Lush Life

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El sol entraba por las ventanas y me quemaba la cara. Di media vuelta y vi a Mario dormido en la cama de la derceha. Giré otra vez y por encima de Marta vi a Gloria en la cama de la izquierda y tras otra cama sin nadie vi a Lara. Ambas dormidas también.

Con pereza alargué mi brazo y cogí el móvil. Eran casi las dos del mediodía, hora de irse levantando. Dí un beso en la mejilla a Marta e intentando no despertarla me levanté y me dirigí al baño. Me di una ducha y me vestí con una camiseta de manga corta y unos bermudas. Bajé a la cocina y me puse a preparar la comida escuchando Lush Life de Zara Larsson en Los 40.

A los diez minutos Mario bajó en calzoncillos y frotándose los ojos. Al verme sonrió y me chocó la mano.

- ¿Qué tal anoche, cabrón? -dijo entre risas.

- Bien... Marta estaba bastante borracha y la acompañé hasta aquí -mentí.

- Ya, ya... Y acabáis durmiendo los dos en ropa interior y abrazados en una sola cama, ¿no?

- ¡Cállate un mes, capullo! -exclamé

- Si al menos hubieseis tirado lo que usasteis...

- ¡Mierda! Jajaja...

- Buenosssss.... dííííííaaass... -dijo Gloria en un bostezo.

- Y más que buenos para algunos -contestó Mario

- ¡Vete a cagar! -le dije dándole un puñetazo en el hombro.

- ¡¿Pero te quieres vestir, hijo mío!? -gritó Gloria abriendo los ojos hacia Mario.

- Calla y no protestes que un monumento así no lo ves todos los días -contesto el medio bailando y haciendo creer a Gloria que se iba a bajar los calzoncillos.

Gloria se tapó los ojos y yo le bajé los calzoncillos a Mario hasta los tobillos. Creyendo que Mario habría dejado de hacer el tonto Gloria volvió a mirar y se encontró a Mario desnudo. Gritó y despertó a las otras dos.

Mario me miró mosqueado y fue a echar a correr, pero los calzoncillos en los tobillos provocaron que se cayese al suelo. Conseguí hacerme con sus calzoncillos y salí corriendo escaleras arriba con Mario pisándome los talones. Al llegar arriba Lara y Marta empezaron a gritar a Mario que se vistiese.

- Donde las dan, las toman -le dije moviendo sus calzoncillos en la mano.

- Dámelos, cabrón -dijo entre risas.

Las chicas estaban abajo sirviendo mis macarrones en platos mientas yo hacía mi cama arriba y Mario se vestía.

Bajamos y nos sentamos los cinco en la mesa. Un bostezo que venía del sofá nos alarmó y al girar la vista hacia el lugar del que venía el bostezo encontramos a Kike de Rubik completamente desnudo tumbado en nuestro sofá.

- ¿Alguien me puede explicar qué cojones pasó anoche? -dijo Lara.

Ron Con Cola  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora