"Ser parte de algo..."

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Sábado 26 de Marzo.

Estar sin Natsu desde el Lunes hizo que me relacionara más con todos los del curso.

Y sí, estuve sin Natsu porque mis padres me quitaron el celular.

Como que no esta yendo muy bien que digamos esto de las dos semanas...

No lo he vuelto a ver.

Mis padres nos han "castigado" a los dos y Natsu no puede ir en casa hasta que las cosas se calmen.

Y a mi me da un terror porque él podría ir bien a "divertirse" con sus amigos y darse cuenta de la verdad.

La dicha que puede tener en esa clase de vida y que no quiera continuar el trato.

No quiera continuar conmigo.

¿Es tan difícil ser una persona serena?

Ah, sí. Gray me había pedido el número de teléfono de mi casa porque Natsu se lo había pedido.

Hablamos una o a veces dos horas y nos morimos de risa por la situación en sí.

" -¿Estás enojada?

-Sí, lo estoy.

-Bueno, te propongo algo. No estés enojada conmigo por teléfono y cuando nos veamos de vuelta puedes mandarme a la puta todo lo que quieras.

-¿Todo lo que quiera?

-Así mismo cariño. "

Él sí que sabe qué hacer para disminuir mi enojo.

Pero no lo olvido.

Cuando llegue el momento le voy a agarrar de su cuello y-

-¡Lucy! ¡Ven a ayudarme a limpiar la cocina!

Mierda.

-Ya voy.

-¡No está saliendo de su pieza mamá!

-¡Cierra la boca Ray! No es contigo.

-¡Lucy! ¡No le trates así a tu hermano!

Abrí la puerta de mi pieza y lo vi ahí parado en la esquina del corredor.

-Sos un pelotudo.

Sonríe.

-¡Te escuché Lucy Heartfilia! - exclama mi madre.

Gruñí y caminé hacia mi mamá.

-Que humor. Sí que te hace falta Natsu.

Me detengo.

No lo mates. Ignorale.
No lo mates. Ignorale.
No lo mates. Ignorale.

Continúo.

-¿Tanto te molesta ayudarme para que pongas esa cara? - me dice mi mamá al verme llegar.

Ignora.

Sólo ignora, inhala y exhala.

-¿Qué le pasa a esta loca?

MICHAEL.

Inhala y exhala.

-Aah, por cierto - Michael agarra su taza para limpiarla por haber tomado leche chocolatada-, nos encontramos con Natsu.

-¿En serio? - me dirigí a mi mamá.

-Sí - me responde ella -. Me preguntó si podía venir a visitarte.

Michael hizo una mueca rara.

-¿Y puede? - traté de sonar inocente.

Me sonrió -Sí, sí puede. Ya hablé con tu padre. Parece que le agrada más que venga a casa a que te la pases todas las tardes pegada al teléfono.

"Sólo una chica más"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora