CAPÍTULO 19

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Me estremecí debido a la fuerte corriente de aire que nos arroyó. GD inmediatamente se separo de mí para quitarse el saco y pásalo por mis hombros.

— ¿Vamos adentro?— me preguntó acomodando un mechón de cabello que el viento se había encargado de desacomodar. Asentí con la cabeza.

GD se encargó de apagar las antorchas, espere a que llegara a mi lado y lo abrace por la cintura, así el paso un brazo por mis hombros. Caminamos hasta su habitación.

—Ya vengo— me dijo sacando su brazo de mis hombros cuando llegamos a la puerta, pero antes de que pudiera dar un paso lo tomé del brazo tirándolo hacia mí.

Recorrió lentamente mi cintura con sus manos, seguía caminando hacia mí, hasta que la puerta me evito seguir retrocediendo más. Sonrió pícaramente sobre mis labios, y sin darle tiempo a decir palabra alguna, capture sus labios entre los míos, rodé su cuello con mis brazos para afianzarme mejor y evitar que escapara.

Aunque seguramente no lo haría.

Conforme avanzaba el tiempo, la intensidad del beso aumentaba. Su lengua con suma libertad recorría mi boca, las mortales caricias que brindaba en mi cintura y espalda me hacían estremecer por dentro.

Saqué una de mis manos de su cuello para buscar la perilla de la puerta, cuando logre abrirla, GD sin separarse de mis labios bajo un poco para después tomarme de las piernas y cargarme acomodándome en su cadera, me sujete de sus hombros mientras reía.

—No te dejaría caer— me dijo sonriente mientras caminaba conmigo en sus brazos.

—Lo sé— le contesté segura regresando a sus labios.

De un momento a otro, estaba recostada sobre el acolchado y GD estaba sobre mí sosteniendo su peso sobre su codo, para evitar dejarlo sobre mí. Por más que le decía que no era de cristal, se negaba a dejar su peso sobre mí.

—No me quiebro— le dije riendo mientras ágilmente cambiaba de posición con el ahora dejándolo recostado, mientras yo me sentaba en su cadera.

Me incliné para acercarme a sus labios y delinear el marco de estos con la punta de la lengua, mientras que comenzaba a jugar con los botones de su camisa, saque botón por botón de su respectivo ojal, me separé de sus labios y lo tomé del cuello de la camisa para acercarlo a mí, se enderezo de la cama para permitirme sacar ese -ahora- incomodísimo pedazo de tela. Y así dejar al descubierto su tibio torso.

Con las yemas de los dedos, delineé suavemente su abdomen. Tomó una de mis manos delicadamente y dio un beso en el torso de esta.

—Me encantas— dijo mirándome fijamente a los ojos, sonrojada le sonreí, introdujo sus manos por debajo del saco y las posiciono sobre mis hombros para luego deslizarlas por mis brazos y así al mismo tiempo deshacerse del saco.

Lo lanzó a un lado de la cama, colocó su mano en mi cuello ahora descubierto y comenzó a bajarla lentamente hasta mi clavícula.

Me dedicaba a admirarlo, esos hermosos ojos marrón, su cabello rojizo desacomodado y sus labios rojos entreabiertos formando una sonrisa, dejando al descubierto una parte de su perfecta dentadura.

Con mis piernas a sus costados, poco a poco me recosté sobre su pecho hundiendo mi rostro en su cuello, di un pequeño beso y subí a su oído.

—Tú también me encantas— le susurré sensualmente mientras jugueteaba con el lóbulo de su oreja, posó sus manos en mis piernas, las subía y bajaba haciéndome estremecer por las caricias. Subió una mano por mi pierna, pasando por mis glúteos hasta mi espalda, dejo de subir cuando llegó a su destino. El cierre de mi vestido.

Sin alejarse de mis labios, bajaba el zíper con una desesperante lentitud, obviamente ese era su objetivo. Hacerme sufrir, Pero ya llegaría mi turno de vengarme.

Finalmente el cierre estaba abajo completamente y yo me quemaba interiormente por sentir su piel en contacto con la mía.

Nuevamente me senté en su cadera para poder sacarme el vestido, sin previo aviso GD lo tomó del borde y comenzó a subirlo, así que solamente puse mis manos en el aire y en un dos por tres el vestido había desaparecido.

Me tomó de la cintura para apegarme nuevamente a su cuerpo, acción que claramente no rechazaría. De pronto me encontraba recostada mientras devoraba mis labios.
Lentamente lo separé de mis labios, su entrecejo se frunció levemente y su rostro tenia dibujado un enorme signo de interrogación.

— ¿Pasa algo?— me preguntó aún algo agitado por el beso anterior.

—No es justo...— le dije seria.

— ¿Qué no es justo?— me preguntó riendo.

Sin decir una sola palabra, puse mi mano sobre su pecho y comencé a deslizarla hacia abajo hasta llegar al borde de su pantalón.

Me dedicó una picara sonrisa seguida de una carcajada, rápidamente me enderecé dejándolo nuevamente mirando hacia el techo, di un fugaz beso en sus labios y con mi dedo índice recorrí su pecho y abdomen hasta llegar al metálico botón que se aseguraba mantener los pantalones en su lugar.

Sacaba el botón de su lugar, pero luego en cuestión de segundos lo regresaba a su ojal, escuchaba las ligeras risas de GD quien ya estaba altamente 'desesperado' finalmente lo abrí, y baje el zíper con la misma lentitud con la que el había bajado el de mi vestido.

— ¡Me estás haciendo sufrir! ¿Cierto?— estaba en lo correcto, pero además no había prisa, teníamos la noche por delante.

Bajaba su pantalón, hasta que algo me lo impidió, ambos reímos tontamente al darnos cuenta de que aun continuaba con zapatos.

— ¡Eres un 'mata-pasión' JI YONG!— le dije ahogada en carcajadas mientras quitaba sus zapatos al igual que los calcetines, los cuales junto con el pantalón se esparcieron por algún lugar de su habitación.

— ¿Mata-pasiónes?— preguntó levantando una ceja —Eso está por verse...— agregó amenazantemente tomándome de las piernas, me levanto y luego me soltó para así dejarme caer sobre la cama.

— ¡GD !— alargué riendo.

Sin darme tiempo de reclamarme por esa llave de lucha que me había aplicado, atrapó mis labios. Este beso era diferente a los demás, tenía más energía, pasión, desenfreno. De abrupto introdujo su lengua en mi boca, la recorría sin pudor alguno tal y como sus manos paseaban por todo mi cuerpo.

La falta de oxigeno comenzaba a hacerse presente, mas no se separaba de mis labios y para ser sincera yo tampoco quería hacerlo. Pero si quería seguir disfrutando de MI NOVIO, tenía que hacerlo.

Apenas me separe de sus labios traté de recuperar el aire vital perdido, GD se entretenía en mi cuello mientras yo me reponía. Pero fue completamente inútil ya que el placer que me brindaba con sus caricias en mi cuerpo, unidas a los besos y mordidas impartía en mi cuello, solo me aceleraban más.

—Sabes... No es justo— susurró con su melodiosa voz en mi oído mientras que jugaba con los tirantes de mi sostén.

—P...Pues hazlo... hazlo más justo— traté de hablar lo más claro posible pero me desconcentraba de sobremanera.

Rodeó mi cintura con un brazo y giró haciéndome quedar sobre él, se divertía con el broche de mi sujetador. Hasta que finalmente decidió desabrocharlo mientras yo saboreaba esos labios ahora de doble grosor e intensidad de color. Me aparté de mi ahora 'vicio' para eliminar de la escena la penúltima prenda que cubría mi cuerpo y asi dejar mi torso completamente desnudo...

El Niñero | Primera Temporada [ ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora