Lección 23

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¡Buenas noches! Aprovecho que el internet volvió al fin para actualizar y traerles un poco de felicidad a sus vidas, condimentado con sucesos inesperados, misterios y una pequeña escena semi impactante que, de haber concluido, nos hubiera traído felicidad a todas. En fin, ya me dirán qué opinan sobre el rumbo que está tomando toda esta situación. Lindo inicio de semana.

Gateway

No podía despegar su atención de aquel espejo de cuerpo entero. No porque fuera una mujer vanidosa que precisara examinar cada detalle de su rostro o vestimenta, sino porque jamás empleó un atuendo tan ostentoso como ese en toda su vida. Se sentía completamente fuera de sí mima.

Un kimono negro con un bello estampado de coloridas flores, un obi rojo con dorado y ese bello corte frontal era todo lo que ella necesitó para encajar dentro de aquel mundo nocturno.

—Luces espléndidamente, Oshin —elogiaba la mejor cortesana de toda Yoshiwara.

—De verdad que no termino de acostumbrarme a todo esto. —Si estaba sentada era porque esa mujer aún se encontraba trabajando en su apariencia.

—Lo harás espléndidamente bien. —La animó—. Con esto terminamos. —Ágilmente había colocado una bella horquilla de camelias a un costado de su peinado.

—Ya te dije que no sé bailar ni cantar.

—No hay necesidad. Solamente debes ser agradable con los clientes y ser servicial. De ese modo estoy segura de que obtendrás su atención.

—¿No es más simple llamar a la Yorozuya y que ellos se encarguen de este caso?

—Esa era la intención desde el inicio, pero parecía que estaban ocupados buscando a ciertas personas problemáticas que les darían mucho dinero.

La diosa de la fortuna no se encontraba de su lado esta vez.

—Está bien. Lo haré. No tienes que mirarme con esos ojos. —Suspiró, resignada.

Hinowa abandonó la habitación y no tuvo más remedio que seguirla.

Allá afuera estaban esperando un grupo de mujeres que no iban menos elegantes que ella. Pronto daría inicio el tan ansiado desfile de cortesanas donde el principal objetivo era la presentación de los nuevos rostros de Yoshiwara.

Caminar con semejante atuendo no involucraba más que coordinación y buen equilibrio. Lo que era complicado para alguien que suele ser seria la mayor parte del tiempo era mostrar un semblante cándido y agradable para todo ese mundo de hombres que no despegaban su atención de ellas.

—Todo ha salido muy bien chicas. Han estado maravillosas.

Felicitaba candorosamente Hinowa una vez que sus jóvenes aprendices se encontraron dentro de la pomposa casa de citas; el sitio donde únicamente los clientes V.I.P. podían acceder.

—No olviden ser cuidadosas y llamarnos por sí algo sale mal. —Tsukuyo siempre estaba cerca para vigilarlo todo y cuidar a las cortesanas.

—Por el momento te encargarás de este cliente. Estoy segura de que lo harás muy bien.

Tras las palabras de Hinowa encaminó sus pasos hacia la esquina superior derecha del inmenso salón, topándose con unos ojos que se encontraban evaluándola de pies a cabeza.

—Muy buenas noches. Sea bienvenido a Yoshiwara —habló Oshin para su actual cliente—. Esta noche seré su acompañante.

¿Realmente ese hombre era el que dirigía al escuadrón que estaba relacionado con todas esas desapariciones? Empezó a dudarlo en cuanto examinó con detalle tanto su apariencia como su vestimenta.

Blood and RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora