Capitulo 2

21 2 0
                                    

Al llegar donde estaban sus amigas Cristal bajo la cabeza y todas empezaron a reir.

-Deberias haberle visto la cara Cristal jajaja- dijo Alice- cuando te fuiste aun seguía babeando...

-Una pregunta, de verdad le has dado tu numero a ese friki impresentable?

-Pues claro que no Erza- intento explicar Alice- le dio el numero de ese retaurante Chino que tanto nos gusta ... como hicimos nosotras con esos petardos de la fiesta del otro dia...

-Jajaja, es eso verdad Cristal?- dijo Erza riendo y haciendo que cristal se pusiera roja como un tomate.

-Bueno  ... quizás... Pero hombre, algún tipo de beneficio deben de tener sus mejores clientas, ¿no?

-Jajaja- las tres no podían parar de reir.

Después se pasaron el resto del dia de compras y buscaron comida China en su restaurante favorito para ir a comer a casa de Erza.

-De verdad que a tus padres no les importa, Erza?- pregunto Cristal

-Que va, mi padre tiene una cena de trabajo y le compro a mi madre un vestido de 1.000.000 de dólares, asi que lo acompaño por lo que no creo que vuelvan hasta tarde...

-¿Otra noche sola?, ¿No quieres que avise a mi madre y me quede contigo esta noche?

-Que va... no pasa nada Alice, gracias.

-Insisto tonta a mi madre no le importa.

-Acepto con la condición de que me lo cuentes todo sobre el chico guapo con el que saliste el otro dia, ese tal Logan.

-Esta bien... pero va a ir a largo jajaja hicimos muchas cosas.

-Yo... me tengo que ir a casa, lo siento- dijo Cristal antes de levantarse.

Se despidió de sus amigas y se fue en su coche hasta su casa. Al llegar subio a su habitación y comenzó a hacer los deberes, se ducho y bajo a cenar con sus padres.

-¿Que tal tu dia, Cristal?- pregunto su madre para romper el hielo, ya que el ambiente estaba bastante tenso.

-Bien, supongo como siempre...- contesto cristal para salir del paso.

-Esa no es forma de responder a su madre jovencita, aun por encima se preocupa por ti deberías contestarle correctamente...

-No le he contestado mal...

-Dorian, no pasa nada...- intento calmar su madre.

-Es una falta de respeto y soy su padre, tengo todo el derecho de decírselo si se me da la gana...

-¡Tu no tienes derecho a nada!- Cristal no aguanto mas, no era la primera vez que escuchaba sobre los romances extra matrimoniales que tenia su padre, pero esto la supero- ¡No tienes ni idea de mi vida! ¡No te preocupamos lo mas minimo! ¡Vas por ahi, alardeando de ser un padre ejemplar y un marido modelo y todo es una farsa! ¡No aguanto mas! ¡Eres despreciable! ¡Hoy mismo te he visto subir a tu coche con una rubia en el centro comercial!

-Lo que la señorita Samui y yo hagamos no es asunto tuyo- dijo su padre a modo de finalizar la conversación- Vete a tu cuarto ahora mismo.

-¿Ni siquiera lo niegas? ¡Eres escoria humana! ¡Me das asc..!- Cristal aun no había acabado de hablar cuando su padre se levanto y la abofeteo haciendo que callara de un golpe. La madre de Cristal se llevo las manos a la boca del asombro, su padre se sento a seguir cenando; Cristal se puso roja de rabia y subio a su habitación.

Una vez en ella, escucho a sus padres discutir y finalmente a su madre llorar en la cocina y su padre entrar a su despacho. Se puso una camiseta lila claro de asas, unos vaqueros blancos, sus bailarinas negras y salio de casa.
Corrio y corrió hasta que no pudo mas, llego a un parque y se sento a recuperar el aliento, estaba agotada, triste y sobre todo, dolida con su padre.
Siguió caminando y resbalo por la ladera del parque cayendo por ella y raspándose con las ramas.
Cuando dejo de rodar levanto la cabeza y vio que había acabado en la parte de abajo del puente que cruzaba el parque y viéndose sola se sento con la espalda apoyada en el puente, se abrazo las rodillas y empezó a llorar.
Llevaba un buen rato llorando, escucho un ruido y levanto la cabeza, cuando un chico apareció debajo del puente donde había decidido quedarse.

El chico era alto y fuerte, pero algo le decía a Cristal que no era mayor que ella... vestia unos vaqueros azules normales algo sueltos y atados por un cinturón marron, a lo largo de las piernas los pantalones estaban manchados y rotos como si cayese contnuamente sobre ellos, al igual que sus pantalones, los tenis que en un principio eran blancos estaban manchados.
En las manos, unos guantes negros que dejaban ver los dedos y en la parte de arriba una sudadera gris parecida a la que llevaban sus compañeros de boxeo y que le quedaba grande, sobre esta llevaba un anorak azul obscuro, también grande con aspecto de calientito. Como el anorak carecia de capucha el chico usaba el de la sudadera por encima de un gorrito de invierno calado hasta las orejas, ocultando su frente y la parte alta de la cabeza. Aun asi algunos mechones quedaban al descubierto, mechones de un pelo verde que parecía pasto y aunque estaba sucio re-enmarcaba de una forma genial su cara. Su cara con una piel tan blanca como la de Cristal, con una nariz recta, unos labios que a Cristal le parecieron irresistibles y unos ojos verdes y profundos como su cabello que hacían que te perdieses y no quisieras salir de ellos.

Justamente estaba mirándolo a los ojos cuando...

-Me estas escuchando?- parecía molesto y al ver que ella reaccionaba volvió a preguntar- ¿Quién eres y que haces aquí?

-¿Yo?- pregunto Cristal a la vez que se ponía de pie y se limpiaba las lagrimas con la parte exterior de la mano cerrada a modo de puño.

-Si, tu ¿a quien mas puedo estarle hablando?

a modo de contestación, Cristal se puso roja y bajo la mirada, quedándose mirando el suelo, esquivando la mirada de su interrogador.

-¿Es que estas sorda? o ¿No sabes tu nombre?
 

El Chico De La Sudadera Gris (Michael Clifford Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora