Un lado oscuro

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Cuando estábamos a punto de comenzar la celebración por la "Temporada baja" de trabajo, un tal Roberto Hinojosa nos llamo para contratar a Juan para una serie de conciertos sin publicidad, según él funcionarían perfectamente, ya que respetaban el concepto de exclusividad que quería darle a los lugares en los que mi novio cantaría.

Tuvimos que revisar detalladamente la propuesta –que tal si era un narcotráficante que hacía fiestas para sus hijas –y después de eso, él aceptó.

El primer concierto pactado sería en un lugar llamado Pandemonio, bastante inusual, pero tétricamente maravilloso; parecía un bar abandonado, o uno digno de una película de fantasía, la gente que llegó, inundaba con sus aires de grandeza cada espacio, entonces la vi, la famosa Bárbara estaba entre los asistentes, asechando a mi Juan.

Yo salí porque necesitaba fumar un cigarro, no solía fumar mucho, pero estaba muy estrezada, las emociones me estaban traicionando y no mi cuerpo exigía un descanso.

-Hola Pau –me saludó Vanessa, quien sabe de donde había salido, me sobresalté.

-¿Qué hacen aquí? –pregunté a ella y su amiga.

-Intentando entrar, pero fallamos.

Lo pensé unos segundos, era el momento para terminar con el problema de una vez. Entonces recibí una llamada a mi teléfono. Era Francisco.

-Pau, hago esto por la amistad con Sofía, una chica me contacto para venderme un video íntimo de Juan Solo, quedamos de vernos aquí.

-Te regreso la llamada en 10 minutos.

Colgué y miré a Vanessa.

-Van a entrar –me crucé de brazos –pero solo con un objetivo.

-¿Me estás condicionando?

-No, necesito que entren, encuentren a Bárbara y le quiten su celular y su bolsa. Es muy importante que sea en el momento en que la vean con un hombre con facha de paparazzí, a esos los conocen muy bien.

-¿Ya tienes un plan?

-Tengo el plan perfecto para deshacerme de esa mujer.

Les di un par de boletos que tenían que camjear en la entrada, y puse en marcha mi plan "aleja-zorras". Marqué el número de Francisco.

-Necesito de tu ayuda.

-¿Para qué?

-Quiero que compres el video a esa chica, en cuanto ella quiera pagarte no va a encontrar sus cosas, y tú te vas a ofrecer a llevarla con nuestro equipo para que le ayudemos a localizarlas.

-Eso es algo extraño.

-No si le dices que eres amigo de Roco.

-Vaya, vaya... Estas tramando algo perverso.

-Me estoy deshaciendo de lo que estorba. Por el dinero no te preocupes, vas a tener tu paga, y alguna nota.

-Gracias, eso es lo que me importa realmente.

La noche comenzó a avanzar y dio inicio la presentación, entre la gente era imposible ver si Vanessa estaba cumpliendo su parte del trato, pero no tenía en quien más confiar. Fue en ese momento que me llegó un mensaje de whatsapp de mi antes enemiga, diciéndo "hecho".

A los pocos minutos, Francisco me mandó otro mensaje avisándome que iría con Bárbara a donde le había indicado. Yo ya estaba esperandola en una sala donde sólo había una mesa y un par de sillones.

Me sentía toda una mafiosa.

-Hola Bárbara –comencé en cuanto la vi entrar, Francisco se quedó afuera, y cerró la puerta –siéntate, por favor.

-¿Qué estoy haciendo aquí?

-Tenemos asuntos pendientes.

-No entiendo.

-Le ibas a vender un video importante.

-Sí, uno de la bonita noche que pasé con tu novio. Deberías de echarle un vistazo, tiene calidad de película.

-Basta –intenté controlar mi comportamiento -¿Sabes que si ese video tiene calidad de cine te puedo demandar?

-Eso es imposible, mi abogado me lo dijo.

-Deberías de buscar un mejor abogado.

Llamaron a la puerta, me dirgí a ella y la abrí, recibí las cosas de Bárbara y le pedí a Vanessa que se fuera sin hablar, no quería involucrar a nadie más en esto. Aparte me dio el celular, un CD y un par de USB's que encontró.

-Si no quieres problemas, más te vale borrar de tu teléfono todo lo que haya referente a ese video.

-Esta bien –dijo con molestia.

-Y me vas a firmar esto, en donde claramente dice que si usas cualquier tipo de material para perjudicar la imagen de MI NOVIO, y otras tantas cosas.

-Tienes que informarme lo que dice.

-Da gracias a Dios de que estoy haciendo esto civilizadamente, y que Juan no sabe nada todavía.

-¡Osh! Está bien, tu ganas... Perra.

-Qué bueno que tienes claro que lo soy.

-Ten, ya firmé.

-Si tu firma está mal, me voy a enterar... Y me vas a conocer enojada.

-¡Está bien hecha! ¿Ya me puedo ir?

-Sí, disfruta la velada... ¡Ah! Esta converdación está grabada, para evitar que demandes o algo así, digo... Te aviso.

Me hizo una grosería con la mano, y azotó la puerta al salir, yo me desplomé en el sillón con una sonrisa de oreja a oreja. Francisco entró en la habitación.

-¿Hecho?

-Sí, creo que la maldita me odia.

-Pau ¿te sientes bien?

-La verdad, no.

Todo comenzaba a darme vueltas, sentí que me faltaban las fuerzas y mi vista se nublaba, no podía respirar bien.

-Necesito que me lleves a un hospital.

-Si claro, le voy a avisar a... -lo interrumpí –no, no me siento tan mal como para que cancele un concierto.

-Está bien, como tú digas.

Me rodeó con su brazo para que yo pudiera caminar, y salimos del lugar, subimos a mi coche y me llevó al hospital.

CONTIGO PUEDO SER [Juan Solo Fanfiction] - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora