veía el celular, hasta que una de esas tantas veces veo que son las 6 de la tarde.

Esperen, yo tenía algo que hacer a las 6... ADAM!!

Tomo todas mis cosas y salgo corriendo hacía donde habiamos quedado en vernos. Creo que no corría tanto desde que fuí al campo de mi abuela y comenzó a perseguirme un cerdo, sentia mi corazón diciéndome "calma las tetas, yo también me canso"

Al llegar el no estaba ahí, creí que también podría haberse atrasado, pero al pasar una hora y cuarenta y cinco minutos exactamente comprendí que no, que ya no llegaría. Estaba decepcionada, no sé porqué pero no lo esperaba de él.

Me retiré del lugar y se me ocurrió la idea de que talvez mandó un mensaje diciendo él porqué de su ausencia. Y así era, hace exactamente un minuto había mandado uno y decía "No mires el edificio que está frente a ti" y claro, por supuesto que miré.

Frente a mi, en la parte más alta del edificio de cuatro pisos había un cartel gigante color celeste que decía:

"Ya que eres tan obediente estás obligada a una cena conmigo, sé que tu belleza no merezco pero dame el placer de conocerte y entender porqué no he podido quitarte estos pocos días de mi mente"

Y asomado desde un balcón lo veo sonreirme con su cara orgullosa de "te sorprendí "