Quinto capítulo

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Quinto capítulo

No le había dirigido la palabra desde aquel encuentro no-ocasional.

Se levantó por la madrugada a tomar un vaso de agua para calmar el susto que se pegó con la pesadilla que sufrió minutos atrás.


No pudo dormir hasta el desayuno, se quedó sentado en los sillones observando hacia el ventanal que daba la vista hasta un perfecto paisaje del campo.
No quiso moverse de allí, hasta que escucho que Charlotte bajaba las escaleras y tuvo que correr a esconderse en el baño para disimular su presencia.

Charlotte se dirigió al refrigerador y tomo una manzana para regresarse a su habitación.


A eso de las 10:30 de la mañana, todos estaban desayunando el rico plato de waffles que Laura había preparado para todos.


El ambiente era bueno hasta que Charlotte se atraganto con un gran bocado de fruta, todos alterados corrieron para ayudarla hasta que todo regreso a la normalidad.


En unas horas más llegaría uno de sus trabajadores de la empresa. Louis William Tomlinson. Siempre fue su amigo desde que tiene memoria. Pasaron toda su infancia, pubertad, adolescencia y ahora, su adultez. Era un poco más grande que él, e incluso más alegre.


Tomo el plato y su vaso y los llevo al fregadero. Subió a su habitación y se lavó sus dientes, se cambió y se dirigió hasta el campo. Abrió el establo y se dirigió hasta el espacio de su gran campeón, Dallas. Era, sin duda, el caballo más precioso que había tocado Londres. Era totalmente negro con unos calentones en sus pesuñas color azul como el cielo. Tenía una gran melena oscura que caía por sus ojos y para terminar una cola larga siempre peinada a la perfección.


Tomo una cubeta y la lleno con agua mineral; mucho para un caballo pero poco para Harry. Se la sirvió cerca de su hocico para que pueda tomar tranquilamente.


— Hacia mucho tiempo que no pasaba por aquí. —Le dijo acariciando su lomo. — supongo que ya ni me recuerdas, ¿cierto? — Rio. — Veras, Charlotte te extraña demasiado, pero, me prometí a mí mismo que nunca la acercaría a este establo. — el caballo solo relincho como respuesta para el chico. — Lo sé, lo sé, ella dijo lo mismo, es mucho peligro para ella y, no quiero correrlo. —La puerta del establo se abrió de golpe y Harry dirigió su mirada hasta allá.


— Lo lamento, no sabía que estabas aquí. —se disculpó la castaña.


— No te preocupes, pasa. —sonrió.


— Hola Dallas. —Saludo ella.


— ¿Lo conocías? —Pregunto extrañado.


— ¿Bromeas? Todo mundo en Cheshire lo conoce. "Dallas, el rayo de Londres" ¿no? —Pregunto riendo.


— Tienes razón, lo olvidaba.


— Es precioso. —dijo acariciando su cabello.


— Mi padre se lo dio a mi madre cuando le pidió matrimonio, ella siempre quiso montar uno y, él se lo dio. —sonrió.


— Sin duda, tu padre era un hombre romántico. —suspiro y sonrió.


— Lo sé, y admiro eso. — Dallas agacho su cabeza hacia la cubeta y la pateo con sus pesuñas para empapar a Harry con todo su contenido. Aurora rio a carcajadas al ver el rostro de Harry que goteaba agua por su cabello.


— ¡Dallas! —grito él mientras la chica se retorcía por la risa que causaba su expresión. — ¿Qué diablos hiciste?


— Oh, vamos Harry, es solo un caballo. —estallo en risas de nuevo.


— ¿Con que tan gracioso te parece? —Amenazo mientras llenaba la cubeta de agua.


— No, no, no, no te atreverías. —Dijo intentando calmar su risa.


— Créeme que sí. —le dijo. Corrió hacia ella y le vacío todo el contenido de la cubeta. Ella casi gritaba, pero solo rio más fuerte.


— Eres un tonto —corrió detrás de él para golpearlo, pero Harry con un movimiento astuto interpuso su pie para dejarla caer a la cama de paja que descansaba por allí. Ella rio y lo jalo hacia ella quedando justo en el hueco de sus piernas justo encima de Aurora. Ambos rieron y la chica coloco su mano en el cabello de él.


— Quedaste empapado. —rio y le sacudió los rizos.


— Lo sé, y no es gracioso. — rio.


— ¿Entonces por qué ríes? —sonrió.


— Porque eres divertida. —rio.


— Gracias por el cumplido, Styles.


— Eso no fue un cumplido, presumida.


— Claro que lo fue... —afirmo. Miro sus ojos y sonrió de nuevo; le acaricio la mejilla hasta inconscientemente tocar sus labios delicadamente con sus dedos. Harry cerró los ojos ante la profunda caricia que ella le daba. Se levantó un poco más, quedando justamente frente a ella, con sus labios rosando los suyos. Bajo las caricias hasta su barbilla y Harry soltó un suspiro; así sucesivamente desde su cabello hasta su pecho.


Él, mientras, acaricio el antebrazo desnudo de ella hasta su hombro y dejo un húmedo beso en su cuello. Vaya, que estaban disfrutando de sus mutuas caricias. Ambos se miraron a los ojos y él tomo la iniciativa de pegar su frente con la de ella y rozar sus respiraciones.


— Bésame. —suplico ella impaciente y pego su cuerpo totalmente con el de Harry. Él cerró sus ojos lentamente y los abrió de golpe; no podía hacerlo.


— Lo lamento, debo de ir a ver si Louis ya llego. —dijo apresurado escapando de aquella realidad. La realidad de sus recientes sentimientos hacia la niñera de Charlotte.


Ella solo se levantó y trago saliva. ¡Lo había disfrutado! ¿Por qué había parado?
Arreglo un poco su cabello y tomo una toalla que estaba cerca del establo de Dallas y se secó.


Salió de allí para dirigirse a su habitación tratando de esquivar la mirada de Harry y todas las preguntas de Laura y Charlotte.

La niñera de Charlotte « H.S .»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora